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Fisioterapia Comunitaria: Bienestar en zonas alejadas Fundación Médica Tonantzin IAP 2>

Anunciación.- Doña Esperanza era una persona vivaracha y alegre, siempre procurando a su familia y vecinos con el sabroso pan de horno que vende junto con su esposo en la Ranchería de Atesquelites, perteneciente al municipio de Valle de Bravo, en el Estado de México. Hace 3 años, al cumplir los 73, Doña Esperanza resbaló fracturándose la cadera y se dislocó tobillo y rodilla, tras una dolorosa recuperación, su andar ya no es el mismo; ahora le cuesta trabajo caminar, cada paso le causa molestia y dolor y su ánimo ha ido decayendo. Necesita fisioterapia y rehabilitación, pero su comunidad se encuentra alejada de la cabecera municipal, desde su caída ya no trabaja igual en la panadería, escasea el dinero… 

Así como Doña Esperanza, muchas personas viven en comunidades alejadas y requieren del apoyo de cuidados terapéuticos y de rehabilitación física para mejorar su calidad de vida. La salud y el bienestar no sólo se refieren al aspecto físico, sino al entorno emocional y social de las personas, de ahí la importancia de llevar salud a quien la necesite. Al acercar servicios básicos de terapia física y rehabilitación a personas que por la lejanía de los centros de salud o por su incapacidad para moverse, representa la oportunidad de recuperar la salud y reincorporarse a las actividades de la vida daría que repercuten en su bienestar físico y emocional. El papel del fisioterapeuta en la comunidad puede incluir un número amplio de estrategias, desde intervenciones terapéuticas con grupos en la comunidad, hasta prevención y  procesos de educación para la salud.

El problema de acceso a los servicios de salud para miles de familias en situación de pobreza es grave; sin embargo también existen iniciativas privadas que de alguna manera han contribuido a dar solución a este problema, tal es el caso de las Fundaciones que ofrecen el servicio de salud como un modelo de intervención comunitaria.

Con esta visión, Fundación Médica Tonantzin, I.A.P. se constituyó ante la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM) en febrero de 2013 como un centro de rehabilitación que atiende a personas de escasos recursos, especialmente niños, mujeres, ancianos y personas con alguna discapacidad física por nacimiento o accidente.

Al día de hoy Fundación Médica Tonantzin, I.A.P. lleva a cabo consultas de especialidad en rehabilitación física y tratamientos terapéuticos físicos y ocupacionales, tales como ejercicios de termoterapia, ultrasonido, laserterapia, magnetoterapia, mecanoterapia, electroterapia, vibroterapia, hidroterapia, estimulación múltiple temprana, entre otros. Igualmente, la Fundación lleva a cabo intervenciones comunitarias en  localidades que distan de la cabecera municipal o donde se encuentran personas que no pueden trasladarse a recibir su rehabilitación; se atienden también a personas de municipios y localidades vecinas a Valle de Bravo: Santo Tomás de los Plátanos, San Bartolo, Amanalco de Becerra, Donato Guerra, San Francisco Mihualtepec, San José Villa de Allende, El Manzano, Rincón de Estradas, Acatitlán entre otras.

Doña Esperanza ahora ya camina mucho mejor, ha recibido sus terapias de parte de Fundación Médica Tonantzin, I.A.P. y camina con ayuda de una andadera; ha vuelto a visitar a sus familiares y vecinos; junto con su esposo y una sobrina-nieta han reactivado el horno de pan y Doña Esperanza vende dulces roscas y hogazas en la esquina de la Iglesia de Valle de Bravo. Si la ves, ya sabrás su historia y te darás cuenta que una acción realizada a tiempo, puede transformar la vida de una persona. Ah!!, y por favor compra de su delicioso pan!!

La luz de la niñez y la flama de la juventud 2>

Anunciación.- El único medio que existe para combatir la delincuencia es la educación, así es como el Centro de Ayuda al Menor Trabajados de la Central de Abasto (CAMT) IAP  ayudan a luchar contra este mal social entre otros. 

Ubicado en Toltecas, esquina Canal de Churubusco sin número (S/N) a un costado de la Central de Abasto en la delegación Iztapalapa, el CAMT IAP proporciona a los niños y jóvenes, provenientes de otros estados de la República como Oaxaca, Michoacán, Chiapas o Veracruz, un ambiente sano en el que pueden estar sanos y salvos de los riesgos que acosan a los jóvenes, como el alcohol, las drogas o la delincuencia.
En este Centro, los menores que laboran en la Central de Abasto encuentran un refugio, un lugar en el que pueden desarrollar sus habilidades con actividades deportivas, culturales y pedagógicas, ya que se imparten clases que abarcan desde primaria hasta el último año de secundaria, incluso se brinda ayuda a quienes deseen continuar sus estudios en el nivel medio superior o a los jóvenes que quieran capacitarse para continuar trabajando.

El objetivo principal del CAMT IAP es la educación, ya que muchos de quienes ingresan tienen un problema en cuanto a este aspecto se refiere.

En ese sentido, los niños y jóvenes que ingresan al CAMT IAP adquieren una nueva visión de la vida, ya que se les enseña cómo ser un buen ciudadano, a tener un buen comportamiento como ciudadano para crear una sociedad sana en la que pueden seguir reproduciendo estos buenos hábitos.

Asimismo, el CAMT IAP cuenta con las instalaciones adecuadas para que los menores trabajadores puedan practicar su deporte favorito: el fútbol, para que puedan divertirse y distraerse de su jornada laboral, la cual generalmente comienza temprano en la mañana y termina cerca del mediodía.

Además, cuentan con regaderas, baños, cocina y aulas para la impartición de clases en el mismo Centro, para que quienes ingresan en él, tengan un espacio que complementa su formación como ciudadanos integrales y responsables de ellos mismos, así como del entorno en el que se desarrollan.

En la actualidad, el CAMT IAP tiene un cupo de 30 personas, lo cual es un número limitado considerando que en la Central de Abasto laboran miles de niños y jóvenes que tienen un sesgo educativo y que se encuentran en riesgo de caer en las drogas, el alcohol o la delincuencia.

Este problema tiene que ver con varios factores que obligan a los menores a trabajar. En primer lugar, las condiciones en las que viven en sus estados de origen, ya que se ven en la necesidad de ganar un poco de dinero para ayudar a su familia o mantenerla del todo.

Sin embargo, el apoyo a este Centro ha disminuido en gran medida, a causa de la indiferencia de las instituciones y el poco interés de la sociedad; lo cual representa un riesgo para esta Institución de Asistencia Privada, pero que se mantiene en pie, tratando de promover valores e inculcar en los niños y jóvenes que ingresan una cultura que no adquieren en sus trabajos.

Este problema se ha ido acrecentando con el tiempo, ya que el cupo de jóvenes y niños que ingresan podría disminuir aún más si no se encuentra el apoyo necesario para que el Centro pueda seguir impartiendo sus clases con la calidad y responsabilidad que los caracteriza.

Aunado a ello, el CAMT IAP es la mejor opción para aquellos menores trabajadores que se encuentran desprotegidos por las instituciones gubernamentales, ya que además de encontrar educación y esparcimiento, encuentran una familia que los ayuda y los protege.

El trabajo infantil es algo que no debería existir, un caso de gravedad que debería ser solucionado de inmediato, no obstante, lo hay en gran medida. El CAMT: una medida para contrarrestar esta situación y alimentar el espíritu de los menores que se divierten y aprenden dentro de él.

Por: Miguel Moctezuma Alvarado Chimal

Alimentos: de la escasez, a la abundancia y el desperdicio: Banco de Alimentos Cáritas del Estado de México IAP 2>

Anunciación.- Cada año sobran aproximadamente 800 mil toneladas de pan. Si se juntaran esas piezas se podrían construir siete estadios de futbol. Irónicamente, en México, de acuerdo con un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo para las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), hay 53.3 millones de pobres, 11.5 millones en pobreza extrema, lo que significa una mala nutrición. 

La pérdida y el desperdicio de alimentos hacen referencia a su merma en las etapas sucesivas de la cadena de suministro de alimentos destinados al consumo humano. Los alimentos se pierden o desperdician en toda la cadena de suministro, desde la producción inicial hasta el consumo final de los hogares. Esto puede deberse a problemas en la recolección, almacenamiento, embalaje, transporte, infraestructura o a los mecanismos de mercado, o de los precios.

Esto representa un exceso en una época en la que casi mil millones de personas pasan hambre, y representa una pérdida de mano de obra, agua, energía, tierra y otros insumos utilizados en la producción de esos alimentos. Es paradójico que la abundancia lleve al desperdicio, y de ahí a la escasez y a la desnutrición.

El territorio mexiquense no queda exento de esta situación: según datos del INEGI de 2010, el 5.8  por ciento de los casi 16 millones de habitantes se encuentran en situación de pobreza extrema. En cinco años la cifra pudo haber aumentado, y es donde surge el valor de un banco de alimentos.

Un banco de alimentos es una Institución de Asistencia Privada, parecida a asilos de ancianos,  orfanatorios, ayuda a la salud, etcétera. En el país existe una red única de Bancos de Alimentos. Y la del Estado de México es el segunda más grande a nivel mundial. Esta institución sin fines de lucro, conocida como Banco de Alimentos Cáritas del Estado de México, I.A.P., rescata mensualmente 500 toneladas de productos, cuyo destino final es combatir el hambre y la desnutrición. Esta institución fue creada el 13 de agosto de 1997 ante la Junta de Asistencia Privada del Estado de México, organismo sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social de la administración estatal.

Cada producto es acopiado, seleccionado y revisado para supervisar sus condiciones y comprobar que pueda ser consumido y, finalmente, es entregado a familias que habitan en comunidades vulnerables, o bien, a instituciones de asistencia social que lo necesiten para trabajar con el mismo objetivo.

La iniciativa de crear un Banco de Alimentos fue de Don Eduardo Monroy, dueño de una empresa de sopas, harina y galletas, quien comenzó la labor altruista como complemento de sus actividades al lado de otros reconocidos empresarios mexiquenses. A veinte años de su creación, el objetivo se ha mantenido: subsanar el hambre en la entidad, obtener, administrar y otorgar paquetes alimentarios a personas y familias en situación de pobreza o pobreza extrema, lejos de fines proselitistas, políticos o religiosos.

Además, así como el Banco de Alimentos ha crecido en infraestructura, el esfuerzo de los empresarios también se ha organizado para el mejor cumplimiento de los objetivos. La institución tiene un patronado formado por 11 empresarios mexiquenses, quienes mes a mes supervisan los resultados.

Actualmente se entregan cerca de 450 mil toneladas de alimentos a 144 mil 264 personas, lo que se traduce en 30 mil familias, habitantes de 464 comunidades en 51 municipios. Esta cobertura se logra en conjunto con 22 instituciones y asociaciones de la entidad, de forma mensual, y permite auxiliar a 56 mil 516 niños, 27 mil 251 jóvenes, 53 mil 341 adultos y 7 mil 156 ancianos.

Algunas de las comunidades atendidas son San José del Rincón, San Felipe del Progreso, Zinacantepec, Almoloya de Juárez, Temoaya, Villa Victoria, Tejupilco, Ixtapan de la Sal, Coatepec Harinas, Calimaya, Jiquipilco, Metepec, Toluca, Lerma y San Mateo Atenco.

Un banco de alimentos no significa sólo repartir comida, representa un esfuerzo conjunto entre empresas e iniciativa privada para solucionar una mejor distribución de alimentos ara que llegue a quienes en verdad lo necesitan, no es sólo dar de comer, sino nutrir la esperanza.

El hambre no es una enfermedad incurable: Papa Francisco 2>

Anunciación.- El Papa Francisco afirmó que “el hambre no es una enfermedad incurable” y convocó a superar los conflictos y los cambios climáticos para alcanzar la “seguridad alimentaria”, al visitar la sede en Roma de la oficina de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO).  

“Está claro que las guerras y los cambios climáticos ocasionan el hambre, evitemos pues el presentarla como una enfermedad incurable”, advirtió el pontífice argentino al hablar ante el plenario de la FAO, en ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación.

El Pontífice señaló que es necesaria “una mayor responsabilidad a todos los niveles, no sólo para garantizar la producción necesaria o la equitativa distribución de los frutos de la tierra, sino sobre todo para garantizar el derecho de todo ser humano a alimentarse según sus propias necesidades”.

Ante tal objetivo, consideró que “está en juego la credibilidad de todo el sistema internacional”, por lo que pidió impulsar nuevas acciones y financiar programas que “combatan el hambre y la miseria estructural con más eficacia y esperanzas de éxito”.

El Papa Francisco sostuvo que “también las muertes a causa del hambre o el abandono de la propia tierra son una noticia habitual, con el peligro de provocar indiferencia.
Llamó a introducir en el lenguaje de la cooperación internacional conceptos como el amor, la gratuidad, la igualdad de trato, la solidaridad, la fraternidad y la misericordia.

También instó a “alejar la tentación de actuar en favor de grupos reducidos de la población” y de utilizar las ayudas “favoreciendo la corrupción o la ausencia de legalidad”.
“Si el objetivo es el de favorecer una agricultura diversificada y productiva, que tenga en cuenta las exigencias efectivas de un país, entonces no es lícito sustraer las tierras cultivables a la población, dejando que el acaparamiento de tierras siga realizando sus intereses”, apuntó.

Francisco destacó que el hambre y las migraciones sólo se pueden afrontar yendo a la raíz del problema, entre ellos los conflictos y el cambio climático, que no son una “enfermedad incurable”.
Y se preguntó: “¿De qué vale denunciar que a causa de los conflictos millones de personas sean víctimas del hambre y de la desnutrición, si no se actúa eficazmente en aras de la paz y el desarme?”

Daunis IAP: Capacita a jóvenes para incorporarlos a la vida labora 2>

Anunciación.- Conocido por sus ya famosos tamales, Daunis IAP es en realidad un centro de capacitación laboral para personas con discapacidad intelectual, cuyo objetivo es integrarlos en un trabajo digno y en igualdad de condiciones. Además de brindarles la oportunidad de llevar una vida como la de cualquier otro y demostrar toda la capacidad que ellos poseen. 
Ubicado en la calle de San Luis Potosí 101-A en la Ciudad de México y con 25 años de experiencia, Daunis IAP ya no es sólo el negocio familiar de tamales que buscaba generar trabajo para Diego, un chico con síndrome de down al que sus padres sacaron de una depresión; por lo que crearon un lugar donde él pudiera trabajar en compañía de otros jóvenes con este síndrome.  Además de contar con talleres, en los cuales los jóvenes y adultos serán colocados según sus habilidades y aprenderán a resolver sus problemas para alcanzar su independencia.
De acuerdo con Rosalba Urquiza, directora de Daunis IAP; el modelo laboral que manejan interviene en el desarrollo de estrategias y habilidades para la vida. Para iniciar la capacitación lo primero que se hace es agendar una cita con el padre o tutor y el beneficiario, posteriormente al interesado se le clasifica de acuerdo al perfil que tiene, se autoriza el estudio socioeconómico, se da una cuota mensual y finalmente durante una semana los ponen a prueba para ver que tan bien se pueden acoplar a las actividades que van a empezar a realizar.
Al paso de dos años de capacitación obligatoria, Daunis IAP les busca trabajo en empresas socialmente responsables que estén interesados en la inclusión y que cumplan con requisitos y con las prestaciones de ley.
Rosalba Urquiza, señaló que la aportación social de Daunis IAP es la inclusión al trabajo a personas con síndrome de Down, desarrollando en ellos la autosuficiencia para una vida plena. Generando conciencia social sobre las aptitudes y la lucha de las personas con discapacidad intelectual, fomentando una nueva cultura de respeto, dignidad e igualdad de oportunidades.
“Aún cuando los jóvenes adultos ya están laborando se le da seguimiento a sus puestos y asesorías tanto a él como a la familia y empresa”.
Para todos aquellos que estén interesados en ayudar también se cuenta con donaciones ya sea recurrente, como donativo único o en especie y se puede hacer voluntariado o bien, servicio social, concluyo la directora.

Daunis Gente Excepcional IAP
0155 5574-1122

Por Brenda Torres.