
El día a día fortalece a mamá y a papá, se dan cuenta de lo importantes que son, sin ellos el bebé no se alimenta, no está limpio, no se desarrolla adecuadamente, pues, aunque al principio no se note, ese bebé va adquiriendo paz y seguridad porque siempre alguien le atiende ante sus balbuceos y llantos incomprensibles.