El líder actúa con la mayor objetividad, y se cuida bien de no forjarse una imagen definitiva de las situaciones, como de un peligro que podría comprometer sus decisiones posteriores.
“La amistad rodea al hombre de una atmósfera de cariño e influye en todas las facetas de su personalidad.” (GER). Por ello, la convicción de seres necesitados de amistad debe enraizar en el alma.
No le eche la culpa al otro, ni se evada. Mantenga una actitud de responsabilidad personal, y nunca se lamente. Piense: ¿qué puedo hacer para mejorar esta situación? ¿Qué depende de mí? ¿Qué de los otros?
Los hijos requieren formarse en un ambiente de alegría, en un claro optimismo, que es una virtud íntimamente unida a la fortaleza de ánimo, audacia y humildad para cumplir los deberes.
Es importante que antes de que los trabajadores apliquen este principio, hayan ya conseguido resultados, afirmando su capacidad de logro, porque aprendieron el trabajo y recibieron retroalimentación.