Cultura, historia y sabores se unen en Coyoacán
El pasado 20 de noviembre, el Salón Morelos se transformó en un espacio de historia, sabores y tradición con la tercera y última sesión del ciclo de conferencias “Comida y Tradición de la Ciudad de México”. Este evento, organizado por la alcaldía Coyoacán en colaboración con la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, ofreció una oportunidad única para explorar y exaltar la riqueza gastronómica y cultural de México.
El encuentro fue fruto del trabajo colaborativo entre el Colegio de Cronistas de la Ciudad de México y la Fundación Liceo Sofía Labastida, y contó con el respaldo de instituciones destacadas como la Casa del Tiempo de la UAM, la Fundación Herdez y la propia Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles. Este esfuerzo conjunto no solo buscó divulgar el conocimiento, sino también celebrar y preservar la diversidad cultural de la capital mexicana.
La sesión comenzó con una intervención cautivadora del Arquitecto Palafox, quien, en lugar de Carlos Vega Sánchez, ofreció una perspectiva personal y emotiva sobre el Centro Histórico de la Ciudad de México. A través de sus palabras, los asistentes viajaron en el tiempo, explorando la evolución de este emblemático espacio desde su juventud hasta la actualidad, con un enfoque que entrelazó historia, cultura y gastronomía.
A continuación, Luis Gutiérrez Romero brindó una ponencia magistral sobre la trascendencia de los moles en la cocina mexicana. Con un estilo didáctico y apasionado, destacó cómo estos complejos platillos simbolizan la riqueza cultural del país. Cada mole, explicó, es una narrativa culinaria que mezcla ingredientes autóctonos con influencias extranjeras, resultando en una manifestación única de identidad nacional. Subrayó además la importancia de preservar estas recetas ancestrales, que dependen de las condiciones agrícolas privilegiadas de México, capaces de producir una diversidad inigualable de hierbas, especias y plantas.
El Maestro Salvador Padilla Aguilar, experto en desarrollo urbano, ofreció una mirada detallada a las tradiciones y hábitos cotidianos de los mexicanos en la década de 1950. Su intervención, rica en contexto histórico, permitió a los asistentes comprender cómo los cambios sociales y culturales de aquella época impactaron las prácticas gastronómicas y tradiciones familiares que hoy forman parte del ADN cultural del país.
Cristina Barros, destacada escritora y divulgadora de la cocina e historia mexicana, cerró el ciclo con una ponencia vibrante sobre el papel del maíz en la vida de los mexicanos. Barros profundizó en la relevancia cultural y espiritual de este grano milenario, que ha sido el corazón de la dieta mexicana desde tiempos prehispánicos. Con un llamado a preservar las tradiciones y rechazar el uso de transgénicos, subrayó la necesidad de proteger este patrimonio biológico y cultural.
“Por todas las maravillas que el maíz ofrece, podemos decir realmente que la milpa es ciencia, cultura, ceremonia, ¿no? Abarca todos los aspectos sociales y culturales de nuestra vida; es la expresión más acabada de nuestra cultura, como lo podemos ver en diferentes ceremonias de nuestros pueblos originarios”, expresó Barros, dejando en el público una profunda reflexión sobre la importancia de valorar y proteger esta riqueza ancestral.
Para culminar la velada, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar tres tipos de moles, acompañados de tamales de maíz, té de toronjil y cocoles, ofrecidos por el ponente Luis Gutiérrez Romero. Este cierre no solo permitió disfrutar de los sabores que ilustraron las ponencias, sino que también simbolizó la unión perfecta entre conocimiento y experiencia sensorial que definió el evento.