Anunciación.- 1. Cuidar que los contenidos sean siempre son positivos, constructivos. Es preferible evitar que contengan amargas condenas. Esmerarse en el lenguaje para que resulte cordial y conciliador. Como dice el dicho: “Más puede lograr una gota de miel, que un barril de hiel”.
2. Para que rinda los frutos deseados, el lenguaje que hay que emplear hacia los medios de comunicación debe ser amable, respetuoso y de apertura al diálogo. No excluir ni etiquetar a nadie. No es correcto el dejarse llevar por la indignación momentánea y redactar un mensaje negativo, cargado de violencia verbal porque resulta contraproducente. Lo contrario, crea puentes de comunicación con el periodista; se genera amistad.
3. Es importante que el escrito que se envíe al comunicador o al medio resulte muy claro. Para ello hay que utilizar un lenguaje sencillo y asequible. Evitar largos y enredados discursos. La brevedad se agradece. Una anécdota o un ejemplo acertado pueden ilustrar mejor el mensaje.
4. Cuando se reacciona y se actúa con seriedad y responsabilidad, lo lógico es que el escrito tenga mayor credibilidad. Éste es un aspecto fundamental para saberse comunicar con sentido profesional.
5. Conviene recordar que, al firmar un texto, no se deben emplear seudónimos, y menos, omitir el nombre del lector que participa en los medios. Es necesario, además, añadir los otros datos que se suelen pedir para darle verosimilitud al documento.
6. Y con respecto al periodista, se ha de incluir su nombre completo, con el cargo en ese medio concreto (si lo tiene). Es un detalle que ellos lo agradecen. Si nos dirigimos a él de forma apropiada, lo lógico será que se genere una corriente de simpatía.
7. Es necesario tener presentes la cortesía, la serenidad y el saber ponderar con ecuanimidad. Nunca dar la impresión de que se es radical o fundamentalista por los contenidos exaltados o excesivamente apasionados. Al analizar un texto en los medios, en primer lugar, hay que reconocer lo que de positivo tienen esa nota informativa o aquel reportaje. Y después, si hace falta, pasar a aclarar algún punto en concreto. Algunas veces, será oportuno adjuntar un artículo orientador elaborado por algún experto para ilustrar al comunicador y que pueda recibir otro punto de vista.
8. Hace mucha falta felicitar a los comunicadores cuando realizan honradez su trabajo. Como en cualquier otra actividad humana, ellos agradecen que se valore su quehacer profesional.
9. Tomar en cuenta que los argumentos deben de ser de razón y sentido común. Todavía es mejor si van fundamentados con citas, datos y estadísticas para sustentar con solidez lo que se afirma. Lo contrario sería caer en vagas impresiones o sentimientos efímeros.
10. No hay que olvidar que las tendencias ideológicas sociales tienen una vida compleja: nacen, crecen, se desarrollan, cambian y, con frecuencia, mueren. Por ello, se debe tener paciencia para insistir, con diversos enfoques y la necesaria creatividad, en aquellos puntos de vista que se quieren transmitir.
Anunciación.- De acuerdo con la organización Angelitos de Cristal IAP, en México existen cinco mil personas con Osteogénesis Imperfecta.
En Hidalgo organizaran Festival de la Danza incluyente para sensibilizar a la población en materia de discapacidad a través de El Corazón de Lumardi AC.
Advierten a la juventud desde Michoacán que en Asilo de Ancianos San Vicente AC se encuentra la fuente de la sabiduría.
Anunciación.- En el itinerario hacia la abolición global de la pena de muerte, el Papa Francisco ha dado un paso muy grande: ha sugerido que se modifiquen las ambigüedades del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena capital.
1. Una pesada herencia doctrinal. Aunque los últimos Pontífices han pedido constantemente a las naciones que sea abolida la pena de muerte, es un hecho histórico que durante siglos algunos papas han justificado la ejecución capital.
Esta doctrina pontificia se basaba en un principio moral: que el derecho a la “legítima defensa” permitiría eliminar a un “injusto agresor”. Y con el paso de los siglos está postura se incorporó como parte de la Doctrina oficial de la Iglesia, e incluso fue incluida en la primera edición del Catecismo de la Iglesia Católica (1992).
2. La lucha abolicionista de Juan Pablo II. El Papa polaco publicó la encíclica “Evangelium Vitae” en 1995, y dio un giro en este tema, al afirmar que los casos en los que se necesitara suprimir al agresor “son ya muy raros, si no es que prácticamente inexistentes” (n. 56).
Esto llevó una nueva formulación en la segunda versión del Catecismo, en 1998. Y, en la Exhortación “Ecclesia in América” (1999), Juan Pablo II escribió que una sociedad que emplea la pena de muerte “lleva la impronta de la cultura de la muerte y se opone al mensaje evangélico” (n. 63). (Cfr. La Croix, 4 ene. 2007)
3. Los argumentos de Francisco. El Papa argentino ha manifestado el rechazo total a la pena de muerte por ser una “ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa”.
En 2015, ante un grupo de juristas, el Pontífice refutó que las doctrinas del “injusto agresor” y la “legítima defensa” se pudieran aplicar a los presos. Afirmó que los presupuestos de la legítima defensa personal no son aplicables al medio social, sin riesgo de tergiversación, porque “cuando se aplica la pena de muerte, se mata a personas no por agresiones actuales, sino por daños cometidos en el pasado”.
Y añadió que tales casos, la pena capital “se aplica, además, a personas cuya capacidad de dañar no es actual, sino que ya ha sido neutralizada, y que se encuentran privadas de su libertad”. Por eso, dijo, “hoy en día la pena de muerte es inadmisible, por cuanto grave haya sido el delito del condenado”. (Discurso, 20 mar. 2015)
4. Una posible modificación al Catecismo. En un reciente encuentro sobre los 25 años del Catecismo, Francisco explicó algunas de sus claves de comprensión, como la necesidad de dar luces a cada época y leerlo siempre desde el amor que nos ha revelado Jesucristo.
El Papa mismo aplicó estos principios a la doctrina sobre la pena de muerte, y señaló que esa enseñanza no debe reducirse al “mero recuerdo de un principio histórico”, sino que tiene que tomar en cuenta “el progreso de la doctrina llevado a cabo por los últimos Pontífices” y la conciencia del pueblo cristiano que rechaza la ejecución capital.
Francisco reconoció que “en el Estado Pontificio se acudió a este medio extremo e inhumano, descuidando el primado de la misericordia sobre la justicia”. Y añadió: “asumimos la responsabilidad por el pasado, y reconocemos que estos medios fueron impuestos por una mentalidad más legalista que cristiana”.
El mensaje del Papa fue claro: dejar atrás aquella pasada visión favorable a la pena de muerte, porque hoy día “a nadie se le puede quitar la vida ni la posibilidad de una redención moral y existencial que redunde en favor de la comunidad”. (Discurso, 11 octubre 2017)
Epílogo. Francisco nos da una gran lección, la de admitir con humildad que, en ocasiones, los condicionamientos sociales de una época de la historia han prevalecido sobre la auténtica doctrina del Evangelio, como el caso de la pena de muerte. Francisco nos impulsa así a recuperar en profundidad el auténtico mensaje evangélico de amar y defender la vida desde su concepción hasta su fin natural.
@FeyRazon lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.
Anunciación.- A esas chamanas y catrinas que iluminan la razón…
Un Canto al Agua y los tambores resonaban incesantemente con ese eco característico de nuestra Plaza de la Constitución de la Ciudad de México. Era la celebración de muertos de apenas hace un año. ¿Una advertencia artística? ¿Una premonición expresada en una mega instalación? ¿Los antiguos dioses toltecas, aztecas, enviando un mensaje cifrado a la post modernidad riñendo a nuestra torpeza de seguir morando en un lecho lacustre destructor y mortal?
Miles de personas rodeaban una escena espectacular de trajineras de cempasúchil con calaveras como de azúcar que, iluminadas en la noche, parecían transitar en formación marcial y clamar por el grandioso pasado lacustre de una Ciudad que hoy lamenta nuevamente sus desatinos, su ignorancia urbanística, su corrupción enquistada por más de quinientos años y su individualismo cegador que privilegió siempre el resultado pragmático instantáneo, la utilidad fácil, por encima de la sustentabilidad, el entorno y el progreso.
Una Ciudad que podría tener remedio si se le mira con los ojos plagados de la magia regalada por nuestra entrañable Betsabée Romero, la creadora de ese espacio mágico que en esos días de noviembre transformaba miles de metros cuadrados de asfalto y concreto, en una ensenada sensible abierta para todo aquél que fuera chilango, por origen, por destino, o por un accidente temporal que lo naturalizaba por un día o dos.
Un Canto al Agua que apelaba como siempre a nuestra sensibilidad artística adormecida por un sistema educativo colapsado y manipulado, por un oscurantismo hegemónico del sistema político nacional, por una complicidad de factores reales de poder que explotan al individuo, de manera más eficaz y lucrativa, en la medida que se aleje aún más de la instrucción, la cultura y el arte.
Las terminales nerviosas con las que un terrícola asimila el arte y enciende su razón, cauterizadas con amenazas de la ira de Dios, con despensas y limosnas, con una encomienda institucionalizada desde un púlpito, un presídium o una tribuna falsamente llamada republicana.
La losa que colapsa sobre nuestras cabezas en la ciudad sísmica, anónima y contaminada, tiene su origen claro y continuado no solo en la necedad de asentarnos sobre el lecho de lagos y ríos, sino también en la obcecación de permanecer allí, de seguir hundiendo la funcionalidad de una metrópoli con poses hipster, progres, que ya desquiciadas por la ignorancia y los lugares comunes, le echan limón y sal a las heridas de la megalópolis que se convierte cada determinado número de años en un sepulcro multitudinario. Nuestros muertos a cuestas, nuestro aguante trivializado y acompañado de un desquiciante olvido que nos regresa al punto donde comenzamos.
Sí, son las licencias mal otorgadas, los funcionarios corruptos, los ineptos planeadores urbanos, los constructores cretinos; pero somos todos aferrados a contribuir a la desgracia con nuestra mezquindad flagrante, empeñados a seguir poniendo tabiques sobre el lago sin mirar más allá de nuestras narices.
Canto al Agua. Testigos, aquél noviembre, de su alma gigantesca, la de Betsabée, desde el taller de sus inspiraciones al Zócalo, a los ojos llorosos de niños y señoras que sonríen al mismo tiempo expuestos al arte, a la posibilidad de acariciar una existencia más electrizante, una dimensión diferente para buscar respuestas en seiscientos años de equivocaciones urbanísticas reiteradas e inexcusables.
Y sí, en ese noviembre hubo mujeres chamanes y catrinas rondando, las vi, las olí, las toqué, y me electrizaron con sus ojos para nunca jamás. Chamanes y catrinas existentes entre tanta trajinera que vienen hoy de regreso a nuestra memoria solo para recordar el poder de una mujer sacudiendo a toda una ciudad; mi amiga Betsabée que a través del arte nos pone contra la pared sin coartadas ni defensas retóricas para confrontarnos con un futuro que ya pasó, con un colapso urbano que ya llegó, con nuevas decisiones que de no asumirlas colectivamente, garantizarán la muerte lenta, dolorosa y pestilente de la Gran Tenochtitlán.
Asómate a Xochimilco, San Gregorio o Tláhuac, piensa en la Roma o la Condesa, la Doctores que aún ostenta las marcas de hace tres décadas. Asómate a tu alma colectiva, el espíritu vernáculo de la raza de bronce que es sublime y entrañable. Asómate y despierta de una maldita vez, poniendo tu destino en tus propias manos, anticipando, evitando, la tragedia de mañana.
Canto al Agua, canto a las mujeres y los hombres, a los niños que salvarán a la Gran Tenochtitlán y, particularmente a sus moradores, de la némesis lacustre que amenaza condenarnos a pervivir levantando tabiques y escombros en busca de un ser querido.
Twitter: @avillalva_
Facebook: Alfonso Villalva P.
Anunciación.- La Fundación Vivir con Salud AC, o mejor conocida como DDFB, en honor a sus actuales directores Diana Díaz y Frédéric Boulay, ganadores del tercer lugar del premio del voluntariado en Puebla, tiene una labor humana muy importante hoy en día.
Gracias a su grupo de trabajo, entre ellos, algunos optometristas, le han devuelto la vista a personas que la perdieron con el paso del tiempo, así como cumplir el sueño de personas con ceguera de volver a mirar por primera vez.
Frédéric Boulay, presidente de Vivir con Salud AC informó que la organización nació hace 7 años, con la finalidad de trabajar sobre temas de salud pública, principalmente dedicados a la atención en el sector de la optometría.
El fundador, señaló que a lo largo de su historia la organización ha beneficiado a más de 45 mil personas, entre ellas adultos mayores de hasta 80 ó 90 años de edad que pueden volver a ver gracias a los lentes que fabrican. Asimismo han llegado a comunidades lejanas a la Ciudad, muchas de ellas no hablan el castellano, por lo que se ha necesitado de traductores que les proporcionen ayuda.
“Muchas personas de esas comunidades nunca en su vida habían visto unos lentes, pero esto no es impedimento para ellos, buscan la mejor manera de ayudarlos y en la mayoría de los casos lo logran”.
Sin embargo en la organización, dijo Frédéric Boulay, no contamos con un patrocinio que los avale, o algún socio que invierta dinero externo, por lo que se han visto en la necesidad de poner dinero de sus bolsillos. “Nuestros beneficiarios pagan una cuota mínima de recuperación de inversión, hay que destacar que dicha cuota es la más barata en el mercado óptico”.
Por otra parte, Diana Díaz, fundadora de Vivir con Salud AC se encarga de encontrar plataformas, comunidades o receptores para poder apoyarlos con sus problemas visuales.
Agregó que la ayuda que esta fundación le brinda a la sociedad tiene una repercusión muy buena dentro de nuestra sociedad, ya que como dice Frédéric, uno de los sentidos más importantes es la vista. El poder devolver la vista a las personas que la perdieron, hasta hace unos años era algo impensable, pero gracias a estas organizaciones la esperanza de regresar la vista es posible, gracias a las innovaciones y al avance tecnológico, su gran labor seguirá por muchos años más con el único objetivo de seguir ayudando a las personas que más lo necesitan.
Diana Díaz indicó que la fundación cuenta con un equipo de 12 personas en oficina, encargados de los temas principales a tratar dentro de la fundación, además, de optometristas especializados dedicados a la elaboración de los lentes y demás. A lo largo de su historia, se han aliado con fundaciones similares para trabajar en conjunto.
La difusión que se realiza de la organización se da a través de instituciones similares, con las que tienen alianzas, por ejemplo, la Secretaria de Desarrollo Social, el Inapam y Tren de la Salud entre otras.
Muchas de estas fundaciones organizan un llamado a la comunidad al informan que asistirán, de esta manera la gente con problemas visuales puede acudir a ellos.
Se espera que en el futuro se cuente con unidades móviles y receptores centrales en donde puedan llegar a las comunidades más necesitadas y aisladas del país donde hay más de 40 personas que necesitan esta ayuda.
Fundación Vivir con Salud AC. Número telefónico: 6388-1818.