Anunciación.- Pocos libros resultan tan apasionantes en su lectura como la última obra publicada por el conocido autor José Miguel Cejas -fallecido en fecha reciente-, titulada: Cálido Viento del Norte (Ed. Rialp, Madrid, 2016).
En su libro anterior, El Baile tras la Tormenta, el escritor recogió recuerdos y testimoniosde personas en Lituania, Letonia, Estonia y de Rusia que habían sufrido persecución bajo el gobierno marxista-leninista de la extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (U.R.S.S.) y todas las desastrosas consecuencias de ese régimen totalitario.
Y José Miguel Cejas comenta sobre este hecho histórico: “Sorprende que tantas novelas y películas evoquen las atrocidades del régimen nazi y tan pocas obras literarias y cinematográficas recuerden el infierno de los gulags” (campos de concentración soviéticos).
En este nuevo libro –que es como una continuación del anterior- ofrece también relatos de otros disidentes, pero ya no del Comunismo, sino del materialismo hedonista de los países occidentales.
Con este motivo se fue a investigar y a tener numerosas entrevistas con personas de países nórdicos, como: Finlandia (Helsinki y Oulu); en Tornio (Laponia); en algunas ciudades de Suecia como Estocolmo, Malmö, Gotemburgo, Vadstena, Upsala; en varias islas de Dinamarca; en ciudades de Noruega como Oslo y Stavanger; en Islandia…
Son valientes testimonios de mujeres y hombres que se han rebelado contra lo que se considera “políticamente correcto” en sus respectivas sociedades y se han decidido a vivir con valentía y determinación sus propias convicciones, al margen de lo establecido.
El libro está lleno de historias de optimismo y esperanza. Sin duda, la acción del Espíritu Santo se palpa en cómo la fe en Jesucristo nace en corazones aparentemente indiferentes o “de hielo” y que en los últimos años han comenzado a experimentar un gran atractivo por conocer más sobre el mensaje del cristianismo. En muchos casos se han bautizado, ya practican la religión e incluso han surgido vocaciones al sacerdocio.
Eso explica el título del libro: Cálido Viento del Norte, haciendo referencia al resurgir de la fe en países donde apenas ha llegado la Evangelización. Y uno de los que brindan su testimonio es el profesionista laico de origen italiano Marco Pasinato, quien decide irse con su familia de misiones a estas gélidas tierras y afirma que Dios nos habla a través de los sucesos, por medio de la historia personal. Y lo que originalmente en su existencia parecía “una locura” en realidad era una fuerte y persistente inquietud que el Señor había puesto en su corazón por iniciar la aventura de evangelizar Europa Septentrional.
Por ello, el autor concluye en su introducción sobre el conjunto de testimonios recogidos: “Su disidencia es una denuncia, el anuncio de un tiempo nuevo y un viento cálido y vivificador que nos llega del Norte de Europa”.
Anuniación.- El Papa Francisco nos ha sorprendido al utilizar la ecología como una “factor” clave para buscar la unidad entre católicos y ortodoxos. ¿Cómo la ecología ayuda al ecumenismo?
1. Una “estrategia anunciada”. Cuando en marzo de 2013, el primer Papa latinoamericano eligió el nombre de Francisco, quizá no le pusimos atención a una de las razones por las que escogió ese nombre.
El Papa recién elegido explicó que escogió ese nombre, porque san Francisco de Asís “para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no?”. (ACI, 16 mar. 2013)
Detrás de estas palabras no había sólo una mera admiración a un santo, sino todo un programa del pontificado, que tendría en el cuidado ecológico una pieza clave para el diálogo con la sociedad civil. Tampoco sospechábamos que el nuevo Papa también lo utilizaría para dar pasos en el ecumenismo.
2. Una nueva celebración común. En la Iglesia Ortodoxa, desde hace años, cada 1º de septiembre se celebra el día por el Cuidado de la creación. En 2015, durante la presentación de la encíclica “Laudato si’”, el representante del Patriarca Ortodoxo Bartolomé sugirió al Papa que los católicos también tuvieran una jornada similar.
Hace unos días el Papa Francisco anunció que desde este año 2017, los católicos celebraremos la ‘Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación’. El Pontífice explicó que celebrar esta Jornada, en la misma fecha con la Iglesia Ortodoxa, el 1º de septiembre, “será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos”. (Vatican Insider, 10 ago. 2017)
3. Un nuevo paradigma para el diálogo ecuménico. Durante casi mil años, el diálogo entre las Iglesias Católica y Ortodoxa se enfrentaba a muy complicados obstáculos de tipo doctrinal.
Para buscar la unidad sin esperar a que los temas teológicos fueran completamente resueltos, los Papas de las últimas décadas iniciaron diversos tipos de acercamientos. Juan Pablo II promovió el “ecumenismo de la sangre”, es decir, reconocer a los mártires cristianos no católicos. Benedicto XVI, en Erfurt en 2011, propuso que “la fe, vivida a partir de lo íntimo de uno mismo, en un mundo secularizado” fuera “la fuerza ecuménica más grande que nos une”.
Francisco, con motivo de los 500 años del inicio de la Reforma protestante, en Suecia en octubre de 2016, sugirió que la caridad hacia el prójimo que sufre sea un ámbito en el trabajen juntos católicos y protestantes. Es lo que se denominó “ecumenismo de la caridad”. (Aleteia, 29 oct. 2017)
Ahora, el Papa utiliza el tema del cuidado de la creación para da un paso en este diálogo. De manera que somos testigos del surgimiento de un nuevo paradigma del ecumenismo, que podemos llamar “ecumenismo ecológico”.
4. Un mensaje conjunto. ¿Qué relevancia tiene este comunicado de los líderes de los católicos y de los ortodoxos? Además de la importancia y actualidad del contenido sobre el cuidado de la creación hoy día, el mensaje representa un cambio histórico.
Desde 1054 hasta 1965, ambas Iglesias mantuvieron la mutua excomunión por temas doctrinales; en cambio hoy, juntas –hermanadas– proclaman un mensaje válido para los fieles de ambas confesiones. Se trata del primer fruto del nuevo “ecumenismo ecológico”.
Epílogo. Durante siglos el diálogo ecuménico se redujo sólo a las discusiones doctrinales. Pero desde el siglo XX, la vida misma ha hecho que los cristianos de diversas confesiones descubran que hay muchas dimensiones que nos unen como creyentes en Cristo: el martirio, la fe vivida en un mundo descreído o la caridad hacia los marginados.
Ahora el Papa Francisco, junto con el Patriarca Bartolomé, nos hacen ver que el cuidado de la creación como “casa común” ayudará a que los fieles de las diversas confesiones cristianas podamos “convivir”: vivir en “comunión”, que es la finalidad del “ecumenismo”.
@FeyRazon lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.
Anunciación.- Claman justicia y respeto para los adultos mayores de Michoacán, aseguran en Asilo de Acianos Sr. Cura José Garcidueñas IAP.
Desde Chihuahua demandan mayor apoyo para las personas con autismo, afirma, Esperanza para el Autismo IAP.
El sismo que devastó la Ciudad de México en el 1985 dio a pie a la creación de la Fundación Interamericana para el Desarrollo Social IAP quien creo casas y servicios de salud para damnificados en el Estado de México.
Desde Querétaro exhorta a un cambio verdadero a través de acciones que transforme a México en una gran nación, asegura, Liliana González Duarte, coordinadora general de la Junta de Asistencia Privada de Querétaro.
Anunciación.- “No soy yo el que dicen o piensan que soy y aún así me tratan, imputan, y califican como si fuera quien creen que soy y que jamás he sido” –clamó así el interpelado, sin afán de cantinfleo, sino simplemente atrapado en el pánico de saberse el sujeto equivocado-.Ser el equivocado para mal y para más mal, a veces. Para mal y para peor, en casos extremos que comprometen no solamente el ego, el orgullo o los tiernitos y peregrinos sentimientos, sino acaso la libertad, la vida misma.
No habrá, imagino yo, cuestiones mucho más hostiles y desconcertantes en el negocio de vivir la vida cotidianamente,así, en grupo, de manera gregaria, pues, al margen del ostracismo impuesto o auto impuesto, y del escarnio o del bullying, u otros avatares naturales a la convivencia grupal, que ser la persona equivocada en cualquier circunstancia.
¿No era yo? ¡No soy yo! Desde las situaciones más pueriles e insulsas como presentarse en una fiesta a la que creíste ser invitado; creer ser el elegido de una persona o un grupo que te ignora al momento de la elección para desarrollar alguna función u ocupar el cargo añorado; o soñar con que la promoción laboral seguramente es para ti hasta el instante anterior al desengaño. ¿Has entrado intempestivamente a algún sitio donde al verte todos guardan silencio, o se carcajean al unísono sin razón aparente? O que me dices de leer las febriles premisas de amor de tal o cual persona, acusando recibo prematura y equivocadamente,para confirmar después que el destinatario de los febriles y prometidos arrumacos tiene nombre y apellidos distintos a los tuyos.
Ser la persona equivocada puede traer decepciones, tristezas, depresión o enojo. Puede acarrear rabia hacia los sujetos implicados en la situación o, con cierta dosis de humor negro estilo francés y equilibrada autocrítica, una burla de ti mismo, una carcajada descomunal de ti mismo.
Pero fuera de las situaciones sociales sin más consecuencias que las emocionales, ser la persona equivocada, por ejemplo, en la imputación de un delito,puede ser verdaderamente devastador. Por homonimia, parecido físico, ligereza e incompetencia del acusador, o franca y artera mala leche de algún individuo que busca desquite contigo, con la vida o con sus miserias.
Con voz,o generalmente sin ella. Te vuelves a ver al espejo y te sigues viendo más guapito, más jovencito, más lozano, pues, que el retrato hablado que consta en esos folios cosidos con hilo y aguja, con base en el cual, la presunta víctima del delito en cuestión ha afirmado que te identifica plenamente. Pero ya no es una cuestión de cavilaciones antropomórficas, sino la realidad lacerante, desesperante, de encontrarte precisamente al otro lado de la rejilla de prácticas, aterrizando en la verdad que machaca que la pesadilla nunca fue ficticia.
Imagina por un momento ser la persona imputada por equivocación, recibir una sentencia copiosa de años de prisión, de delitos que ni siquiera imaginaste que existieran. Una sentencia pletórica de calificativos de una conducta abominable y punible que nunca tuviste, hiciste ni pensaste. Un cuerpo del delito integrado con base en elementos que coinciden entre sí, menos con tu realidad de persona de trabajo, de estudiante promedio, de padre de familia que no encuentra ya las palabras y argumentos que convenzan a la esposa, pareja o concubina, de la tremenda equivocación, de la falsedad de la realidad judicial, de tu inocencia intima.
Cómo restituir la imagen que uno o varios hijos engendrados en la normalidad de tu transito ciudadano por tu ciudad de costumbre, pierden de ti, contigo, a pesar de ti. Cómo recuperar la relación amorosa que te hacía sentir orgulloso de quien eras. Cómo ser normal después de haber sido presa (preso) de la injusticia mal informada, de la coincidencia fenotípica de tu cara con la de algún criminal. Después de haber encarnado al proverbial chivo expiatorio.
Cómo regresar, después de las interminables apelaciones y promociones de debido proceso, de derechos humanos, de sacudir la verdad, a una vida perdida en la duda, a un patrimonio deshecho para sufragar la supervivencia en la cárcel, a mirar cándidamente a una mujer ya sin ojos inocentes, ya con cicatrices en el corazón, el orgullo, ya con vicios presidiarios inconfesables adquiridos como un mecanismo para sobrevivir.
Y ya después, si después, si la fortuna regresa a tu existencia para resarcir, para tomar revancha, un simple “Usted-perdone-señor”, un “Mire-usted-lo-lamentamos”, y de regreso a las calles a esa vida desasociada de la realidad de un ex convicto, inocente, que hubo de cruzar el averno más descarnado, por una maldita equivocación que te hizo mierda.
“No soy yo el que dicen o piensan que soy y aún así me tratan, imputan, y califican como si fuera quien creen que soy y que jamás he sido”, y quizá le faltó agregar al interpelado, “y que ya jamás seré…”
Twitter: @avillalva_
Facebook: Alfonso Villalva P.
Anunciación.- De acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM para el 2050 habrá en México 32.4 millones de personas adultas mayores, lo que representará al 21.5% del total de habitantes, y quienes, vivirán con menos posibilidades de tener seguridad social y económica.
Isalia Nava, del Instituto de Investigaciones Económicas, señaló que en 2014, 35% de los mayores de 60 años vivía en pobreza moderada y casi 9% en pobreza extrema, por lo que de continuar así, “en algunos años tendremos un país de viejos, enfermos y en mayor pobreza”.
Indicó que las personas en edad avanzada enfrentan una serie de deficiencias como no contar con seguridad económica; además que el panorama para las siguientes décadas es desalentador sobre la desprotección que tendrán.
En México, a partir de la encuesta intercensal se identificó que en 2015 había 119.5 millones de personas; 10.4% correspondía a las mayores de 60 años (12.4 millones). Para 2050, con la estimación de 21.5%, habrá un aumento en términos absolutos y porcentuales, fenómeno que define el proceso de envejecimiento en el país.
Ante tal panorama, Casa Betti IAP fundada en 1904 por Francisco Betti y su esposa Isabel Lozano, quien por más de un siglo de existencia ha logrado dignificar la vida de los adultos mayores residentes de la organización.
La Institución tiene por objeto prestar el servicio de casa hogar para adultos mayores de escasos recursos, sean mujeres o matrimonios, al proporcionarles atención integral para satisfacer sus necesidades básicas de subsistencia mediante servicios de alojamiento; alimentación; atención médica geriátrica y psicológica; trabajo social; rehabilitación física; actividades culturales, recreativas y ocupacionales, para bienestar y dignificación de su persona.
Casa Betti IAP. Número telefónico: 5016-4902 y 5561-1249.