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LOS “PUNTOS DE QUIEBRE” DE DOS ILUSTRES PERSONALIDADES 2>

Es común entre los hombres de negocios decir que no tienen ni un solo minuto para dedicarle a Dios. Como pretexto, suelen decir: “Es que estoy muy ocupado”, “De mí dependen todos los negocios de este corporativo”, “Si descuido cualquier aspecto, todo se puede venir abajo o que suframos un colapso”.

Tal es el caso del empresario italiano, Leonardo Mondadori, metido “en cuerpo y alma” para dirigir “Editorial Mondadori”. Fue un empresario inteligente, visionario y exitoso. Pero no contaba con un inesperado cáncer de páncreas, que fue avanzando hasta su muerte, y ése fue su “punto de quiebre” o un profundo acercamiento a la fe cristiana.

En una entrevista periodística, reconoce que vivía como si Dios no existiera. Y estaba volcado en buscar sólo su realización profesional y obtener el máximo de beneficios económicos.

En su vida personal, acepta que era bastante desordenada, con dos matrimonios, tres hijos divididos. Incluso, en el terreno de las amistades, en una ocasión que esta empresa editorial pasó por un tiempo de crisis, ocurrió lo típico: los supuestos amigos desaparecieron.

Así que decide poner en orden su vida afectiva, viviendo la Castidad como el Señor manda, y comenta que -con humildad- le pidió a ayuda Virgen María que le ayudara a lograrlo. 

Se puso de lleno a meditar sobre su enfermedad, sobre su inminente muerte y corresponder a su anhelo apasionado que sentía por Dios. Comenzó a asistir a la Santa Misa, a rezar el Rosario, a conversar con frecuencia con un sacerdote amigo suyo, para poder confesarse. 

Fue cuando tomó le decisión de reconciliarse con su verdadera esposa. Fue un encuentro emotivo, que duró varias horas, que concluyó con un tierno abrazo. Acto seguido, pudo recibir a Jesús en la Eucaristía.

Todo ello supuso una metamorfosis interior. Sus familiares y conocidos no daban crédito al profundo cambio de Leonardo. Y para él fue fuente de una profunda alegría.

Naturalmente fue objeto de burlas, murmuraciones, críticas, pero este empresario no les hacía el menor caso. Pero lo que todos notaban en el semblante de Leonardo -antes adusto y pensativo- era una sonrisa de oreja a oreja. “Como si se hubiera hecho cirugía plástica”-comentaba un primo de Leonardo.

Cuando le preguntaban la causa de esa alegría, respondía: la Confesión frecuente. “Si entras al confesionario, al salir, te dan ganas de cantar o de silbar.

En de sus varias operaciones, este empresario, antes prepotente, soberbio, poderoso, casi invulnerable, ahora se veía en el quirófano solo, con su dolor. Fue cuando tomó la decisión de unirse a la Cruz de Cristo para que ese sufrimiento tuviera fecundad espiritual.

Pocos días antes de morir, comentó que se encontraba gustoso de regresar a la Casa de su Padre-Dios, lleno de serenidad y de paz.

ALESSANDRA BORGHESE, LA ARTISTA QUE APRENDIÓ A MIRAR CON “LOS OJOS NUEVOS”

Alessandra es museógrafa y especialista en Arte. Procede de una familia que pertenece a la nobleza italiana. Tiene una posición económica desahogada. Así que decidió irse a vivir a Nueva York para estar al día en las modas y corrientes artísticas, conocer a destacados artistas y vincularse a todo ese glamour.

Una temporada que fue a Roma. Conoció a Marco Nesbit, joven rico, bien parecido y se pusieron de novios. Pero ocultaba su desequilibrio mental. Un día Alessandra fue al centro porque estaba montando una exhibición de pintura moderna y casualmente se encontró con Marco, quien conducía un espléndido automóvil deportivo convertible y de inmediato la invitó a dar una vuelta. Lo cual Alessandra aceptó complacida. Pero a los pocos semáforos, Marco se puso una pistola en su boca abierta y le gritó “¡me disparo!”. Ella imaginó que era una broma y en ese mismo instante se voló la tapa de los sesos. Alessandra, de la fuerte impresión, tuvo que ser hospitalizada.

Tiempo después, en Nueva York, conoció a Constantino Niarchos, hijo del conocido magnate naviero griego. El joven era inteligente, simpático, rico, pero adicto a la cocaína. Se pusieron de novios. Varias veces ingresó en un centro de rehabilitación. Y después de prometer Constantino dejar la droga, se casaron. Pero su vida marital era insostenible por las frecuentes recaídas del joven y pronto se divorciaron. Al poco tiempo, Constantino falleció por una sobredosis de cocaína.

Alessandra reconoce que internamente estaba destrozada. Buscaba la paz, pero no la encontraba. Una íntima amiga suya, Gloria Von Thurn, la invitó a ir a Misa. Aceptó de mala gana, pero fue. Al principio no entendía nada. 

Pero un día, empezó a comprender la Palabra de Dios y a recordar muchos detalles de la formación católica de su infancia. Otro día se animó a conversar con un sacerdote, quien le propuso que se confesara y comulgara con frecuencia.

Desde entonces, su vida dio “un giro de ciento ochenta grados”. Comenzó a sentir un intenso anhelo de Dios. Empezó a escribir libros con sus experiencias de acercamiento a la fe y a dar conferencias sobre el mismo tema en varios países de Europa. De una vida de glamour, tuvo “un punto de quiebre” y ahora es una conversa con una intensa vida cristiana. Su dolor se transformó en un intenso gozo.

ACTITUD ADECUADA EN LA ADVERSIDAD 2>

Hacerse presente en la adversidad significa ante todo autoafirmarse en la realidad interna y externa.  Autoafirmación de sí mismo y afirmación personal con los demás. Es nuestro “yo” conjugando un “tú”, a la vez que un “nosotros”. Es la comunicación mutua. Un “sí “en la adversidad es un acto continuado de alegría, sabiendo que nunca estamos solos.

Características de esta comunicación:

  1. Personal. Lo que quiere decir que su ámbito es la primera persona: mi “yo” o el “tuyo”.
  2. Actitud mental positiva.  Quiere decir afirmarse en lo positivo y en lo correcto.
  3. Vital. Quiere decir “sí” a la vida, tanto a las privaciones como en los gozos sanos. Despertar cada día con el corazón lleno de amor, dispuesto a la lucha y a darse a los demás. Cada cosa que se nos presente, adversa o no es una invitación para aprender y una oportunidad para superarse. Nunca darse por vencidos.
  4. Actual. Se da en tiempo presente. Surge cuando actuamos haciendo lo que debemos, y estando en lo que hacemos, sin evasiones de ningún tipo.
  5. Emocional. Produce un enriquecimiento afectivo. Puedo hacer partícipe de mi emoción positiva a otros y viceversa.
  6. Enriquecedor.  Lo que significa que el cambio de autoafirmaciones tiene como consecuencia un enriquecimiento tanto en el “yo” como en el “tú”.
  7. Tres reacciones.  Por defecto, por exceso y por equilibrio. Lo atinado es reaccionar equilibradamente para sacar provecho de la adversidad.

Suponga que a un vendedor le es cancelado el pedido que tanto esfuerzo le costó conseguirlo, por defectos en el producto, y ha perdido la venta. El pedido se lo han dado a la competencia.

El vendedor puede reaccionar de tres maneras:

  1. Enojarse, decepcionarse, frustrarse, por no haber controlado la situación.
  2. Conformarse, decir “ni modo” y pasar a otra cosa.
  3. Adquirir experiencia y tomar una resolución para que aquello no vuelva a suceder. Es decir, reaccionar en forma equilibrada, reuniéndose con los jefes de los responsables para evitar que en un futuro se repitan los errores. En este caso, el vendedor ha reaccionado con previsión, firmeza, justicia, amabilidad y sentido del humor, es decir no ha dejado nada por supuesto. Su conducta ha modificado positivamente la conducta de los demás. Ha sabido comunicarse. Se ha hecho presente en la adversidad.

Hacerse presente en la adversidad.

Sé del caso de Pedro, que le extirparon un tumor que tenía en el cerebro y quedó hemipléjico.  A pesar del consejo de que aceptara su situación y de la afirmación de muchos de que así se quedaría. Pedro no se dejó aconsejar por los pesimistas, y tomó una actitud sanamente agresiva y optimista: empezó a hacer ejercicios y a los pocos meses se restableció completamente.  Ahora goza de un buen puesto en una empresa.

Utilizó las siguientes prácticas:

  1. Repetición de actos para reafirmar actos buenos. Las autoafirmaciones o actos virtuosos sólo pueden crearse con actitudes de humildad, sinceridad, sencillez, alegría, fe, optimismo, buen humor, sentido de responsabilidad, perseverancia que nada hace desfallecer. Comprendió que el afrontar la realidad es el primer acto de alegría y de felicidad.
  2. Técnicas para desarrollar actividades y asegurar el éxito. Mantenerse ocupado en la forja de habilidades que se necesitarán cuando se recobre la salud.
  3. Utilizar las actitudes positivas, la imaginación y visualizar el cambio. Desarrolló lo positivo que hay en uno. Bloqueó lo negativo, practicando el rol que deseaba desempeñar en el futuro. Mientras más claras y vívidas fueron las actitudes positivas y las imaginaciones: el trato con los demás, los olores, los sonidos, el lugar, etc. más motivado estuvo.

 Lo más importante es el sentido que se le dé al esfuerzo: Dios, los demás y en tercer lugar uno. Mientras más útil y desprendido de sí se imagine uno, mayor será la fuerza interior para superar las dificultades y conseguir el ideal.

 

 

EL ARTE DE ESCRIBIR 2>

La capacidad de escribir un artículo, un ensayo o un libro, no es algo que se improvise, sino un arte que hay que cultivar con esmero y dedicación. Relato mi propio itinerario como escritor, porque considero puede ser de provecho para algunos lectores.

Recuerdo cuando estaba en el primer semestre de la Carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, fui invitado a colaborar en las páginas editoriales del diario “El Heraldo de México”.

En ese entonces vivía en una Residencia Universitaria junto con 90 estudiantes. Por esos días ocurrió un suicidio colectivo en la Guyana, concretamente en el poblado de Jonestown, guiados por un exaltado líder.

Me pareció buen tema para escribir un artículo. Sin embargo, una vez publicado, en aquella Residencia, comencé a recibir comentarios, del tenor como: “En el fondo, ¿qué fue lo que quisiste decir?”

De un Doctor en Filosofía recibí un provechoso consejo: “Te recomiendo que, para escribir un artículo, no lo llenes de citas eruditas. Ya que lo conviertes en un texto arduo y de difícil comprensión”.

Un Catedrático en Derecho me dijo: “Me parece que te explayas demasiado en el tema, pero te falta concluir de manera contundente y concreta”.

El detonador de que tenía que cambiar en mi forma de escribir, fue cuando un amigo paisano me comentó: “Para tu consuelo, yo fui el único que comprendió tu artículo de los 90 que vivimos aquí”.

De esta manera, me di a la tarea de buscar a maestros de la pluma, por ejemplo, de la “Generación del ‘98”: Antonio y Manuel Machado, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Azorín, Miguel de Unamuno, Ramón Valle-Inclán, etc. que impusieron un nuevo estilo de escribir: claro, sobrio, sencillo, transparente. En lo personal, me habían llamado mucho la atención por escribir de esta manera: “sujeto-verbo y predicado” y así el resto de las oraciones.

Las primeras obras literarias de Camilo José Cela, como “Viaje a la Alcarria”, un sencillo paseo caminando, que el autor lo convierte en un relato cómico, y “Escenas Matritenses”, que describe el modo típico de hablar de la gente sencilla que desempeña un oficio, Cela lo hace con tanta gracia, que al lector le suele dar un ataque de risa.

Descubrí que la espontaneidad y el buen humor son características de gran valor. Sobre todo, si proviene, de la gente llana y sencilla.

Por supuesto, tomé como ejemplo a nuestros brillantes literatos mexicanos, como: Juan Rulfo (“El Llano en Llamas”), Juan José Arreola (“El Guardagujas”), Carlos Fuentes (“La Región Más Transparente”), Rubén Marín, etc.

De manera que, además de escribir sobre temas serios, solía irme al zoológico, a Chapultepec, al Zócalo, a diversos museos, y reflexionar sobre las virtudes y valores de nuestro pueblo mexicano y recoger anécdotas divertidas. Claro está que este cambio fue bien recibido por muchos lectores.

En un libro que escribí, titulado: “Cómo fomentar el amor en la familia” me decía una prima que en dos tardes se lo había leído. “Fue como si tuviéramos una conversación de café (de dos sesiones) y sin sentirlo fui devorando aquellas amenas páginas”.

Otro libro titulado: “#Mejores Familias”, me comentaba un amigo Notario que para aprovechar mejor sus traslados por la Ciudad de México tenía un ejemplar y solía dejarlo en el primer asiento de su camioneta. Su chófer le comentó que también lo estaba leyendo -en sus tiempos libres- que le había gustado mucho y quería adquirir un ejemplar. De inmediato, le comenté a mi amigo Notario que, con mucho gusto le regalaría mi libro a su chófer, además con una dedicatoria.

De esta forma me di cuenta que el estilo sencillo, alegre, imbuido de buen humor, lleno de anécdotas divertidas, se convertían en textos asequibles a todo público.

 

 

 

De Mujer a Mujer 2>

¿Cómo y cuándo adquirimos el título de propiedad sobre las personas?

No estoy segura cómo ocurre esto en nuestras vidas, pero, en no pocas ocasiones, actuamos como si fuera posible constituiros en propietarias de las personas… Ante esta situación cabría preguntarnos: ¿Por qué y para qué nos funciona tratar de adueñarnos de las personas, de sus decisiones y vidas? Suele entonces aparecer una dolorosa e inquietante respuesta:

Pretendemos hacerlo porque cierta soberbia cimentada en un gran ego, nos hace pensar que contamos con conocimientos que derivan de nuestra experiencia de vida para opinar, sobre todo, aconsejar, hacer ver lo que otras personas no ven y, consecuentemente, marcar rutas y caminos.

Probablemente y, muy probablemente, nuestra experiencia y conocimientos sean ciertos y valiosos, sin embargo, ellos, de ninguna manera, nos conceden el título de propiedad sobre nadie más que – de algún modo – sobre lo que hagamos de nuestra vida de la que, definitivamente, somos responsables.

Hoy está muy de moda el término “soltar” que me parece resultaría interesante sustituir por el verbo “amar”. Y es que si amamos respetamos la libertad de los demás, los aceptamos como son, acompañamos en el camino sin juzgar los pasos, sólo amamos…

Esto, cuando somos madres tiene todavía mayor relevancia pues entender que ni siquiera los hijos son nuestros implica un trabajo profundo que nos debiera llevar a comprender que esos seres maravillosos no nos pertenecen, que tienen derecho a una educación, a ser amados pero que no gozamos de ningún derecho de propiedad sobre ellos, por el contrario, es por amor que existe la obligación de encauzarlos y sembrar semillas que abran la posibilidad de que, con sus decisiones, generen frutos en el campo de la libertad que es el único ambiente propicio para vivir y crecer…

Existe cierta tendencia a aprender cómo cuidar más nuestro cuerpo, salud y adquirir la posibilidad de gozar más años de vida siempre placenteros y con menos arrugas…Maravilloso me parece tomar conciencia de ello siempre y cuando no perdamos de vista el mantenimiento que también debemos dar a nuestro espíritu que, en el proceso de dignamente envejecer, nos ayudará a conjugar, en todos sus tiempos, el famoso verbo “soltar/amar”.

Quiero invitarte no sólo a que soltemos sino a devolver lo que no nos pertenece, a regresar con amor y en amor esas vidas que no estamos llamadas a controlar.

Para devolver lo que no es nuestro se requiere de mucha fe, esperanza y caridad. Fe para creer, esperanza para confiar y caridad para respetar. Ahora bien, devolver lo que no es nuestro de ninguna manera implica olvidar ni abandonar… Mujer, no olvidemos que somos dueñas de algo muy grande:

La oración que nos permite, si no controlar, sí platicar y pedir por quienes amamos y a quienes en amor decidimos respetar… y así, Dios que, sin duda, sabe más que nosotras nos escuchará, sanará aquello que nos inquieta/duele y además, ten por seguro, resolverá para el más alto bien de quienes amamos pero no nos pertenecen, todo lo que pendiente de resolución quizá está.

Y es que es preciso que recordemos esta promesa:

“Pedid y se os dará; buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.

 ¿Quién de entre vosotros, si un hijo suyo le pide un pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez le da una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se lo pidan?”

 Y sí, ahora que devolvamos con amor lo que nunca fue nuestro recuerda esta otra Regla de Oro:

“Todo lo que querías que hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos; esta es la Ley y los Profetas.”

Hoy te invito a que me acompañes a amar y devolver lo que no nos corresponde no sin antes pedir perdón a todos aquellos que padecieron de algún modo nuestro pretendido control estando conscientes de que la mejor manera de repararles el daño es devolviéndoles su vida con amor y poniendo la misma en manos de Dios que los creó.

MÁS SOBRE EL PERFIL DE UN LÍDER 2>

Si un líder afirmase que son insignificantes los efectos psicológicos en los niños con familias rotas; todos le diríamos que no, porque tenemos la experiencia de que no es así. Si alguien afirmase que la 2da guerra mundial benefició a la humanidad: le desmentiríamos con abundancia de argumentos. Un líder con memoria fiel, sopesa y da el valor real a los acontecimientos pasados. Posee una experiencia objetiva y profunda.

Un líder debe saber construir el futuro –no en base a conceptos científicos, ni a unas “recetas”-, sino por su agudeza de mente habiendo tomado en cuenta el bien común de los ciudadanos y la situación concreta.

El excesivo aprecio de sí o jactancia, pervierte el juicio, y provoca que las decisiones sean subjetivas, precipitadas e ineficaces. Peligro que se contrarresta con una docilidad activa y una disposición de buscar sinceramente la verdad, tomando en cuenta la opinión de quienes sí saben.

Estas características son las que debería tener un líder con hombría de bien. El que impere y consiga que las decisiones se lleven a la práctica, depende mucho del equipo de trabajo con el que se sepa rodearse.