
La veracidad como virtud, nos deja ver que la convivencia con los demás, es decir la capacidad de decir siempre –que sea necesario- la verdad y omitir la mentira como un vicio que destruye la confianza, es imprescindible para vivir en paz.
La veracidad como virtud, nos deja ver que la convivencia con los demás, es decir la capacidad de decir siempre –que sea necesario- la verdad y omitir la mentira como un vicio que destruye la confianza, es imprescindible para vivir en paz.
Dedique cada día un tiempo para pensar y pedir consejo. Esto le llevará a actuar con previsión y podrá construir con rapidez. No es lo mismo hacer las cosas en su clima ordenado, sereno, tranquilo, que intentar alcanzar las metas “apagando fuegos” y en un ambiente borrascoso. Se pueden perder muchas energías y no llegar a terminar la obra.
El hábito del éxito edifica una firme confianza en nuestra eficacia personal. Es un sentido de eficacia que da prudencia, serenidad y ductilidad en el actuar, que implica el sano recuerdo de haber experimentado derrotas y éxitos, que han sido tomados como ocasiones de aprendizaje y han servido para salir adelante.
No obstante, esta valerosa declaración en defensa de la vida, es imprescindible tenerla en cuenta, tanto en los organismos oficiales como en los negocios privados. Pero hay que terminar el trabajo a favor de la vida. Prohibir el aborto ya es algo, pero es preciso llegar al fondo: las píldoras abortivas.
La esperanza no es un optimismo vacío que nace de la confianza ingenua de que el futuro será necesariamente mejor que el pasado. La esperanza y la confianza son las premisas de una actitud responsable, y se nutren en el santuario interno de nuestra conciencia, en la que cada uno está a solas con Dios.