Anunciación.- Melchor, Gaspar y Baltazar llegaron a Hogares Providencia IAP, cargados de regalos como ropa y juguetes que obsequiaron a cada uno de los beneficiarios que habitan la IAP. Miradas de sorpresa, encanto y felicidad pusieron los más pequeños que residen en el hogar que fue fundado en 1979 por el Padre Alejandro García Durán, mejor conocido como el Padre Chinchachoma.

La institución cuenta con más de cien beneficiarios de todas las edades, la IAP es una alternativa de vida digna y humana, en la cual la niñez y juventud beneficiada tiene la oportunidad de recuperar el valor de su persona, de encontrar un nuevo camino de amor y libertad, proyectando sueños e ideales.

Mario Banda Ruiz, director de programas de la IAP, mencionó “este es un día significativo y simbólico para nuestra niñez, en nuestra institución es toda una tradición, el Padre Chinchachoma desde que fundó la organización lo celebraba con los beneficiarios. El 6 de enero para nosotros es maravilloso ya que es una ocasión espiritual, independientemente de que los niños reciban un juguete por la gracia de Dios y de los donadores, el momento se vuelve magia al ver a los niños emocionados, las felicitaciones y el renovar constantemente la inocencia, las esperanzas de esa niñez que muchos de nuestros beneficiarios no pudieron gozar y que afortunadamente Dios nos da la oportunidad de estar este día junto a ellos jugando, abriendo los regalos, partiendo la rosca, tomando chocolate, entre otras actividades que trae consigo un día como hoy y que nos sentimos bendecidos al poder compartir”.

Hogares Providencia IAP, busca restituir los derechos básicos que les fueron arrebatados a los niños de la calle y proporcionarles una adecuada nutrición, educación, desarrollo físico y emocional.

“Afortunadamente Dios nos da la oportunidad de pasarla junto con los niños y seguir disfrutando del legado que dejó el Padre Chinchachoma, construyendo proyectos de vida para nuestros beneficiarios. Gracias a nuestros donantes ya que en estos últimos meses nos han apoyado no solo con juguetes y ropa, sino también con su tiempo para venir a jugar y dedicarle tiempo a los niños y compartir un momento de su vida”.

“El rostro de los niños simplemente se ilumina cuando los vienen a ver y les dedican tiempo para jugar con ellos. Eso queremos que todos los días los niños de este país descubran cada día la alegría por vivir. En Hogares Providencia sabemos que ser niño es la mejor etapa de la vida”, mencionó Mario Banda.

Informes
Hogares Providencia IAP
0155 5579-5723