Dr. Sonrisas: La fundación donde la Felicidad es la Mejor Medicina

2 mayo, 2023

Autor: Ian Castelo

El filo del sol iluminaba no solo el rostro entusiasmado de los asistentes, sino también la blancura de sus playeras que decían: Dr. Sonrisas. Cumple tu sueño de ayudar. La fila de voluntarios se extendía mientras el reloj marcaba cada vez más cerca las 10 de la mañana y los niños, con sus familias, también esperaban del otro lado del arco de globos en espera de recibir a sus acompañantes. El murmullo de la gente se elevaba al aire en forma de burbujas de emoción. Los inflables, los gabinetes y las pinturas, la plataforma en forma de T para la pasarela, las chamarras de mezclilla, las pelotas, los dardos emplumados, las bolas de boliche, las espiropapas hirviendo bajo el aceite. Todo estaba listo y la hora de inaugurar el evento iniciaba; el momento de hacer reír a los niños ya brotaba. El ánimo acumulado se esparcía. Comenzaba el Día de la Sonrisa.

Aquella mañana del 23 de abril, el Colegio Oxford, situado en la alcaldía Álvaro Obregón, fue el lugar de diversión de alrededor de 300 niños que padecen distintas enfermedades crónicas, terminales o que ponen en riesgo su vida, y a quienes les esperaba un magno evento lleno de actividades lúdicas y recreativas.

– Creemos que la parte anímica es igual de importante que la parte médica en el tratamiento de un niño, y en lo que nos enfocamos es en eso: que las risas, la felicidad, la alegría, el amor, sean parte de importante de su tratamiento y que estos elementos sean los que los ayuden a salir delante de la enfermedad – expresó Andrés “Piki” Martínez, fundador y presidente de la fundación Dr. Sonrisas, la cual organizó el evento en celebración del Día del Niño.

Los voluntarios, andando con su atavío blanco, recibieron de forma azarosa al niño o niña a quien debían acompañar durante las cuatro horas que duró el evento. Las sonrisas de unos y de otros nacían por toda la explanada como flores en el prado. Las actividades y los juegos se llenaron de colas y colas y los voluntarios iban y venían con sus niños, cargándolos, caminando a su lado o tomándolos de las manos. Los inflables coloridos revoloteaban de un lado a otro al son de las coloreadas risas de los niños. Los aros de plástico se hundían en las varas cuando los niños los arrojaban. Las bolas de boliche derribaban los bolos y la emoción se dibujaba en los ojos de los niños.

Los ojos verdes de Valeria Cerezedo miraban atentamente a su niño, quien pintaba su figura de cerámica, emocionado, y luego caminaba impetuosamente hasta otra de las actividades, como dar color con semillas a un dibujo. “La verdad es una experiencia súper bonita, obviamente también es complicada, pero estar con los niños, poderlos acompañar, poderles dedicar este tiempo, es muy gratificante y aprendes mucho”, dice Valeria, una de las voluntarias. “Es una experiencia que sí cambia vidas”, enfatizó.

Bajo el intenso sol del medio día y entre el clamor de alegría y gozo, llegaron personajes de Disney y luchadores de la triple A, quienes atrajeron la atención vivaz de los niños y sus voluntarios comenzaron a tomarles fotografías. A un lado del área de juego con muñecas, se aglomeraban los niños y los voluntarios para ver desfilar a los pequeños celebrados sobre la plataforma de pasarela en forma de T. La música de pop, electrónica, y una que otra de reguetón, se empalmaban con los aplausos de las personas que miraban a las niñas y niños. “La actividad consiste en que los niños llegan, pueden elegir la chamarra que quieran y pasan a las siguientes estaciones a elegir de 6 a 5 parches; al final tienen que hacer una pasarela”, dice Brenda Gonzáles, voluntaria de Doctor Sonrisas.

La concentración de los niños se mantenía durante largos minutos cuando decoraban sus galletas con pigmentos comestibles, así como el murmullo leve flotaba en la pequeña sala dedicada a la pintura de dibujos sobre los gabinetes de madera. Por otro lado, una mujer voluntaria bailaba con los niños animosamente, les sonreía y, a quienes estaban sentados, los motivaba a acercarse y mover el cuerpo. En ese mismo espacio…¡Concurso Gamer! A un lado de los otros espacios, los voluntarios jugaban videojuegos con sus niños mientras la competencia se desarrollaba y la euforia de los niños aumentaba.

-La felicidad es la mejor medicina – expresó Fernanda Blanco, quien trabaja en la fundación Dr. Sonrisas como terapeuta familiar y está en el área de Sueños – El evento de hoy me emociona muchísimo porque es como podemos ver a todos nuestros niños juntos que vienen con sus papás o con algún hermanito para poder pasarla bien. Es un magno evento en el que se junta todo. La verdad es que mucha gente nos apoya y pues podemos tener a 300 niños entreteniéndolos con sorpresas, con comida, con shows, con regalitos.

Por su parte, los padres de los niños también tuvieron su momento de olvidar el dolor y sufrimiento en los hospitales, pues mientras los niños se divertían, aquellos tuvieron pláticas y una convivencia. Andrés Martínez, fundador de la asociación Dr. Sonrisas, mencionó incluso que era importante “crear un momento donde los papás puedan tener un espacio de paz, que sepan que sus hijos están cuidados por los voluntarios, que se puedan desconectar un poquito para descansar, conectar entre ellos”. Asimismo, comenta que hay una comunidad muy unida de los padres, a quienes se les dieron pláticas y se les regalan kits de cocina. “Son unos súper héroes increíbles los papás por lo que hacen por sus niños”.

La celebración del Día de la Sonrisa llegaba a su fin. Eran casi las 2 de la tarde cuando, entre risas, abrazos y palabras de agradecimiento, los niños comenzaban a despedirse de sus voluntarios. El sol, tan luminoso como las despedidas de la gente, envolvía el jolgorio infantil que inundaba el aire del colegio Oxford. Cargados de juguetes, dibujos, comida y otros regalos, los niños caminaban en busca de sus familiares a la escalera. Los voluntarios, exhaustos y contentos, comentaban su experiencia con su niño. “Era muy latoso, pero fue muy divertido”, decía alguno. “Es una niña muy independiente, muy fuerte, y creo que eso está muy bien porque ella me dice lo que quiere. Sí volvería a venir, está muy bonito, la verdad”, comentaba otra voluntaria.

“Los voluntarios son el corazón de Doctor Sonrisas. Son gente que, desinteresadamente, sacrifican su comodidad en familia y vinieron a estar con los niños”, expresó Andrés Martínez, fundador de Doctor Sonrisas, y reflexiona sobre el mensaje final de un evento como este. “Seguimos siendo más la gente buena que la gente mala, que hay mucha gente que sigue queriendo cambiar el mundo, nuestro país, pero sobre todo la vida de un niño”, comentó con una sonrisa y entusiasmo. “Hay una frase que me gusta mucho: Si no eres tú quién, si no es hoy, cuándo. Todos esperamos que haya un cambio, pero el cambio eres tú y soy yo”.

Además, Fernanda Blanco comentó que el fin del evento es darles a los niños un momento de felicidad y “se olviden de los doctores, del hospital, de la medicina, del dolor, y pues darles un momento de ser realmente niños”, e incluso invitó a la gente a que participen como voluntarios, con donativos y “que se den un tiempo de conocernos, de conocer a nuestros niños, a las familias, a las mamás. Es algo muy enriquecedor que hasta que no lo vives y no lo experimentas en carne propia, no puedes compartirlo con los demás”.

Doctor Sonrisas es una fundación fundada el año 2003 en la Ciudad de México que permite apoyar con recursos, voluntariados o dinero a miles de niños que tienen una condición de salud que pone en riesgo su vida, las cuales los privan de poder desarrollarse como sus pares por tener que estar hospitalizados, en tratamientos o haber sido amputados. Algunos de los diagnósticos son; cáncer, fibrosis quística, VIH, osteogénesis imperfecta, distrofia muscular, tumores, entre otros.

Para hacer donativos a la institución, acceder al siguiente enlace: https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=JRRY3Y2DDJSM8