Anunciación.- Esther Charabati, escritora, filósofa y doctora en Pedagogía, celebró XV años de estar al frente del Café Filosófico que se lleva a cabo cada lunes en la Cafebrería el Péndulo. En esta ocasión el festejo fue enmarcado por la conferencia ¿Por qué desertar de la palabra dada?

Esther Charabati es profesora e investigadora de Carrera en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).Entre sus publicaciones destacan: La sonrisa del gatoRasgando el tiempo. Los judíos, extraños en la casa, No soporto el paraíso, Cuentos y valores y El oficio de la duda. “Cumplimos 15 años de realizar semanalmente el Café Filosófico, estos son debates donde reunimos para hablar de temas importantes de la vida cotidiana desde una perspectiva filosófica”.

“¿Por qué desertar de la palabra dada?, es decir cuando no deberíamos de cumplir las promesas. En el caso de las promesas en específico es paradójico porque uno a veces quiere dar algo que no tiene, además, uno promete sobre el futuro sin saber si va a llegar, desde esa perspectiva nuestras promesas tienen cierta relatividad, es decir, nadie está seguro de poder cumplir una promesa, por otro lado, sin las promesas sería una manera de relativizar en la vida porque entonces es no poder decir mañana, en un año o en dos años voy a hacer algo sin saber qué es lo que pase. Entonces la promesa en realidad es una manera de imponerse al futuro, es decir, por mi propia voluntad y no me importa lo que me depare el futuro voy a hacer lo que estoy prometiendo”.

La autora añadió: “Las promesas siempre son de algo que uno carece, pero es la voluntad de imponerse al destino. A mí me parece más grave que estemos en una sociedad que ha renunciado a las promesas y a los compromisos donde no sabemos qué vamos a querer mañana, entonces tampoco queremos prometer nada hoy. Pienso que la gente que promete es gente muy valiente”.

“Estos 15 años me han dejado una gran cantidad de experiencias, he aprendido muchas cosas entre ellas la tolerancia, aquí vienen personas de diferentes edades, profesiones, gustos y logramos tener un diálogo”, dijo Esther Charabati.