Anunciación.- Cámaras de
Congreso de Brasil aprobaron, con trámite urgente el proyecto de ley PLC 3/2013,tras fracasar los intentos de despenalizar el aborto a través del Plan Nacional de Derechos Humanos y de la reforma del Código Penal propuesta por el Senado.
El texto sancionado el 4 de julio pasado, que está a la espera de promulgación por parte de la presidente Dilma Rousseff, no menciona explícitamente el aborto, sino que se vale de la excusa de “la atención a las víctimas de violencia sexual” para obligar a todos los establecimientos de salud a ofrecer, en esos casos, “atención urgente e integral” y “derivar a las víctimas a los servicios de asistencia social”.
La “atención inmediata” incluye, la “profilaxis del embarazo” y “la información a las víctimas sobre sus derechos legales”, eufemismos de anticoncepción de emergencia (administración de la píldora del día después) y aborto.
Se debe tener en cuenta, que el Ministerio de Salud, durante el gobierno de Dilma Rousseff, a través de varias “normas técnicas” eliminó la necesidad de la investigación policial o judicial para acreditar la violencia sexual.
El texto legal extiende a todos los establecimientos de salud de Brasil los “servicios de aborto legal” que tienen un centenar de hospitales, autorizados por las resoluciones administrativas del Ministerio de Salud. Obliga a las entidades religiosas y a aquellas otras que rechazan el aborto en su ideario, sin contemplar la objeción de conciencia; también obliga a los centros de salud que carecen de servicios médicos de urgencia, y a los que no brindan atención ginecológica.
Sólo el veto total del texto por parte de la presidente, evitaría este nuevo paso hacia la legalización del aborto.
Fuente
Noticias Globales
Alberto Monteiro
Antonio Donato