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Depresión afecta a más de 300 millones de personas: OMS 2>

Anunciación.- Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas.
La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio.  

La OMS informó mediante su sitio oficial de internet que cada año se suicidan cerca de 800 mil personas, siendo el suicidio la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, traumatismos psicológicos) tienen más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, la depresión puede generar más estrés y disfunción, y empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión.

Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. La carga mundial de depresión y de otros trastornos mentales está en aumento. En una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud adoptada en mayo de 2013 se abogó por una respuesta integral y coordinada de los países al problema de los trastornos mentales.

Para la OMS la depresión es una de las afecciones prioritarias en el Programa de acción para superar la brecha en salud mental (mhGAP), cuyo objetivo consiste en ayudar a los países a ampliar los servicios para personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias mediante la prestación de la asistencia por profesionales sanitarios que no son especialistas en salud mental.

El Programa parte del principio de que con una atención adecuada, ayuda psicosocial y medicación, decenas de millones de personas con trastornos mentales, entre ellos la depresión, podrían tener una vida normal, incluso en entornos con escasos recursos.

Cardi tiene alma y son los enfermos y sus familias 2>

Anunciación.- El derecho a oír y ser oído, a la compañía y asistencia; la importancia de estas necesidades pasan inadvertidas en nuestra vida diaria por la mayoría de las personas. Somos una sociedad compleja, nos gusta ser escuchados, pero no sabemos escuchar, mientras recibimos atenciones, no brindamos atención, y en general nos gusta recibir asistencia y de preferencia inmediata en nuestro día a día; pero, ¿Qué pasa con las personas que no reciben ningún tipo de ayuda? ¿Qué no tienen compañía, ni recursos económicos? ¿Qué tienen estas y muchas otras necesidades que ni siquiera nos hemos puesto a pensar? ¿Qué pasa con los foráneos a la ciudad que hablan otra lengua, que no tienen a dónde ir, que no tienen dónde pasar la noche, no tienen que comer, no tienen dónde atenderse ellos mismos, que incluso enferman pero que sí tienen muchas ganas, fuerzas y esperanzas de recibir buenas noticias de parte de algún médico que les entregue a su familiar sano para que continúen su vida y puedan regresar a casa?   
CARDI (Centro de Acompañamiento y Recuperación de Desarrollo Integral) AC es una asociación sin fines de lucro que nació en el corazón de la Colonia Doctores en marzo de 2006, para ayudar a los familiares de los pacientes que acuden al Hospital General de México, Hospital Infantil “Federico Gómez” y Centro Médico Nacional Siglo XXI, brindándoles atención espiritual, apoyo material, psicológico y formativo con el apoyo de psicólogos, terapeutas, religiosos, voluntarios y donativos en especie y económicos con la intención de cubrir estas y otras necesidades.
Diariamente las personas capacitadas de CARDI acompañan y asisten a personas enfermas, de escasos recursos, y en calidad vulnerable a que recuperen su desarrollo integral a través de diferentes servicios que les brindan: apoyo alimenticio y ropa, un lugar para su aseo personal y lavado de ropa, una sala de descanso, consultorios, capilla, acompañamiento y atención psicológica, área de recreación infantil y además proporcionan medicamentos a través del dispensario y ayuda en la adquisición de aparatos médicos.
Por las mañanas reparten pan y café en la entrada de urgencias del Hospital General y en el Solario del Hospital Infantil a través de su programa “unidos por un pan”.
Los servicios que brinda al público en general CARDI son cursos y talleres de desarrollo humano a un costo muy accesible, diplomados en tanatología, voluntariado y logoterapia que consta en fomentar la motivación y la  búsqueda del sentido humano.

¿Tú ya encontraste tu sentido? ¿Ahora valoras los recursos de los que eres privilegiado? ¿Te habías puesto a pensar en estas personas que necesitan tu ayuda? ¿Qué puedes donar? Tu granito de arena puede ser a través de medicamentos y equipo médico (no caducados), alimentos no perecederos, artículos de aseo personal y de limpieza o donativos económicos.
Si te consideras una persona dispuesta, servicial, comprometida y responsable también puedes formar parte del voluntariado capacitado. Recuerda que CARDI es una asociación sin fines de lucro que se sustenta del trabajo social y donaciones.

Si te interesa ayudar o formar parte de  CARDI (Centro de Acompañamiento y Recuperación de Desarrollo Integral, A.C), para mayor información puedes acceder a su cuenta de Facebook: Cardi Agustinos Recoletos, @centrocardi, www.cardi.org.mxcentrocardi@yahoo.com.mx o asistir directamente a Dr. Lucio No. 244. Colonia Doctores, CDMX.  

Por Alison Milián González, Comunicación Social.

El Pobrecillo de Asis ofrece un hogar digno a niños en situación de calle 2>

Anunciación.- La Casa Hogar El Pobrecillo de Asís IAP se fundó en 1982 con el objetivo de brindar un hogar a niños en situación vulnerable y en riesgo social por causa de orfandad. La labor de la casa-hogar y sus colaboradores se extiende a otros renglones de atención integral abarcando instrucción académica, apoyo psicológico, médico, recreativo, cultural y deportivo, como herramientas útiles para un adecuado desarrollo físico e intelectual de los chicos que atiende, mejorando con ello su calidad de vida. 

Jorge Luis Pérez Lerma, presidente del patronato de “El Pobrecillo de Asís” señaló que en la organización, los niños reciben, alimentación, techo, vestido, educación, ayuda psicológica, así como actividades culturales y recreativas, pero sobre todo amor.

Pérez Lerma refirió que “El Pobrecillo de Asís” les enseña a sus beneficiarios el compromiso y la responsabilidad de ser hombres de bien para que el día de mañana no repitan patrones de conducta que aprendieron el la calle o en sus familias desintegradas.

Casa Hogar “El Pobrecillo de Asís” IAP. Álamo 58, colonia La Perla, Nezahualcóyotl, Estado de México. Número telefónico: 5742 4248.

Ex convento del Virreinato se convierte en Casa Hogar para Adultos Mayores 2>

Anunciación.- En la calle de Regina número 7 del Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra la Fundación para Ancianos Concepción Béistegui IAP que brinda atención y apoyo a adultos mayores con y sin discapacidad. 

De acuerdo con el médico Agustín Soto Nachón, director de la casa hogar, el predio en el que se ubica hasta el siglo XVI fue un convento de religiosas Concepcionistas, así como un cuartel y ministerio de defensa en 1870.

En épocas del ex presidente Porfirio Díaz Mori en el año de 1890 adaptó las instalaciones como hospital y llegó a ser uno de los más prestigiados de México.

Soto Nachón recuerda que cuando tomó a cargo el inmueble estaba hecho una ruina y que gracias al arquitecto Raúl Nieto, el edificio se le dio tratamiento, se reestructuro.

Cuando Soto Nachón asumió la titularidad del asilo, en 1987, se estableció como Casa Hogar para ancianos que preferentemente no pueden valerse por ellos mismos.

“El inmueble en donde realizamos nuestras actividades es catalogado como monumento histórico de primer nivel por las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia”.

Desde 1928, son una Institución de Asistencia Privada, dedicada al cuidado y atención de personas adultas mayores que no pueden valerse por sí mismas tanto física, como emocional y económicamente, finalizó Agustín Soto Nachón.

Fundación para Ancianos Concepción Béistegui IAP. Número telefónico: 5709-3124. 

Solidaridad momentánea 2>

Anunciación.- Después de las grandes muestras de apoyo humanitario por los recientes cataclismos, la solidaridad tenderá a disminuir. ¿Qué necesitamos para que la solidaridad sea, de modo constante, parte de nuestra vida diaria? 

1. Una necesidad actual.  Las sismos y huracanes de México y el Caribe nos han mostrado el rostro de la solidaridad, pues observamos a millares de personas dando su tiempo y compartiendo sus bienes, para rescatar y ayudar a las víctimas. Sin embargo, esos momentos especiales no hacen que desaparezca la realidad de la crisis social contemporánea, llena de dificultades económicas, financieras y laborales.
Además, la política, la democracia y la participación ciudadana no viven su mejor momento, y tampoco han sido capaces de solucionar la migración forzada, el tráfico de personas, las hambrunas y las guerras. Por eso, la solidaridad realmente está lejos de ser un elemento central de nuestra civilización.

2. Un aniversario importante.  En este año se cumplieron 50 años de la encíclica “Populorum Progressio” (1967) de Pablo VI, quien se adelantaba a su tiempo pues proponía un modelo de ética social para un mundo que estaba a punto de convertirse –en palabras de Marshall McLuhan– en una “aldea global”. Ese documento proponía una renovada formulación del principio de interdependencia planetaria y del destino común de todos los pueblos de la Tierra.
Para continuar el impulso de esta encíclica profética, la Congregación para la Educación Católica acaba de publicar un documento titulado “Educar en el humanismo solidario” (22 sept. 2017), que ofrece un programa “al servicio de un nuevo humanismo, donde la persona social se encuentra dispuesta a dialogar y a trabajar para la realización del bien común” (n. 7).

3. ¿Por qué hay que educar hoy en la solidaridad?  Como señala el documento, resulta paradójico que el hombre contemporáneo “haya alcanzado metas importantes” en el conocimiento de la naturaleza, la ciencia y la técnica, pero, a la vez, carezca de una “programación para una convivencia pública adecuada, que haga posible una existencia aceptable y digna para cada uno y para todos” (cfr. n. 6).
Y, si añadimos el amplio panorama de injusticias sociales, vemos que es necesario un modelo educativo que no sólo desarrolle habilidades intelectuales y físicas, sino que permita que el “humanismo solidario” se arraigue en el modo de ver la vida y de actuar de toda una sociedad, que hoy está marcada por el individualismo.

4. ¿En qué consiste el humanismo solidario?  En la presentación del documento,  Mons. Angelo Vincenzo Zani, secretario de esa Congregación vaticana expuso los resultados que buscan obtener. El primero es la “inclusión”, que permita a cada ciudadano –y no sólo a algunos­– se sienta partícipe activo en la construcción de la nueva cultura solidaria.
El segundo es conseguir una “ética inter-generacional”, es decir que la generación actual comprenda que “construir el bien común, que no sólo involucra a los contemporáneos”, sino también a los ciudadanos de las futuras generaciones. Y el tercero consiste en proponer a las universidades que añadan a su función de enseñanza e investigación, la dimensión de la apertura a la sociedad y a sus problemáticas.

Epílogo. Es maravilloso que prácticamente todos seamos solidarios en los momentos de catástrofes naturales, pero también deberíamos serlo ante las imperceptibles crisis sociales, económicas y morales.
Necesitamos pasar de la “solidaridad de emergencia” a la “cultura de la solidaridad”. Pero este cambio sólo vendrá si hay un cambio de modelo educativo basado en el “humanismo solidario”, que forje una nueva mentalidad, ya que “las formas de pensar influyen en las formas de actuar” (Francisco).

@FeyRazon    lfvaldes@gmail.com
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