Los primeros se comportan como las veletas en los tejados, se mueven al son de cualquier viento y en vez de buscar lo que a la comunidad le hace falta, se ponen a pensar en los términos de que resulta muy gratificante recibir alabanzas y aplausos.
Sobre esas adicciones comenta: “Pienso que nos hacen esclavos, siempre insatisfechos y devoran energía, bienes y afectos”. Recuerdo a un pobre hombre de 55 años que, para “engancharlo y hacerlo adicto, le regalaban un pequeño sobre con cocaína gratuitamente.
San Juan Pablo II, en el Discurso pronunciado el 2-X-1979, a la XXXIV Asamblea General de la ONU, menciona algunos derechos humanos inalienables del hombre, del cual hemos sacado una relación.
Los cómicos son fuente inspiradora de ese buen humor. En lo personal me siguen agradando las películas de Cantinflas, de Tin-Tan, de Charles Chaplin, del “Gordo y el Flaco”, etc.
Se atenta a la libertad, por ejemplo, cuando en las escuelas se enseñan valores contrarios a la sinceridad, sencillez, lealtad, fidelidad, reciedumbre, alegría, castidad, etc., por maestros sin escrúpulos y textos inadecuados que inviten a obrar mal.