DOCE ACTITUDES ACERTADAS DE UN DIRECTIVO
1. Programe y ahorre su tiempo. No lo malgaste en charlatanerías o tonteras. Su tiempo es un tesoro y es irrepetible.
2. Tenga un gran respeto por la dignidad de los demás. Trátelos como desearía usted ser tratado.
3. Guarde un equilibrio entre los derechos y los deberes de la empresa y los derechos e intereses de las personas que tienen alguna relación con ésta.
4. Haga planes para el futuro. No sacrifique los éxitos del porvenir por querer tener triunfos ya inmediatos. La precipitación es señal de debilidad.
5. No concentre funciones. Asuma al riesgo de delegarlas en personas confiables y capaces. Quien centraliza, empequeñece a los otros y también a él mismo.
6. Que progrese su empresa, pero que progrese también su personal. Esmérese en que lo promuevan porque quizá es usted todavía capaz. Continúe estudiando y creciendo.
7. Procure estar al día en los conocimientos de su especialidad. Lea, infórmese. No pensar es retroceder.
8. No desprecie lo seguro y lo cierto, por andar tras lo inseguro.
9. Sueñe, experimente, pero no deje los caminos que ya le dieron resultados, por irse por atajos que pueden llevarlo al precipicio.
10. Rechace de plano todo lo que vaya contra la ley moral y el sentido común, aunque vayan en aparente beneficio de su empresa, y aunque al rechazarlos, le pueda costar su puesto. Esto es definitivo para el desarrollo de su personalidad y para el crecimiento de su futuro. Aunque le parezca, que está haciendo una tontería.
11. No crea que lo único importante es su empresa o negocio. Hay también valores más importantes como la familia y los genuinos amigos. Sea humano, muy humano.
12. Esté alegre, siempre alegre.