El Presidente Francés Emmanuel Macron y los parlamentarios del país galo han aprobado desde el pasado lunes 4 de marzo de 2024 que “El Derecho que el Aborto sea incluido en su Constitución”. Francia se ha convertido en el primer país del mundo que incluye ese “supuesto derecho”.
¿Qué ha dicho el Papa Francisco? El Santo Padre en unión con la Conferencia Episcopal Francesa declararon que “No puede existir el ‘derecho’ a quitar la vida humana”. Y solicitaron que las leyes miren, “ante todo, a la protección de los más débiles y vulnerables’.
Declararon además que: “Es un error considerar esa determinación del país francés como un mero ‘derecho que las mujeres tienen’. Todo ciudadano -del país que sea- enfatizaron debe de tener muy claro que se debe de proteger la vida humana.”
El 15 de septiembre de 2021, el Romano Pontífice de modo contundente afirmó: “El aborto es un homicidio y quien lo practica ‘mata’ “. Y el aborto terapéutico “es como contratar a un sicario” para que mate a un inocente bebé.
Por asociación de ideas, recuerdo aquella magistral Encíclica de San Juan Pablo II, titulada: “El Evangelio de la Vida”, publicada el 25 de marzo de 1995. En ella expone con claridad el valor y el carácter inviolable de la vida humana.
La vida es sagrada-escribe. Sólo Dios da la vida y nadie puede atribuirse el derecho a matar de modo directo a un ser humano. Porque Dios se ha proclamado Señor absoluto de la vida del hombre, creado a su Imagen y Semejanza.
San Juan Pablo II, fiel al Magisterio de la Iglesia, siempre se opuso al aborto, a los anticonceptivos, a los métodos de reproducción asistida, a la experimentación con embriones y a la eutanasia.
Hace años, cuando publiqué un artículo en defensa de la Vida Humana, a través de un prestigioso portal, para mi sorpresa recibí una carta electrónica de un agricultor de Chile, quien por su redacción observé que tenía muy poca formación escolar, pero la idea medular la expuso con claridad: “Pretenden destruir lo más Sagrado: esas criaturitas inocentes e indefensas que provienen del seno de sus madres. ¡No comprendo esa conducta tan malvada!
El Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, poeta del folk-rock, en su poema-canción “Señores de la Guerra”, externa:
“Ustedes han sembrado el peor de los miedos
que jamás se haya lanzado;
el miedo de traer niños al mundo.
Han amenazado a mi bebé,
cuando todavía no ha nacido
y ni siquiera tiene un nombre.
Y es porque ustedes no valoran
la sangre que corre por sus venas”.
El célebre Doctor francés, el Dr. Jéröme Lejeune (1926-1994), fue un médico pediatra, genetista, escritor realizó importantes descubrimientos como “La Trisomía 21” que causa “El Síndrome de Down” y otras más interesantes aportaciones a la Ciencia Médica, en su especialidad de Genética.
Pienso que este Doctor hubiera sido merecedor del Premio Nobel de Medicina, pero en 1960 el gobierno de Francia pretendía legalizar el aborto, y el Dr. Lejeune se opuso abiertamente, presentando argumentos sólidos en defensa de la vida humana. El Estado Francés tuvo que echar marcha atrás, ante el prestigio internacional que tenía el Dr. Lejeune. A él se le atribuye la conocida frase: “Abortar es matar, aunque el cadáver sea muy pequeño”.
El inolvidable Papa Teólogo, Benedicto XVI, aporta un enfoque original sobre el aborto. Advierte que: “el aborto arruina la vida de las familias porque asesina al niño, destruye a la madre y enceguece la conciencia del padre del bebé, sin resolver los verdaderos problemas de la pareja”.
“Es un eclipse del sentido de la vida -continúa- en el cual se ha atenuado la común percepción de la gravedad moral del aborto y otras formas de atentados contra la vida humana. Y pidió a los médicos una especial fortaleza para afirmar que el aborto no resuelve nada”.