Es sociable. Se relaciona bien, con lo que los demás son y saben. Sabe que sin el prójimo no puede hacer nada; observa con interés lo que atañe al otro. Mantiene un aprecio genuino por la gente.
La transmisión de mensajes que corroen los valores humanos se localiza a la orden del día. Por ejemplo: la propaganda a favor del aborto; el bombardeo sistemático de ideas en pro de la violencia, ensalzándola como el recurso fácil para arreglar los problemas sociales; la degradación de la información convirtiéndola en propaganda, etc.
Está comprobado que socialmente es mucho más destructiva la legalización del divorcio que la del aborto. Debido a que el divorcio destruye, en su raíz, a la célula familiar, fundamento de toda sociedad. Con esto no quiero decir que el aborto no sea un infanticidio ni que moralmente sea menos grave que el divorcio.
Una nación dividida es semejante a una familia rota: lo que debería ser paz, tranquilidad, orden, cohesión y sosiego, se puede transformar en guerra, intranquilidad, desorden, dispersión y ansiedad
La adquisición de habilidades va acompañada de adquisición de virtudes: que son las fuerzas de las personas. No es aconsejable separarlas, así cuándo trabajamos bien podemos crecer en sinceridad, porque reconocemos que hay cosas que no hacemos y podemos mejorar, y cosas que hacemos bien y que podemos enseñar.