El amor puede más

18 septiembre, 2019

Por: Socorro Eugenia Quijano Villanueva

En plena zona Mazahua del Estado de México miles de familias viven en situación de pobreza extrema. Fue el escenario escogido por más de un centenar de monitores voluntarios para reunirse en un Congreso Internacional con el fin de profundizar en el motivo de su inspiración, y sacar adelante los treinta programas que impulsan en beneficio de miles de niñas, principalmente, además de niños, adultos y ancianos en estado vulnerable.

Representantes de cuatro nacionalidades: Estados Unidos, España, Japón y México (CDMX, Monterrey, Guadalajara, Morelia, Tlaxcala, Campeche, Chihuahua, Tampico y otros más) estudiaron con profundidad e imaginación como ampliar la repercusión de más de 30 programas de ayuda integral y social.

Los asistentes a este Congreso Internacional en pro del desarrollo son personas que se dedican a tiempo completo, 7 por 24 horas, a la mejora y transformación del entorno en el que habitan y lo hacen compatible con sus propios trabajos profesionales. Así nos encontramos a Martha Anaya, Comunicóloga de profesión y desde hace 33 años ocupada en la promoción y desarrollo de la mujer en ámbitos de África, Italia y México.

La Dra. Anaya, bien podría ser modelo de las más prestigiosas revistas de moda, encabeza a este grupo de voluntarios, en este Congreso, entre las cuales hay profesionales de la Administración, Docencia, Derecho, Moda, Contabilidad, Letras, Enfermería, Medicina e Investigación.

Mujeres vulnerables

A modo solo de ejemplo, Martha Anaya, impulsa el desarrollo de más de 600 mujeres de la comunidad Mazahua en el Estado de México y de docenas de personas de los alrededores (Mesa de Chosto, San Juan de los Jarros, San José, Santa Rosa, etc.).

Además de gestionar la ayuda económica imprescindible como medicinas a bajo costo, clases de desarrollo humano y comunitario les brinda el apoyo humano de amistad, indispensable para su integración en este país multiétnico y multicultural. Imaginación de la caridad 2019 (1)

Algunos de los principales proyectos que estas profesionales sacan adelante en sus lugares de trabajo y que enumeramos aquí con la idea de que puedan replicarse en otras partes del mundo, son:

Familia a familia desde el Centro Rinconada en Guadalajara, Jalisco. Marisa Ochoa funciona como encargada. Ayudan durante el año a otras familias a mejorar sus viviendas y les preparan cenas de Navidad.

Visitas a los hospitales llevando ayuda a los familiares en las salas de espera, hablar con ellos, darles utensilios que les sirvan como cobijas, abrigos, comida, jabón, agua.

Distribución de “Tortas” en Navidad en las zonas de espera de hospitales públicos. Proyecto en el que participa gente muy joven, por lo sencillo de su preparación.

Catequesis en barrios pobres.

Organización de grupos de oración.

Clubes de formación de niñas vulnerables.

Promociones rurales y urbanas que incluyen reconstrucción y mejora de viviendas.

Incluir a las familias para que tengan actividades comunes con sus hijas en favor de las demás

Ayuda a una población con la coordinación de jóvenes profesionales egresadas del IPADE.

Regalar sonrisas a los indigentes y algo para su supervivencia.

Ayudar a personas pobres haciendo proyectos concretos para mejorar sus viviendas.

Posadas Navideñas

Club de día para gente mayor

Rejuvenecer Iglesias

Clases formativas a grupos de “quinceañeras y chambelanes”

Apoyo en las parroquias en las distintas labores sociales y de catequesis

Visitas al Cerro del Cubilete

Ayudar en asilos de ancianos

Hacer chimeneas y estufas a familias pobres del medio rural

Adoptar una familia de las más cercanas

Voluntarios de la Alegría o Grupo HOGUERA para acompañamiento de gente mayor y/o enferma.

Visitas a presos

Tejer bufandas que en Navidad se distribuyen a vulnerables

Campamentos formativos para jóvenes adolescentes.

Humanizar desde las redes sociales.

Publicar estas actividades

Hay en el mundo más de 60 millones de personas obligadas a abandonar sus casas por razones de guerra y de pobreza. ¿Qué podemos hacer por ellos? Un antiguo proverbio chino que se anticipó dos mil años a la llegada de la modernidad dice: “Si haces planes para un año, planta maíz. Si haces planes para una década, planta árboles. Si haces planes para una vida, adiestra y educa a la gente”.

Dice Zygmunt Bauman a Ricardo Mazzeo que esta antigua sabiduría tan solo ha perdido su valor pragmático con la entrada de los “líquidos tiempos modernos”(2)