Anunciación.- Actualmente, la demanda que tienen las empresas e instituciones no son tanto de técnicos y profesionistas que siguen los viejos moldes, sino que son necesarios nuevos actores que tengan mayor audacia; se requieren estrategas creativos capaces de inventar novedosas formas de trabajo. En nuestro tiempo, la productividad no se logra sólo mediante la efectividad en determinadas tareas sino que parten de la capacidad de iniciativa, del ingenio creativo, de la imaginación para transformar el propio quehacer laboral y, por supuesto, de la actuación ética de cada persona de la empresa.
En este libro (1) se ofrecen nuevos argumentos para la definición y el entendimiento de la dinámica vigente de las empresas. El autor responde a planteamientos medulares: ¿Cómo manejar a los clientes y a los empleados cuando se encuentran en discordia? ¿Cómo debe ser la competencia? ¿Por qué se impone un cambio dentro del ámbito de la competencia como una estrategia del crecimiento? ¿Cómo dirigir una empresa ante el desorden y un mar en turbulencia?
El autor sostiene que la información debe ser para fundamental en la empresa. Por ello resulta necesaria, indispensable y vital. Pero esa información se requiere que sea plenamente confiable y de calidad. Y añade que los tres elementos esenciales mediante las cuales funciona la empresa son: el personal, los procesos de trabajo y el binomio clientes-proveedores. Éste último es el más sensible y susceptible de cambios, sobre todo con el actual estilo de vida que han impuesto las redes sociales.
Por ello, Hernández Jiménez concluye que quien se incorpora a una empresa debe: 1. Estar en unión, empatía y comunicación permanente con el director o jefe; 2. Cumplir en el trabajo más allá del deber; 3. Redactar a conciencia los informes solicitados sobre la actividad realizada para ser más eficaz a la institución; 4. Cultivar el anhelo de ejercer un positivo liderazgo; 5. Cuidar que el trabajo sea esmerado, eficaz y bien terminado; 6. Procurar mantenerse siempre actualizado en su especialidad; 6. Cultivar un trato cordial con los diversos departamentos o áreas; 7. Tener la ilusión de crecer y reinventarse para el bien propio y de la empresa.
En suma, este libro brinda una interesante experiencia de vida de quien ha dedicado su vida entera al mundo empresarial.
(1) Hernández Jiménez, Ricardo, Formación con Visión de Negocio, Editorial Trillas, México, 2016. 152 páginas.