Lo primero es explicar qué entenderemos por competitividad. Esta palabra tiene relación con ser competente, esto equivale a realizar bien algunas actividades porque hay capacidad natural, o hay formación profesional, o se ha adquirido ese dominio con la práctica de actividades, o por la combinación de todos estos aspectos.
A lo largo de la historia encontramos que fuera del hogar el protagonismo del varón es evidente. Por eso, fue legítima la lucha para conseguir el voto de la mujer, el empleo fuera de la casa, y un sin número de aspectos que se han ido alcanzando.
Cada ser humano está concebido para que todas sus actividades manifiesten las distintas maneras del afecto. Esto es así porque la persona está diseñada para recibir y dar amor. Pero, también es necesario distinguir la gran riqueza del amor y sus manifestaciones. Al distinguir también sabremos expresarnos del modo adecuado, según las circunstancias y los destinatarios.