El abuso infantil se puede prevenir
Autor: Somos Hermanos
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El abuso infantil es un problema estructural en nuestro país, es decir, en muchas personas no tienen claridad sobre cómo se debe tratar a los niños, niñas y adolescentes salvaguardando su dignidad y sus derechos porque crecieron en ambientes que donde privaron variadas formas de violencia física, verbal y sexual.
En términos generales, los abusos a niños, niñas y adolescentes generan impactos negativos en el desarrollo y la autoestima, los cuales al normalizarse se asimilan como la forma de relacionarse con otras personas, reforzando así el círculo vicioso.
Un daño todavía más extendido
Hay un tipo de violencia que resulta particularmente perjudicial porque es todavía mayor la profundidad del daño en los niñas, niños o adolescentes que la experimentan: la violencia sexual. Si bien la etapa adolescente suele ser más vulnerable en este renglón, las agresiones contra niñas y niños también son frecuentes y han ido creciendo.
El abuso sexual comprende las conductas intencionales realizadas por personas que mediante la fuerza o con el uso de engaño y mentiras obligan a niñas, niños o adolescentes a observar, participar con el agresor o a realizar en su propio cuerpo actos de índole sexual aprovechándose de su vulnerabilidad.
En muchos ambientes, estas conductas no son reconocidas como reprobables y se olvida por completo su carácter delictivo. Eso redunda en ocultamiento, negación y silencio que intensifica los daños en las víctimas que usualmente son agredidas en el ambiente familiar o en el círculo cercano de amigos y vecinos, los cuales se asumen como seguros y confiables.
Reconocimiento, protección y denuncia
Contrarrestar los abusos a niñas, niños y adolescentes es una misión de toda la sociedad que debe avanzar en la sustitución de conductas dañinas, con otras que partan del genuino reconocimiento de la dignidad de los menores y promuevan el irrestricto respeto a sus derechos humanos.
A la par, se deben difundir las señales que indican que alguna niña, niño o adolescente es víctima de algún abuso para actuar en consecuencia. Es especialmente relevante subrayar que se les debe creer cuando indican que han sido víctimas de algún abuso sexual, pues la posibilidad de mentira o invención en estos temas a esas edades es nula.
Las señales de alerta que deben ser atendidas a la brevedad son: aislamiento social súbito; obsesión con la sexualidad; dolor, picazón o inflamación en los genitales; problemas de ansiedad acompañados de dolores de cabeza, estómago, alteraciones del sueño o del apetito; a su vez, pueden presentar conductas agresivas hacia otros, entre otras.
Las acciones frente a estas situaciones deben encaminarse tanto a la atención de quien ha recibido la agresión o las agresiones como a la denuncia legal de los implicados.
Desde la sociedad
La prevención del abuso infantil es la misión de organizaciones de la sociedad civil como Infancia Común AC la cual se enfoca en la promoción de sus derechos humanos para combatir este tipo de violencia y la trata de niñas y niñas y adolescente. Para lograrlo han fijado como sus ejes de acción: educación formal e informal, implementación de campañas preventivas, creación de redes comunitarias, investigación, incidencia en políticas públicas y generación de materiales para la difusión.
Otra de ellas es Alumbra, la cual busca también prevenir el abuso a través de la descripción de la situación actual, la generación de información, la prevención del abuso y, también, ayuda para denunciar ante las autoridades correspondientes.
Apoyar la labor de estas y otras organizaciones de la sociedad civil con misiones similares es también una forma de colaborar para que este tipo de conductas dejen de ser toleradas y se rompa el círculo vicioso que las fomenta y las oculta.
Fuentes:
https://www.somoshermanos.mx/infancia-comun-ac-atiende-y-previene-el-abuso-infantil/
https://alumbramx.org/
https://www.unicef.org/mexico/protecci%C3%B3n-contra-la-violencia
