
La pobreza cuando es una actitud interior ante los bienes que se pueden tener es una virtud siempre que se busquen esos bienes de un modo adecuado. Y adecuado es tener lo necesario, sin dejarse llevar por el deseo desmedido de poseer más.
La pobreza cuando es una actitud interior ante los bienes que se pueden tener es una virtud siempre que se busquen esos bienes de un modo adecuado. Y adecuado es tener lo necesario, sin dejarse llevar por el deseo desmedido de poseer más.
La democracia no es resultado de buenos de deseos, es necesario mantenerse atentos permanentemente a los sucesos y darles la orientación adecuada.
Es digna la alabanza del vigor de las personas cuando luchan por denunciar alguna injusticia, con el fin de terminar con ella. Sin embargo, conviene darse cuenta que quienes se unen por esa intención, tienen otros intereses que muchas veces difieren de los de los demás y entonces se corre el riesgo de querer uniformar a todos.
En las novelas románticas, en las películas que narran el amor entre dos personas o en los sueños por alcanzar la felicidad estable, para siempre, para siempre, el final feliz es contraer matrimonio en una ceremonia de sueño, donde los contrayentes se conviertan en el príncipe y la princesa de los cuentos.
En el mes de mayo celebramos el día de la madre, en junio al padre. Y son madre y padre respectivamente porque tienen hijos. Aunque resulte una verdad de perogrullo –verdad evidente-, conviene reconocer que aunque los progenitores busquen una relación horizontal, igualitaria, esta posición es ficticia, porque como les llevan bastantes años de experiencia a sus hijos, necesariamente los hijos esperan apoyo, enseñanza, seguridad. No pueden ser horizontales.