
Ser generosos con la comunidad y sociedad se logra de distintas formas. Para don David L. Romero Casas y su hijo Raúl C. Romero Arzamendi, empresarios de la industria electrónica, la manera en aportar su granito de arena fue a través de la constitución de la “Fundación para la Protección de la Niñez IAP” en 1990, donde se dotara de recursos a las OSC que día con día trabajan en beneficio de la población en situación vulnerable, especialmente niñas, niños y jóvenes.
Fue así que nació esta institución directamente de intenciones filantrópicas que se materializaron en acciones de generosidad en México.
Desde su creación, la organización colabora con personas y empresas diseñando y operando programas de apoyo enfocados a mejorar las condiciones de vida de este grupo en vulnerabilidad a nivel nacional.
El trabajo se administra con donativos en efectivo y especie de donantes aliados, e implementan programas dirigidos a OSC que operan de manera profesional y efectiva. Los temas donde la fundación toma acción se enfocan en necesidades básicas en materia de educación, infraestructura, salud, cultura, deporte y recreación de forma permanente y sistemática.
Los pilares de gestión en la IAP son los siguientes:
Programas asistenciales. A través de actividades de asistencia se promueve el desarrollo social de poblaciones vulnerables en comunidades rurales y urbanas de alta marginación. Entrega de alimentos, productos e insumos de la alta calidad a las personas que más lo necesitan son las acciones que se realizan, que gracias a la generosidad y responsabilidad social de empresas, instituciones y personas se hacen realidad de la mano de su compromiso hacia sus comunidades.
Fondos de inversión social. Gestionar y administrar recursos económicos representa el segundo pilar de “Protección a la Niñez IAP” y estos se destinan a la realización de programas educativos y de mejora a la infraestructura de OSC.
Dentro de estos proyectos se encuentra “Un Futuro con Visión” donde se becan a niños de casas hogar en nivel primaria. Por otro lado, proveen recursos para que OSC cuenten con el equipo necesario e instalaciones más dignas y funcionales para atender con mayor calidad a sus beneficiarios.
Donativos en especie. Aquí se gestionan y encauzan artículos en especie a OSC para que puedan atender necesidades básicas de sus beneficiarios en las áreas de educación, salud, cultura, deporte y recreación. Entre las instituciones y empresas aliadas se encuentran Henkel, Fester, Kellogg Company Latin America y Colgate Palmolive donde cada una aporta recursos valiosos a distintas organizaciones que son elegidas por la fundación para destinar insumos de acuerdo a sus necesidades específicas.
Voluntariado corporativo. Si cualquier empresa busca sumarse a valiosas causas sociales mediante la inversión de recursos económicos y la participación voluntaria de su personal, la fundación cuenta con el programa de actividades sociales en apoyo a la infancia y otros grupos vulnerables, donde se dignifican espacios para que más personas vivan en mejores condiciones o reciban una mejor atención.
El impacto a lo largo de los años con trabajo ininterrumpido ha sido grande y las cifras lo pueden constatar, porque en 2022 apoyaron a 231 OSC en CDMX y 16 Estados de la República, lo que significó el beneficio de 76,357 personas en situación de vulnerabilidad.
En términos de actividades, se han creado y ejecutado diferentes proyectos, desde realización de cirugías de cataratas, cursos de programación para población de casas hogar y torneos de futbol, así como premios y viajes para la niñez en situación de calle.
Con el aniversario 35 en puerta este 2025, “Fundación para la Protección de la Niñez IAP” ha logrado beneficiar a niños, niñas y adolescentes en todo México y gracias a su estrategia de canalizar recursos a OSC derivado de las invaluables alianzas es la forma en que aseguran un mejor futuro para la sociedad mexicana.