Anunciación.- Al concluir el presente Trienio del Episcopado Mexicano, resaltamos las metas alcanzadas y revisamos las acciones que se realizaron, con el objetivo de retomar el rumbo y descubrir nuevos horizontes, según el Espíritu de Dios, para alcanzar vida en Cristo Jesús, Centro del ministerio episcopal y de la vida de todo bautizado.

Los puntos que revisaremos, las conclusiones que obtengamos y la elección de las nuevas responsabilidades, fijarán el contenido del nuevo trienio a fin de mejorar y fortalecer la comunión eclesial, sobre todo al interior del Episcopado Mexicano.

El Año de la Fe promovido por el Papa Benedicto XVI, nos lanza a un compromiso por mantener y acrecentar nuestra fe y la fe del Pueblo de Dios; para que esta fe, en este año de gracia, sea promovida en el discipulado misionero, para llevarla y transmitirla a todas las mujeres y hombres de buena voluntad, de manera especial en los lugares en donde no conocen a Jesús. La Iglesia universal se prepara en la oración, la reflexión, la formación y la acción pastoral, para salir adelante, con fe firme y decidida, a anunciar el Evangelio a todo hombre y en todo lugar.

El Santo Padre reafirmó la tarea misionera de la Iglesia, su vocación, naturaleza y razón de ser, que es evangelizar. En su homilía de apertura del Año de la Fe, el Santo Padre señaló que en el encuentro con Cristo, realizado con fe, Bartimeo recupera la luz que había perdido, y con ella la plenitud de la propia dignidad: se pone de pie y retoma el camino, que desde aquel momento tiene un guía, Jesús, y una ruta, la misma que Jesús recorre. Este es el camino que ahora también se abre y se actualiza para la Iglesia y para todos sus miembros.

En este acontecimiento, se reafirma el momento histórico de la Iglesia de nuestro tiempo, en que los Obispos somos nuevamente llamados a atender las causas del pecado, y denunciar lo que no pertenece a Dios, ir hacia los más necesitados de la sociedad, acompañarlos y compartir con ellos la vida y los valores del Reino.

El trienio que concluye siguió un itinerario, donde los Obispos revisamos y reflexionamos los grandes temas que por ahora ocupan a la Iglesia de México, para la realización de las acciones referidas a la Misión Continental; Sacerdocio y Seminario; Educación; y Familia.

Así lo dieron a conocer al finalizar el presente trienio y el inicio de los trabajos de la XCIV Asamblea Plenaria, el Monseñor Luis Artemio Flores, Obispo de Tepic y Monseñor Víctor René Rodríguez, Obispo de Valle de Chalco y Secretario General CEM.

www.cem.org.mx