
María nació en una familia de campesinos italianos que enseñaron a los hijos a vivir cristianamente en el año de 1890 y murió el 6 de julio de 1902.
María nació en una familia de campesinos italianos que enseñaron a los hijos a vivir cristianamente en el año de 1890 y murió el 6 de julio de 1902.
Es hermosísimo y digno de alabanza el hecho de que dos personas se unan para un fin tan noble y tan ambicioso. Aunque tampoco es una utopía, porque a lo largo de los siglos tenemos ejemplos maravillosos de que es posible sacar adelante una familia, superando los obstáculos que son muchos y son muy arduos, en el tiempo y en el espacio.
En la maternidad se encuentran una serie de valores incomparables que, a su vez, forjan el carácter de la mujer. Cito el que me parecen más importante: la capacidad de sufrir incomodidades por un bien ajeno.
La conciencia se expresa con una voz suave y delicada, fácilmente no se escucha porque le sofoca la cantidad de distractores que pululan en la vida cotidiana. Muchos distractores vienen de fuera, de sujetos y objetos que nos desorientan, son confusos.
Hay dos niveles de educación, la que capacita para desempeñar un oficio o una profesión, y la que incide en algo más profundo de cada persona. El primer aspecto se ofrece en las instituciones especializadas, el segundo aspecto corresponde directamente a la familia porque allí nos conocen a fondo y saben qué tendencias tenemos y nos enseñan a corregirlas para ser mejor personas.