Café Café: 30 años empleando a mujeres campesinas y a personas con discapacidad

“Es necesario generar políticas y programas bajo el enfoque de derechos humanos y perspectiva de género”, asegura Leticia Montemayor Medina, titular del Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL).

Acciones que, sin lugar dudas, cumple al pie de la letra Café Café, empresa social mexicana especializada en tostado y preparación de café de alta calidad proveniente de los cultivos de pequeñas productoras en Oaxaca.

El mejor café de México en los años 2013 y 2016 con cuatro mezclas básicas: mujeres en el país de las nubes, aires del pacífico, sabores de mi tierra, cuerpo mente y alma.

Mujeres campesinas, invisibilizadas en sus propias comunidades

“Las mujeres son muy fuertes, como en todos los casos. Emocionalmente les duele, es confrontante estar al tanto de los hijos, tener que salir adelante: la organización comunitaria es la clave del éxito que hoy vemos”, mencionó Leticia Martínez Legaria, socióloga y maestra en Desarrollo Rural por la UAM Xochimilco, quien al haber crecido en un pueblo originario de la Mixteca en Oaxaca comprende mejor que nadie las problemáticas que azotan a la comunidad.

Más de 30 años de buscar la gestión de actividades que permitan incorporar consciencia en cada uno de los rubros de la cadena de valor han llevado a Café Café a lo que es hoy: una empresa social con presencia y reputación en el estado de Oaxaca y en la Ciudad de México, justo en Nicolás San Juan 251, Colonia Del Valle. Orgánico producido por pequeños productores capaces de producir a pequeñas escalas, lo que significa sustentabilidad planetaria por manejo agroecológico y con precios justos que favorecen tanto a quien lo produce como a quien lo consume.

“Ha sido un largo trabajo, costó muchos años que las mujeres pudieran asimilarlo. En las asambleas ellas eran vistas como “las esposas de”, señoras que no tenían nombre, como si fueran las que cuidan la finca de café mientras el marido vuelve de haber migrado”, añadió Leticia.

Trabajar el empoderamiento de las mujeres desde lo más profundo ha sido un reto que se volcó a la construcción de la ciudadanía, percibirse a sí mismas capaces de opinar y no solamente estar en representación de un marido ausente, concluyó Leticia Martínez.

Coordinadora Estatal de Productores de Café (CEPCO) cuenta con 31 años de construcción constante, donde se ha involucrado activamente el esposo de Leticia, lo que les vuelve una familia por completo involucrada en la búsqueda de justicia social. El emprendimiento social de la red abarca pequeños productores de todas las zonas cafetaleras: la Mixteca, la sierra sur, la sierra norte, la costa, dando un total de 4141 pequeños productores beneficiarios en 134 comunidades en acción de 5766 parcelas trabajadas.

Café Café: oportunidad de inserción laboral para quienes viven con discapacidad

El Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de Personas con Discapacidad (CONADIS), creado en 2011, ha sido impulsado por la necesidad de integrar a entornos laborales dignos a 7.7 millones de personas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2010) que diariamente se enfrentan a diversos obstáculos socio-culturales que les impiden un desarrollo integral y un desempeño satisfactorio dentro de sus quehaceres laborales.

“Una de las principales barreras para el fomento de la participación laboral y social de las personas con discapacidad, sigue siendo la propia sociedad, ya que es la que niega las oportunidades para esta población por estereotipos y prejuicios”, afirma Claudia Isela Guzmán González, consejera nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Presidenta de la Comisión de Desarrollo Democrático.

En Café Café están conscientes del derecho que, tanto hombres como mujeres con discapacidad, tienen por escoger el trabajo de su preferencia en el cual poder ser reconocidos como colaboradores valiosos. Disfrutar de un entorno inclusivo, abierto y accesible es crucial para el combate contra la discriminación que vive este grupo vulnerado de la población.

Quienes atienden el establecimiento son personas con discapacidad, condición que en lo absoluto interfiere con el trato amable y profesional con el cual tratan a las personas que asisten a la cafetería que cuenta con deliciosos alimentos conscientes.

El compromiso social, aparte de considerar la segregación de las mujeres campesinas, apuesta por la atención a dos poblaciones vulnerables, sumando así la causa que atiende la inserción laboral de personas con discapacidad, específicamente quienes presentan síndrome de down.

Tan sólo en 2018 se tiene el registro de 689 nacimientos de personas que presentan esta alteración genética, según la Secretaría de Salud.

Las personas con discapacidad suelen ser de los colaboradores más comprometidos con los valores organizacionales y el desempeño de los establecimientos que deciden abrirse a la inclusión en sus procesos de reclutamiento. Incluso, son la población que alcanza los índices de productividad más altos, de acuerdo a investigaciones realizadas por Fundación Paralife, quien se encarga de procesos de reclutamiento y colocación laboral para personas con discapacidad.

Promover una cultura solidaria inevitablemente implica consciencia de consumo, apoyar organizaciones con un compromiso auténtico es de las acciones más significativas que pueden realizarse.

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