
Es preciso responder a las dificultades con actitudes equilibradas: amor, sabiduría, lealtad, firmeza, justicia, amabilidad, paciencia, constancia, fortaleza, prudencia.
Es preciso responder a las dificultades con actitudes equilibradas: amor, sabiduría, lealtad, firmeza, justicia, amabilidad, paciencia, constancia, fortaleza, prudencia.
Muchas virtudes y valores que observamos hasta nuestros días, han nacido de la doctrina de Jesucristo. Por ello, se dice que vivimos dentro de la civilización cristiana.
Poseen entusiasmo. Los directivos maduros, prefieren hacer las cosas más por el bien que pueden hacer, que por entusiasmo.
En el desarrollo del texto de la Encíclica, el Papa recuerda que en el capítulo primero del Génesis (primer libro de la Biblia), Adán fue colocado en el Jardín del Edén para que lo cultivase y cuidara de él.
Conforme es mayor el rango dentro de la organización, mayor tendrá que ser la calidad y el equilibrio (responsabilidad) en las iniciativas.