Si mis pensamientos son positivos: atraeré personas y circunstancias positivas, en armonía con mis pensamientos. Si soy inconstante, si no pienso, si me dejo llevar, veré el mundo negro y me sucederán (porque yo las provoco) cosas indeseables.
Es preciso responder a las dificultades con actitudes equilibradas: amor, sabiduría, lealtad, firmeza, justicia, amabilidad, paciencia, constancia, fortaleza, prudencia.
Poseen entusiasmo. Los directivos maduros, prefieren hacer las cosas más por el bien que pueden hacer, que por entusiasmo.
Conforme es mayor el rango dentro de la organización, mayor tendrá que ser la calidad y el equilibrio (responsabilidad) en las iniciativas.
Siempre podemos aprender a ser personas abiertas, con capacidad de hacer amistades profundas. Dispuestos a comprender y a disculpar. No juzgar nunca las intenciones de los demás.