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Epidemia de “noticias falsas” 2>

Anunciación.- Cada vez circulan más “noticias falsas”, que afectan a todo: desde política hasta los recientes los sismos. ¿Se pueden evitar? ¿Qué podemos hacer los lectores? 

1. Redes sociales, un nuevo medio de información. La consolidación de las redes sociales ha cambiado nuestro modo de acceder a la información, porque hoy cualquier persona puede ser la fuente noticiosa.
Este nuevo paradigma ha contribuido a tener noticias de cualquier parte del mundo o de una misma ciudad, de cualquier situación: desde un premio escolar hasta una persona bajo los escombros de un sismo.

2. Las “noticias falsas” afectan la vida pública.  Las “noticias falsas” no tienen nada que ver con las bromas que circulan por las redes; más bien, se trata de “una deformación instrumental de los hechos, que puede repercutir en las conductas individuales y colectivas”, según las describe un boletín reciente del Vaticano. (News.va, 29 sep. 2017)
Un ejemplo claro y reciente de esa deformación de los hechos sucedió durante la campaña previa las elecciones presidenciales en Estados Unidos. En su momento, New York Times publicó que dos jóvenes (uno en Canadá y el otro la Rep. de Georgia) descubrieron que la “tendencia voraz” por las noticias políticas tendenciosas era una fuente para disparar las ventas de publicidad.
Las noticias falsas generadas por ellos –y por otros más– fueron recogidas por algunos medios, como un reportaje falso titulado “Ya basta, liberales… Hillary perdió el voto popular por varios millones. Aquí les diremos por qué”. (NYT, 30 nov. 2016)

3. El terremoto en México y las falsas noticias. Durante los días siguientes al sismo que afectó gravemente a la Ciudad de México, dio la vuelta al mundo la supuesta noticia de una niña llamada Frida Sofía, que seguía viva debajo de los escombros de su escuela. Después de 24 horas de cobertura noticiosa, se supo que esa niña nunca existió. (Milenio, 21 sep. 2017)
De igual manera, en las horas posteriores al terremoto circularon noticias de que la ONU anunciaba que estaba por ocurrir un sismo mucho mayor, de que el gobierno había dado indicaciones de utilizar maquinaria pesada en los derrumbes donde todavía había personas vivas. (Milenio, 22 sep. 2017)

4. Lectores exigentes. Hasta ahora los usuarios de las redes sociales estamos felices de la facilidad para transmitir una noticia por nosotros mismos, pero sin reparar que no todo lo que se difunde en las redes corresponde completamente con los hechos.
Sin embargo, ante la facilidad de difusión de noticias, la gran mayoría de los receptores han reaccionado con mucha credulidad. Por eso, el gran remedio contra las noticias falsas es que cada uno nos propongamos ser lectores más críticos.
Debemos contribuir a que se forme una nueva cultura de lectores exigentes. Así, antes de dar por buena una noticia y de difundirla (“retuitiarla”, “compartirla”, “hacerla viral”), primero debemos verificar la fuente: si proviene de un testigo real o “lo escuche en la calle”; segundo, confirmar la noticia, utilizando los buscadores de internet, y tercero, tener el sentido común de dudar de las noticias alarmantes, como: “ya viene el fin del mundo”, “está a punto de iniciar una guerra mundial”, etc.

Epílogo.  Las redes sociales han democratizado la información, porque cualquier persona puede generarla y difundirla; también han contribuido a que se conozcan los hechos con rapidez y con un gran alcance. Como reverso de la moneda, siempre circularán noticias falsas con apariencia de ser verdaderas.
Por eso, no podemos delegar en otros nuestra responsabilidad de ser lectores exigentes, ni podemos quedarnos tranquilos con culpar a los medios de difundir información falsa, porque en esta nueva época de la comunicación instantánea todos tenemos la oportunidad de verificar las fuentes, confirmar las noticias y utilizar nuestro sentido común.
@FeyRazon    lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.blogspot.com

¿POR QUÉ EL TRABAJO ORDINARIO ES CAMINO DE SANTIDAD? 2>

Anunciación.- El 2 de octubre de 1928, mientras hacía un curso de retiro en Madrid (España), san Josemaría Escrivá de Balaguer vio con claridad lo que Dios le pedía: que fundara, el Opus Dei (del latín, la Obra de Dios). Sobre este trascendental suceso, el Papa Francisco ha comentado: “Que precioso ejemplo de la vida sacerdotal de san Josemaría, precursor del Concilio Vaticano II al proponer la llamada universal a la santidad, que suscite en todos los fieles de la gran familia del Opus Dei una renovada certeza de que el creyente, en virtud del bautismo, que lo incorpora a Cristo, está llamado a ser santo y a colaborar con su trabajo cotidiano a la salvación de la humanidad” (Roma, noviembre de 2013). Se trata, en una sintética expresión del Fundador del Opus Dei, de: “Santificar el trabajo, santificarse en el trabajo y santificar a los demás con el trabajo”.  Vivimos en una civilización que se caracteriza por desarrollar en todos los ámbitos las más variadas actividades manuales e intelectuales entre mujeres y hombres; personas de toda clase y condición social; de todas las lenguas, razas y nacionalidades en los cinco continentes; en un mundo moderno marcado por la industrialización y el progreso técnico.
Y precisamente en nuestra época, el Señor quiso que las personas descubrieran que esa profesión o quehacer ordinario, lejos de ser ajeno o indiferente a su Voluntad Divina, sea precisamente el quicio y punto de partida donde se fundamentara su camino de plenitud de vida cristiana.
Porque la vida del hombre sobre la tierra, rara vez se desenvuelve entre sucesos extraordinarios. Lo habitual es que las personas realicen su trabajo cotidiano con absoluta normalidad. Hay quienes consideran a esas actividades como algo intrascendente y sin valor. Pero a los ojos de Dios rebosan de una enorme trascendencia, si esa labor ordinaria se hace por amor de Dios. A este respecto, escribió san Josemaría: “Conviene no olvidar, por tanto, que esta dignidad del trabajo está fundada en el Amor… Por eso el hombre no debe limitarse a hacer cosas, a construir objetos. El trabajo nace del amor, manifiesta el amor, se ordena al amor. Reconocemos a Dios no sólo en el espectáculo de la naturaleza, sino también en la experiencia de nuestra propia labor, de nuestro esfuerzo” (Es Cristo que pasa, No. 48).
Al cumplirse un aniversario más de la fundación del Opus Dei, conviene recordar también, que ese trabajo es ocasión de acercar a los colegas o compañeros de labor a Dios, para servirles y brindarles –con naturalidad- un testimonio de vida cristiana mediante un trabajo bien realizado. Precisamente en un tiempo en que, ante las actuales corrientes secularizadoras que pretenden hacer olvidar a Dios del horizonte sociocultural, urge que más personas conozcan el mensaje del Evangelio para revelarles a Jesucristo en este camino de búsqueda de la santidad dentro de los quehaceres ordinarios y como un modo específico de encontrar y amar a Dios en medio de los afanes cotidianos de este mundo.

“Jackie, forward” 2>

Anunciación.- Nos presentamos y me pidieron ponerme un antifaz para dormir. Jesús Arizmendi, mi jefe, me comentó de la invitación extendida por la directora de la Escuela para entrenamiento de perros guía para ciegos I.A.P., la Lic. Silvia Lozada, para desayunar el día de la entrevista pero jamás comentó bajo cuál circunstancia ¿Cuál fue mi impresión con el hecho de ponerme el antifaz, caminar e intentar desayunar? Había tenido la oportunidad de realizar diversos ejercicios de teatro en las que se me pedía deshacerme del sentido de la vista, pero nunca antes había intentado comer con un antifaz para dormir puesto. Me fascinó emocionalmente esa actividad porque, qué mejor modo de darle la bienvenida a alguien a una institución tan comprometida socialmente, dinámica en su desarrollo y humilde para con el otro, como la es la escuela de perros guía, al darle la oportunidad de colocarse en los zapatos de la persona con discapacidad visual.
La actividad fue momentánea, pues al rato de intentar de finalizar mi complicada tarea  (exquisito platillo acompañado de un delicioso café de olla), la Lic. Silvia me permitió tener, de nuevo, la posibilidad de ver. En seguida, platicamos acerca de los aventurados y arduos compromisos desde el nacimiento de la institución. Ellos, desde hace 22 años, han contribuido al bienestar, independencia, movilidad y autoestima de sus beneficiarios, personas de escasos recursos con discapacidad visual. Esto lo han logrado por medio de su rehabilitación integral y la donación de perros guía entrenados aquí, en México.
En el contexto mexicano, me platicaba la licenciada, las principales problemáticas de las personas con discapacidad visual son la movilidad limitada por una infraestructura poco incluyente, una dependencia de las personas de su alrededor, la discriminación provocando un desprendimiento social, la depresión, entre otras. Sin embargo, la institución intenta contrarrestar estos graves problemas, para brindarle la posibilidad de mejorar la calidad de vida a la persona con discapacidad visual a partir de apoyo psicológico, actividades de orientación y movilidad con la actual situación de las zonas urbanas mexicanas, ejercicios de la vida cotidiana, ejercicios de lectura y de escritura de braille, entre muchas otras actividades. De esta forma han contribuido con el desarrollo de sus beneficiarios, diciéndoles con esos ejercicios que son tan capaces como cualquier otra persona con o sin discapacidad visual.
Los trabajos aquí realizados resultan complejos. Platicando especialmente con Beatriz Cervantes, trabajadora social, y con Joaquín Cruz, uno de los instructores de perros guía de la institución, la tarea, por ejemplo, de adiestramiento de perros guía requiere de un trabajo disciplinado, constante y amplio. La dificultad no es sólo con el perro, sino también con la persona que va a recibir al perro guía, de lo que hablaremos en el siguiente párrafo. Además, el costo de inversión total por cada uno de los perros guía se eleva a los $300,000 pesos, sumando aquí todos los recursos materiales y humanos desde la crianza hasta la jubilación del mismo perro.
El proceso de adiestramiento de perros guía es uno de dos años, del cual no llegan a graduarse todos los entrenados. Dentro de sus instalaciones cuentan con habitaciones especiales, en las cuales los beneficiarios de los perros, conviven con los perros día y noche durante un tiempo aproximado de un mes para formar a lo que ellos llaman “el binomio”. Es decir, el beneficiario recibe una capacitación para poder comunicarse eficazmente con el perro, de modo que ambos puedan entenderse y concretar el binomio, ya que, al igual que los humanos, cada perro posee un carácter y actitud singular. Ésta última es, por ejemplo, una de las complejidades por atender.
Tuve la fortuna de acompañar a Joaquín en uno de sus ejercicios con una de sus perros guía, su nombre era Jackie. Ella, además de ser muy bonita, era muy inteligente. Mientras caminábamos por la calle, Jackie guiaba perfectamente al instructor a partir de palabras cortas en inglés y él actuaba como si fuera un ciego, de modo que la puso a prueba frente a mí. Caminaba y guiaba de modo que protegía al instructor de chocar con cualquier objeto o persona en el camino, no avanzaba en caso de encontrar una banqueta muy alta o riesgo de caer a una zanja, no se distraía ante los cuantiosos puestos de comida, evitaba a los perros callejeros, entre otras cosas. Joaquín me contó de la dieta y cuidados especiales de los perros guía y me enfatizó la importancia del desarrollo del binomio a partir de que cada persona con un perro guía es tan disciplinado como el beneficiario lo quiere.
Después de un recorrido por sus instalaciones, y de tener la oportunidad de conocer a la mayoría de los trabajadores, me quedó claro el compromiso personal de cada uno de ellos para con la institución al esforzarse por lograr un bienestar en la vida de las personas con discapacidad visual. La institución, pude apreciar, es una bien comprometida socialmente que ha trabajado por salir adelante ella misma acompañado de sus beneficiarios. Además, me gustaría mencionar el orgullo que la institución siente al ser la primera escuela para perros guía para ciegos en Latinoamérica.
Me gustaría concluir extendiendo la invitación a las personas o empresas a contribuir con donaciones económicas o en especie con la institución. Sin el apoyo de todos nosotros no podríamos dar la oportunidad a las personas con discapacidad visual de mejorar su calidad de vida. Los invito a acceder al sitio de internet de la institución http://www.perrosguia.org.mx/y a contribuir con la gran causa que persigue.

Nota por Pedro López del Campo

Para donar: http://donadora.mx/projects/futuros-perros-guia
Visita sus redes sociales:
https://www.facebook.com/perrosguiaiap
https://twitter.com/perrosguia
https://www.facebook.com/AriethaPerraGuia
Dirección de la escuela: Avenida Canal Nacional #1075, Col. Villa Quietud, Coyoacán, Ciudad de México, CP 04960.
Teléfonos: 5673 1587 / 5673 6464

Consuelo sí tendrás 2>

Anunciación.- Dicen que más de dos millones de personas han sido impactadas en seis estados de la República Mexicana, pero, consuelo si tendrás, te lo aseguro. Sabrás hoy y mañana, que muchas personas desconocidas para ti, también en ti piensan. Lo sabrás cuando de manera progresiva comiences a sentir un calor particular dentro del pecho, cada vez que le entreguen a un hijo tuyo una lata de frijoles La Sierra, o una botella de agua purificada Santa María, un kilo de arroz Covadonga o un bulto de Café Legal. Lo sabrás en la noche cuando puedas calentar los huesos de tu esposa con ese cobertor que te entregaron los voluntarios, cuando lleguen las enfermeras con las agujas de la salvación.
Recordarás que así somos, y por ello, amas la tierra que te vio nacer. Desempolvarás tus conceptos que habías enterrado con los abusos, los excesos de todos aquellos que te han prometido a ti, y a mí, que nunca más estaría un mexicano en tus circunstancias. Recordarás que este País lo hemos entregado, inconscientes, en comodato a unos cuantos desde hace mucho, quienes abusando de ello, lo convirtieron, a veces en leonero, otras, en un cabaret, con prostíbulo integrado, solo resta voltear a Morelos, o Oaxaca… Sin embargo, siempre están ellos, los desconocidos que ante la desgracia sacrifican una de las dos latas que tienen para comer y te la envían, como lo han enviado por años en tragedias como San Juanico, el terremoto de ochenta y cinco, las inundaciones en Chiapas, Veracruz, Guerrero; el devastador paso de Gilberto, y ahora en estos terremotos de Satán.
Hoy recibes esa ayuda anónima que trasladó hasta tu comunidad gente desprendida de su tiempo, de sus pertenencias. Recibes una ayuda que probablemente tú diste también, hace algunos años, de manera anónima y generosa. Y se organizan en la Ciudad de México, y en Monterrey, en Guadalajara, en Tel Aviv, Los Ángeles, Tokio y Bogotá. Centros de acopio aquí y allá. Donativos hormiga que conforman grandes cargamentos. Cesión de productos de las empresas que tus líderes –esos que te cobran una cuota para representarte- condenan de explotadoras y excluyentes. Movilización de todos, clase media, alta, baja…, de cualquiera por igual.
Y seguro sonreirás resignado, con un cafecito de hoya en las manos para calentarte, con sardinas importadas que en otras circunstancias no comprarías, con un trozo de pan Bimbo nutriendo tus entrañas. Sonreirás porque leerás en las páginas de éste periódico, la maldita indolencia de quienes ignorándote una vez más, tratan de poner al País de rodillas ante su voracidad, su estructura bien organizada, su rentable negocio nacional, sus oscuros intereses individuales. Los que muestran sus dientes falsos al declarar y asumir que te resolverán tu desgracia desde el púlpito laico que ostenta el Escudo Nacional también sustraído de tu patrimonio. Y reirás, tal vez a carcajadas, porque tu desgracia de haber perdido todo –una casa de material provisional, y un exiguo patrimonio o un apartamento hípster, o el tendejón que te alimentaba- te dará el sentido del humor necesario ante la paradoja que surge entre tu absoluta desolación, y el cinismo de quienes están dispuestos a hundirte aún más para salvar un patrimonio político bien asegurado a costa de tu desgracia; un patrimonio que a pesar de sus vulgares excesos y sus soeces placeres, no se gastarán ni siquiera, los hijos de sus hijos. Pero sonreirás resignado, porque sabes que ellos, los de a pie como tú, te llevan en su sangre.
Por eso, entre otras causas, estás allí, jodido; sin casa, sin ropa y con una prole que alimentar. El combustible necesario para la logística del restablecimiento de la energía eléctrica, el abasto de gas, los trabajos de reconstrucción, tendrá que destinarse para áreas más estratégicas, verás, a fin de cuentas tú, como siempre, puedes esperar, ya estás acostumbrado a vivir así, en la ignominia, la incertidumbre, la marginación. El colegio de tus hijos, no colega, no es prioritario -como si la educación no fuera la urgencia nacional-.
Y vendrán ellos otra vez, con esa sonrisa tan suya, con ese perfume tan penetrante, a pedirte que votes por ellos en el 2018 –PRI, PAN, PRD, Morena, Verde, y los demás- a prometerte una vez más bienestar para tu familia, a jurar por lo más sagrado que tienen, que nunca más te tomará tan desprotegido un desastre natural. Lo dirán con esa misma seguridad y espontaneidad con la que lo han dicho por años. Te guiñarán el ojo y se irán abordando el convoy de camionetas último modelo, blindadas, en las que llevan tres o cuatro cambios de ropa para el día, para lucir siempre como anuncio de ropa italiana.
Sonreirás resignado porque ya no puedes perder más. Porque un día de estos te dirán adiós, muy buenas, y el albergue se acabará para ti y tu familia, y saldrás a la calle a intentar reponer algo de lo perdido, tendrás que asumir la obligación de estar allí, en la miseria como siempre, y volver a esperar otro sádico embate de la madre naturaleza, para que se vuelva a llevar a la perica la casa de material provisional que construirás en los próximos años, o el apartamento en un edificio viejo mientras ves como ellos hacen discursos de igualdad y progreso, alardean que reconstruirán en semanas, muy cómodos desde sus casas de concreto y gastos estratosféricos, todo cubierto por esa gran riqueza que tu País es capaz de generar. Consuelo sí tendrás, te lo aseguro.

Twitter: @avillalva_

Facebook: Alfonso Villalva P.

La importancia de un abrazo 2>

Anunciación.- Ese día la muchacha amaneció con ganas de hacer algo para mejorar el mundo. Sabía que sólo contaba con ella misma, y sus enormes ganas de provocar un cambio. No tenía dinero, pero si una gran sonrisa, no contaba con herramientas tecnológicas que pudieran llegar a miles, pero si tenía dos brazos que podían hacer mucho. Así que decidió salir a la calle y abrazar a todo el mundo. 
Las sorpresas que se llevaría ella y mucha gente más.Hubo quién al escuchar el ofrecimiento de un abrazo, se asustó, dudó de lo que esa joven proponía, y decidió no recibirlo. Esos eran los escépticos, que confiaban tan poco en las cosas buenas de la vida que no las tomaban, aunque se las regalaran.
Se topó también personas que quisieron aprovecharse de la situación, y mientras la mujer los abrazaba, intentaban meter mano por otras partes de su cuerpo, o pegarse demasiado a ella, incluso quién intentó besarla. Esos eran los que confundían el cariño puro con el sexo y miraban únicamente la capa externa de las cosas. Pobres de ellos, sus impulsos no les permitían gozar de las cosas bellas. Ellos eran los depravados.
También hubo quién intentó negociar con ella, como si la vida se tratara de comerciar con todo, incluso con aquello que es gratis. Así, le ofrecían cosas a cambio de más abrazos e incluso, le propusieron negociar con los abrazos. Ella los daría, ellos cobrarían y las ganancias serían repartidas entre los dos. Ellos eran los pragmáticos, tan objetivos para todo que desconocen lo que es soñar.
Uno que otro se dejó abrazar, pero sin la intención de recibir un abrazo, sino más bien para permitir que aquella muchacha loca los dejara de molestar, no fuera a ser que los siguiera o al rato les pidiera algo más. Ellos, eran los superfluos, con tanta prisa al ir por la vida que no se detienen a recibir lo que ella les ofrece.
También se encontró la joven con quién pedía antes una explicación. “No me va a hacer más rico, ni más joven, ni me va a regresar a mi perro perdido ni me va a dar la felicidad que he estado buscando, entonces, ¿qué sentido tiene un abrazo suyo señorita?” Ella, que no creía en el poder de las palabras sino en el de los actos, se limitaba a sonreír y abrir sus brazos. Pero ellos, los deprimidos, no aceptaban el abrazo, no se aventuraban a ser felices por un breve instante, si no aseguraban la felicidad eterna, rechazaban este pequeño gesto que por lo menos rascaba un poco la idea de la felicidad.
Hubieron psicópatas que creyeron que el abrazo les robaría el alma, obsesivos compulsivos que no se dejaron abrazar por miedo a ser contagiados de alguna enfermedad, religiosos ortodoxos que dijeron sólo dejarse abrazar por gente de su misma religión, políticos que sólo querían recibir un abrazo si votabas por ellos, pordioseros que sólo querían un abrazo de noche para mantenerse calientitos, racistas que sólo te abrazaban si demostrabas no tener familiares negros, homosexuales o judíos, suicidas que creían que un abrazo los sacaría de este mundo, y muchos muchos niños que querían ser abrazados pero sus padres, temerosos de algún abuso o maltrato, no se los permitieron.

Que difícil es dar un abrazo a la gente, pensó la joven, tan rico que es, tan bello que se siente y tan poderoso que puede llegar a ser. Si la gente se dejara abrazar más seguido, si pudiéramos transmitir con un simple abrazo la inmensidad que llevamos dentro, si lo pudiéramos usar para comunicar el amor fraternal que sentimos por la humanidad, si la gente lo aceptara sin más, seguramente que éste sería un mejor mundo.
La joven entonces se dio un fuerte apapacho a ella misma y se sintió, aunque fuera sólo por un instante, feliz. Tendría que ver cómo hacerle en un futuro para abrazar al mundo entero, pues éste lo necesitaba más que nunca.