Basura de uno, tesoro de otro: el rescate de alimentos desde Central de Abastos

18 noviembre, 2021

Autor: Mariano Ramírez León

Fotos: Unidos Distribuimos y Transformamos IAP.

La difícil situación económica y social que atravesamos desde hace varias décadas se ha complicado, un deterioro progresivo y evidente. Las consecuencias que ha causado la pandemia el covid-19 es histórica, el hambre parece nunca tener un fin.

De acuerdo a los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 800 millones de personas en el mundo pasan hambre cada día, agregado a esto, un tercio de la producción de los sistemas alimentarios son desperdiciados. Los efectos de la lucha contra el hambre impuesta por la comunidad internacional vista para el 2030, NO se van a cumplir.

Los conflictos políticos, sociales, económicos y el cambio climático son marcados como los principales factores contra el hambre.

David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, declaró que, si los hombres más ricos del mundo donaran 6 mil millones de dólares, podrían salvar a 42 millones de personas del hambre.

Basta mencionar que 6 mil millones de dólares solo representa el 2% de la fortuna total del hombre más rico del mundo…

La batalla para erradicar el hambre ha tomado distintas formas para su ejecución, una de ellas ha tomado el nombre de bancos de alimentos.

Dentro de la Central de Abastos de la ciudad de México existe un banco de alimentos: Unidos Distribuimos y Transformamos (123) I.A.P.

Esta institución lleva 5 años asistiendo a distintas organizaciones, asociaciones y población que se encuentra en inseguridad alimentaria. Los provee de alimentos rescatados, desinfectados y sanitizados de la enorme Central de Abastos.

En esta pandemia, 123 I.A.P. ha ayudado a 20,712 familias, con un total de 106,759 personas y se traduce a 15,447 paquetes alimentarios entregados en distintas zonas de la CDMX y del estado de México.

La I.A.P. menciona en su informe anual 2020 que se han rescatado 777 233 272 toneladas de verduras, 233 toneladas de frutas y 272 toneladas de alimentos procesados, abarrotes y productos básicos en general.

En entrevista con Claudia García Zambrano, directora operativa de 123 I.A.P. nos platica a fondo las actividades de la institución en este contexto pandémico.

 

¿Cómo ha sido el proceso de trabajo con el covid presente?

Pues mira, antes que otra cosa, me gustaría darte el contexto general de lo que hacemos en Unidos Distribuimos y Transformamos I.A.P.

Nosotros somos un banco de alimentos, lo que hacemos es asegurar la disponibilidad, acceso y uso de los alimentos a personas en inseguridad
alimentaria. Lo hacemos con el rescate alimentario, por eso nos encontramos dentro de la central de abastos.

El proceso de trabajo con el covid presente ha sido súper difícil, de entrada, el encontrarnos dentro de la central de abastos… Es una zona de alto riesgo, aunque aquí, dentro del fideicomiso se cubren con ciertos protocolos de bioseguridad y de acceso, recordemos que es la Central de Abasto más grande del mundo, entonces aquí el trabajo jamás paró, no ha parado un solo día.

Entre la incertidumbre que vivimos todos en este en esta pandemia: como el no saber cómo reaccionar a ella, entre las multitudes de personas que existen, que vienen a visitar la central para comprar sus alimentos, etc.

 Fue un poco complicado porque nuestros beneficiarios, qué son estas instituciones, comunidades o grupos organizados que pertenecen a nuestro programa alimentario, les daba temor, les daba miedo venir a la central por su por sus alimentos. Esto dificultó mucho la entrega.

Independientemente de todas las condiciones que la Central de Abasto pudo ofrecer para el acceso, como el venir con cubre bocas, no pueden entrar más de 2 personas en un vehículo, etcétera, si fue complejísimo y obviamente para para las instituciones de niños y de adultos mayores fue prácticamente imposible. 

 

¿Cuáles han sido los principales problemas para la IAP en este contexto pandémico?


El fideicomiso nos mandó algunos geles antibacteriales, productos para el constante aseo y desinfección, etcétera, pero realmente nosotros pusimos las medidas de bioseguridad.

 Tuvimos que tomar estas medidas al interior de nuestra institución. Cambiamos completamente los protocolos de seguridad y de acceso hacia nuestros beneficiarios, pero también empezamos entre los colaboradores, había que tomar sana distancia permanentemente, 6 u 8 horas dentro de la bodega y a pesar de eso, traer de cubre bocas todo el tiempo. Somos solo 10 colaboradores.

 Los que estamos dentro de las instalaciones hicimos extra todos estos nuevos hábitos de convivencia e higiene, también lo que hicimos fue tener nuestros propios protocolos al interior y hacia el exterior.

 Mandamos a nuestros beneficiarios el protocolo de acceso hacia nuestras instalaciones, para así lograr la misma convivencia diaria que teníamos con ellos. Eso fue, por un lado.

 Por el otro: también nos vimos en la necesidad de hacer nuevos horarios de atención y de entregas, me refiero con esto a que nosotros habitualmente trabajamos de lunes a viernes, la atención hacia el beneficiario es de 10:00 a 2 de la tarde.

 Entonces lo que tuvimos que hacer fue realmente cambiar nuestros horarios y los días de asignación de la entrega del alimento.

 Trabajábamos martes, miércoles y jueves; tuvimos que cerrar viernes sábado domingo y lunes. También cuidándonos nosotros, eso es importantísimo, de vital importancia que el equipo estuviera sano y que estuviéramos bien.

 Tuvimos que reforzar el esfuerzo de las entregas, de las recolecciones del alimento. Hoy se trabaja un poco a marchas forzadas, el estar dentro de la central   nos limita también los recorridos diarios que habitualmente hacemos al área de verduras y frutas.

 También tuvimos que hacer que las chicas de procuración tuvieran que hacer su trabajo de manera telefónica o por WhatsApp, cuidando también el personal de que no tuviera esta interacción con los donantes y así, evitar cualquier contagio.

 Por otro lado, el recibir a los beneficiarios aquí fue con un horario especial, es decir: nosotros teníamos que marcarles el horario establecido, aproximadamente de 20 minutos entre cada una institución para entregarle su alimento.  Esté cubre los 7 días de la semana, por eso tuvimos que modificar esto para no tener aquí conglomeraciones de personas.

El atender solo durante 3 días lo arrancamos a partir de mayo del 2020, terminamos de hacer esto prácticamente un año después, es decir en mayo 2021, para lograr en junio trabajar ya los cinco días de la semana.

 Si fue complejo… tanto para nuestros beneficiarios, como para nosotros, el volver a reincorporarnos los 5 días fue difícil, lo que hacíamos era que el lunes y viernes arrancamos un proyecto piloto que se llamó “123 en tu comunidad”, pero cabe aclarar que es nuestro nombre corto.

 Entonces le pusimos así a nuestro programa de entrega de alimento para entregarles los paquetes a estas instituciones que te comenté, que son
de niños y de adultos mayores.

 Hacíamos las entregas los lunes y los viernes, para que en determinado momento estás instituciones no se quedarán sin nuestro apoyo, es decir reforzamos esfuerzos para para que ellos tuvieran nuestros productos. También a veces conseguimos algunos paquetes de limpieza e higiene.

 La baja de beneficiarios nos ayudó, suena contradictorio, pero lo es. Nosotros somos un básico ¿Cómo es posible que con covid-19 nosotros no tuviéramos al 100% la población a la que atendíamos? No la teníamos, de entrada, por la zona geográfica en la que nos encontramos, eso, por un lado.

 También estás instituciones, sobre todo las de los adultos mayores, tuvieron que encerrarse en su totalidad, es decir que el personal de la institución de verdad dormía y amanecía ahí.

 Tratamos de sensibilizarlos, mucho inclusive también decirles que nuestro producto iba a llegar desinfectado a estos lugares y que nos tuvieran la confianza. Este piloto de “123 en tu comunidad” se ejecutaba con nuestro vehículo, entonces programamos a esas instituciones los lunes y los viernes.

 Fue difícil la aceptación, al final siempre hay desconfianza y la mejor manera de resguardar la seguridad de la población era darle su espacio de atención especializada, que asistiera poco a poco.

 Para las entregas: el personal va perfectamente uniformado, siempre andamos así, pero también iba con guantes, con cubre bocas, con caretas, para que la gente se sintiera contenta y segura de recibirnos. Por supuesto nos marcaban cierto horario de entrega, entonces eso facilitó muchísimo y agilizo la eficiencia de la entrega de nuestros paquetes de alimento.

 

¿Estas nuevas medidas y protocolos de trabajo han sido eficientes?

La verdad es que ha sido increíble. Creo que dentro de toda esta pandemia sacamos siempre lo mejor de nosotros, porque nos quedamos con las cosas lindas, es decir, el hecho de tener protocolos de seguridad e higiene como parte de estos nuevos hábitos de convivencia, nos permitió realmente también cuidarnos y cuidar a nuestros beneficiarios.

 Hoy, yo creo que nos vamos a seguir de largo con estos protocolos, la verdad es que nos dimos cuenta de cómo entregábamos antes, me refiero a que el beneficiario confía, por ejemplo, el caso de frutas y verduras:

 Aquí lo que hacemos es la preclasificación de los mismos, siempre lo hemos hecho, pero ahora les rociamos sanitizante y desinfectante, da más confianza, pero por supuesto no exime el que ellos cuando lleguen a casa, tengan que lavar perfectamente estos productos.

 Nos dimos cuenta que cuando no teníamos establecidos los horarios de atención, llegaban los beneficiarios aquí durante este horario abierto, de 10 a 2; hubo veces donde teníamos aquí a 20 o 25 personas.

 Hoy que hacemos estos horarios preestablecidos, eficientes en nuestra entrega, esto ha mejorado mucho y el hecho de hacer eficiente nuestros procesos hace una entrega más rápida; inclusive también hasta un día antes tenemos preparado el alimento que les vamos a entregar, solo es programar el paquete, en el caso de los no perecederos.

 Todo esto nos ha servido para no tener que vernos en la necesidad de estar preparando o clasificando los alimentos no perecederos previo a que llegará el beneficiario.

 Está eficiencia la vamos a dejar.

 Nos ayudó muchísimo a establecer todo, hoy somos mucho más eficientes, mucho más rápidos y cuidamos mucho a nuestro beneficiario; que vengan solamente dos personas también ha facilitado mucho, aunque bueno, por ahí de repente llegan tres o cuatro, ponemos orden, para no tener a la gente aquí afuera de nuestras instalaciones.

Están dentro de la central, aquí hay mucha gente, nosotros tenemos un local dentro de la Central de Abastos y al final la gente está dentro del fideicomiso.

 

¿Han tenido contagios dentro de la institución?

Los que estamos al interior del equipo nos hemos cuidado muchísimo, también sirvió el guardarnos 4 días y trabajar 3, eso ayudó muchísimo, pero fíjate que hoy, al estar los 5 días de la semana y trabajar al 100%, el equipo ha estado muy bien, no nos hemos contagiado de covid.

 Algunos de sus familiares si han tenido contagios, pero fíjate que hemos sensibilizado mucho al interior sobre la pandemia.

 Llevamos reuniones habitualmente todos los viernes con el personal, integrándonos para saber cómo están, cómo se sienten, como ha mermado esto, inclusive también la parte emocional.

Estarás de acuerdo a que este encierro nos ha conllevado muchas situaciones: a sentirnos ansiosos, nerviosos, con miedo… entonces hemos platicado mucho y eso nos ha ayudado, el tener comunicación constante con los colaboradores nos ha dado está confianza y hacerles entender que somos un equipo, que estamos con todos.

 

Si algo le pasa alguno, también repercute en los demás

En relación a nuestros beneficiarios, lamentablemente si se han visto muchos contagiados al interior de sus instituciones, definitivamente hay riesgos, por otro lado, el hecho de que vinieran aquí perfectamente protegidos con las caretas, con cubrebocas y pos supuesto les pedimos que no vinieran niños y adultos mayores.

 Al momento de guardar distancia y de eficientar la entrega, aquí no nos enteramos que se hayan contagiado realmente. Los contagios surgieron al interior de la comunidad o al interior de la institución. Eso depende de otros factores.

 En el caso de nuestros donantes: sí hemos escuchado que, si se contagiaron algunos, otros que ya no están con nosotros, que han muerto… pero bueno es parte de toda esta pandemia.

 Lo que seguimos haciendo nosotros es cuidarnos. Desde que regresamos en mayo, el protocolo no ha terminado y cómo te comparto, no va a terminar. Nosotros seguiremos con estas medidas de seguridad e higiene.

Nos hemos visto favorecidos, entonces hemos hecho también algunas alianzas interesantes con algunas empresas, particularmente con dos, que son quienes nos han apoyado con el proporcionar a estás comunidades o instituciones en dónde atienden a niños o adultos mayores, entregar los desinfectantes y sanitizantes para que se ayuden un poco.

 De verdad que es importantísimo la desinfección de sus alimentos, extra de lo que nosotros hacemos al interior, para que no se confíen, para que sigan cuidándose.

 Lamentablemente sí Mariano, nosotros estamos conscientes que, en el caso de las alcaldías, particularmente 3 de ellas en las que atendemos, qué es Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac, han sido alcaldías que se han visto afectadas muy fuerte por la pandemia.

 En los municipios del estado de México, por ejemplo, Ecatepec, Valle de Chalco y Chalco. Sabemos que los contagios aumentaron mucho y que las comunidades se han visto en la necesidad de avisarnos, porque evidentemente tenemos algunos lineamientos institucionales en el cual es importante que nos avisen, porque al final nosotros recaudamos productos perecederos especialmente para ellos.

Si tú no vienes hoy y no me avisas que no vas a venir entonces ¿Qué voy a hacer con tu fruta y verdura?

 Al final nosotros hacemos un rescate diario; todos los días rescatamos este alimento y lo que queremos es que se aproveche al 100%, para evitar está perdida del mismo. 

 Todavía tenemos dentro de las comunidades el aviso: “nos hemos contagiado, no vamos a poder asistir” o “dentro de la comunidad ha habido contagios cercanos y no queremos exponernos”.

 Estamos en la espera de que las cosas vayan bien ¿Cuántas personas han fallecido? No lo sabemos ¿Cuántas personas dentro de la central ya no están con nosotros? No tenemos idea, pero lo que sí sabemos es qué ha habido demasiados contagios. No quiero decir cifras porque no las tengo, pero creo que en la mayoría de los casos han sido exitosos. Se han recuperado sin ningún problema.

 

¿Cómo es la selección de alimentos? ¿Cuáles son las características que debe llevar el producto para poder entregarse? ¿En que se basa la búsqueda de los alimentos?

Tenemos un área de procuración dentro de la Central de Abasto, entonces todo este proceso que ellas hacen es dar un recorrido por los pasillos de las legumbres y frutas, esto comprende desde la Y/J hasta la X/Z, es dónde se encuentran estos pasillos dentro de la Central de Abasto.

 Ellas siempre van uniformadas, con su cubrebocas, con careta, ahorita con el tema de los guantes no los están utilizando mucho porque luego se les dificulta inclusive hasta para maniobrar con los teléfonos, es complicado.

 Ellas van, recolectan, hacen una visita presencial en un método: “¿Cómo están? muy buenos días ¿Tiene algo para 123 IAP que quisiera donar a nuestros compañeros? 

 Una vez logrado esto, lo que hacemos es que ya sea con nuestro transporte o con nuestros compañeros que van en la carretilla, algunos ya hasta son parte del equipo, son los maestros en traer la carretilla porque nosotros no podríamos trabajar sin ellos.

 Ellos, nuestros compañeros de la carretilla, son los que van acompañando a las 2 procuradoras que tenemos dentro de la central, por si hubiera alguna donación en ese momento, ellos pueden recolectarlo con él don de manipular la carretilla.

 Si es un asunto de mayor proporción, tenemos que mandar nuestro vehículo o lo jalamos con patines hidráulicos, esos patines que se meten dentro de las tarimas para poderlo trasladar dentro de la Central de Abasto.

 Nuestro modelo de atención comprende prácticamente de 3 puntos:

  •  Rescatar alimento de temporada significa que van a ser productos muy económicos, también estamos ayudando al campo mexicano y estamos hablando con el productor directamente, evitamos intermediarios, es decir, nosotros le decimos a los productores:

“si usted no va a vender estos alimentos; tiene otro camión aquí que ya llegó, tal vez porque no cumplió con las características que le pidió alguna tienda de autoservicio, algún supermercado o algún proveedor; antes de que usted lo dejé ahí, se merme y qué termine a un contenedor, por favor dámelo”. 

  • Distribución.

La calidad la cuidamos mucho porque al final sensibilizamos a nuestros donantes diciéndoles que va para personas y que evidentemente son personas con inseguridad alimentaria, no con la misma fortuna que tenemos nosotros de acceder al alimento.

 Hoy se sabe que hay más de 25 millones de mexicanos que no tienen, que no saben lo que van a comer, es decir: uno de cada cuatro personas no tiene para comer; es algo muy fuerte, muy importante compartirlo.

 Lo que hacemos como banco de alimentos es rescatar este alimento, que tenga calidad, variedad y que sean de temporada.

 La distribución se basa en dar un alimento que sea parte de una dieta sana y nutritiva.

Nosotros al interior tenemos también a trabajadores sociales que hacen esta labor increíble de traer a las instituciones, a los grupos o a las comunidades que realmente necesitan de nuestro apoyo, que tienen un ingreso de tal vez de uno o dos salarios mínimos.

 Para que nosotros podamos entregar este alimento y ahora con la pandemia, nos encontramos con el fenómeno del desempleo, todos sabemos que en el país hay muchas personas que se quedaron sin trabajo, entonces nosotros las recibimos con mucho gusto.

 Si alguien viene siendo padre o madre, titular de familia, en donde explica que ha perdido su empleo, con mucho gusto nosotros los apoyamos y entregamos un paquete de alimentos.

  • Transformación (mejorar y transformar los hábitos alimenticios).

El tercer y último punto de nuestro modelo de atención es la transformación y la mejora de hábitos alimentarios.

 Constantemente les informamos a nuestros beneficiarios que el consumo de verduras y frutas es importantísimo para mejorar su salud. Nosotros particularmente atendemos casos de enfermedades crónico-degenerativas, decir obesidad, diabetes, hipertensión, esos problemas de salud pública.

 Hoy con la pandemia, lo que nos decían los expertos era: “si tú comes bien, si has mantenido una dieta sana, si te encuentras en tu peso, es muy probable que, si te contagias de covid, vas a pasarla lo mejor posible.

 “Si tienes problemas crónicos degenerativos en dónde aunado a esto a tener una muy mala salud de una mala alimentación y malos hábitos, sumar hasta tal vez problemas de tabaco, problemas de alcohol o problemas de adicciones, vas a tener severas complicaciones por un contagio de covid”.

 Por eso muchas personas que hoy ya no se encuentran con nosotros murieron, o porque al final tenían una serie de complicaciones físicas y de salud que ya no les permitieron seguir en este mundo.

 Nosotros al fomentar y dar información de una mejora de hábitos alimenticios, hemos logrado dar más qué alimento. Por eso, nuestra propuesta de valor es dar más qué alimento.

 Nosotros no solo entregamos paquetes de alimento, realmente nosotros nos ocupamos en la mejora de hábitos alimenticios, les entregamos comida sana y suficiente para que cubran los 7 días de la semana, me refiero a que hay que consumir verduras y frutas, alternativas de consumo como el dar estrategias para que no se echen a perder los alimentos, también proporcionamos recetas.

 

¿Cuál es el contexto de la seguridad de la IAP dentro de una alcaldía y zona conflictiva por la delincuencia?

Fíjate que hemos estado muy seguros. Aquí en nuestro espacio afortunadamente todo muy bien, no hemos tenido ningún incidente de esa naturaleza.

 Lo que si se ha visto es que, por la baja asistencia de nuestros beneficiarios, ya no estaban vendiendo lo mismo, es decir: tenían la misma producción, pero menos venta.

 

¿Cuál es la respuesta de los beneficiarios una vez que les entregan alimento a las familias? ¿Qué dicen?

Hay opiniones de todo tipo, tú comprenderás. A veces los seres humanos nos fijamos más en las cosas malas, en los pequeños errores, más que en las grandes fortalezas, en los grandes éxitos.

 Evidentemente tratamos de resaltar lo bueno que hemos hecho, las cosas lindas que hemos entregado, aún con todos estos riesgos que tenemos desde hace casi dos años, porque al final también para nosotros el poder estar aquí y el estar dentro, sí nos causan conflictos.

 Preparar al equipo y prepararnos nosotros para estar aquí también es un gran valor a nuestro trabajo, nos quedamos con esas cosas buenas, esos buenos comentarios.

 Nos quedamos con lo bueno que hemos hecho, las cosas lindas que hemos entregado aún con todos estos riesgos que tenemos desde hace casi dos años, porque al final el estar aquí nos causa conflictos emocionalmente hablando. Es un gran reto.

 

¿Entonces aparte de los agradecimientos tienen comunicación constante con sus beneficiarios?

Los agradecimientos siempre serán valorados, siempre engrandece y fortalece nuestro trabajo.

 Tenemos un chat con las comunidades, instituciones y organizaciones con las que trabajamos; siempre pedimos nosotros evidencia de la entrega del alimento, es decir, si yo te entregué, pan o leche, a mí me encantaría saber el consumo final, junto con alguna evidencia: una, dos fotografías.

 Se sienten muy agradecidos, nos dan las gracias sobre todo porque no hemos parado. El trabajar casi un año, tres días a la semana, de verdad Mariano… la reducción de horario implicó un mayor esfuerzo, mayor trabajo, mayor logística mayor compromiso en todos los sentidos.

Evidentemente el que nuestros beneficiarios nos hayan visto aquí, bueno, habla de que hacemos veras en nuestra razón de ser: estamos para apoyarlos.

El equipo que se encarga de las entregas de los alimentos son los que se llevan el buzón de quejas. Hay quienes se llevan las felicitaciones o quiénes se llevan los comentarios constructivos. Al final son áreas de oportunidad increíble para comentarse.

 Nosotros les hacemos la recomendación de que vengan nuestro banco de alimento, nosotros les damos su paquete que va a cubrir parte de sus necesidades, estamos asegurando la disponibilidad y acceso a los alimentos.

Ellos, ya está aquí en la central, si necesita complementar con otro tipo de alimento está perfecto, aparte de que va a hacer valer sus recursos, es un poco más barato dentro de la Central de Abasto.

 Eso está muy bien, pero bueno luego podrían estarse horas en estos procesos, entonces ya llegaban los alimentos en un estado deteriorado, entonces muchas veces nos decían como podían rescatar mucho de ello, afortunadamente se ha logrado por comunicarse rápidamente con nosotros.

 Los agradecimientos que recibíamos al darles tips y recetas sobre todo por la mayor entrega de alimento de temporada de alimentos es bueno.

 Sabían que en determinado momento si no podían venir, podemos ser flexibles en los días de atención, independiente a que nosotros le asignamos un día y un horario, surgía que de repente no iba el chofer o se había se enfermado, nos preguntaban si podían ir mañana o la siguiente semana. Por supuesto no había problema.

 Somos flexibles en este trato, porque al final eso va a repercutir en que nuestros beneficiarios, para que estén contentos y valoren lo que nosotros hacemos, el proceso para que llegue ese producto a su mesa.

 Hay un gran trabajo de logística, un gran trabajo de coordinación, de sensibilización, a la mejor no se ve, pero es importante compartirles para que se enteren de lo que estamos haciendo, por eso tan importante.

 Aprovecho para agradecerte, para agradecer a Somos Hermanos:

 De verdad que estos espacios son importantes, donde nos permiten compartir con otros lo que hacemos al interior, en especial de que esta causa atiende particularmente la alimentación. Gracias también a Jesús Arizmendi por siempre estar con nosotros y pensar en nosotros.

 Estamos muy contentos por el quinto aniversario de 123 IAP de estar dentro de la central. Seguimos remando, de repente nos ha costado porque para nosotros este año 2021, ha sido mucho más difícil que el 2020, en el sentido de las donaciones y en el sentido de estar aquí.

 La tensión diaria a las personas no porque la mera verdad es que habido una baja también de los donativos. Quiero pensar que esto se va a estabilizar poco a poco, pero también la economía del país no nos permite hacer mucho. No permite sacar el día día.

 

¿Cómo han tratado la salud mental en la IAP?

Hemos estado platicando mucho de todo esto en nuestras reuniones con los colaboradores, todos estos temas de los trastornos mentales son la nueva pandemia.

 Somos seres integrales, honestamente, si no estamos bien en alguna de nuestros ámbitos, sobre todo en el emocional… estamos en un desastre absoluto, aunque tengamos trabajo y eso se agradece.

 Entonces el aislamiento, la incertidumbre por la enfermedad, el duelo por la pérdida de los familiares, la crisis económica, los problemas laborales, la falta del contacto social… de verdad han despertado en nosotros, en cada uno de nosotros el miedo, la ansiedad, insomnio, un estrés bárbaro…

 En las reuniones hemos estado desahogando esos temas, porque al hablarlo se hace mucho, cuando tú preguntas lo que te ocurre “¿Cómo te sientes?” Aligerar la carga. Somos un gran equipo, somos 10 personas las que aquí estamos, nos ponemos la camiseta y estamos platicando todo el tiempo.

 Ha sido muy difícil por las complicaciones y los pensamientos negativos, por ejemplo, cuando vienen los beneficiarios y comentan que hay contagios, viene el desánimo.

Hay que hablar mucho con los colaboradores, vamos a seguir trabajando, tenemos que hacer nuevas estrategias, es decir tener alternativas de donde el echar la mano para que esta angustia, tristeza o miedos que nos inundan, salgan de nosotros.

 Les hemos dicho a los colaboradores que por favor levanten la mano, si ocupan alguna atención específica, tenemos a amigos cercanos a la institución, por si tienen alguna angustia, por si quieren hablar con alguien que sea un profesional, conseguimos a alguien para dar este apoyo de manera interna.

 

Estamos conscientes de que, si NO estamos bien en lo interior, NO vamos a poder estar bien hacia el exterior

 Algunos de nuestros colaboradores si han levantado la mano, se han sentido muy abrumados, muy nerviosos, muy inquietos por todo esto; han perdido a un familiar, tienen lejos a sus padres, se han visto en la necesidad de tal vez conseguir tanques de oxígeno. Es una cosa terrible y estresante. 

 El hablarlo, el compartirlo y el tener a alguien que nos esté auxiliando es importantísimo para la mejora de la salud mental.

 Para estar en paz con nosotros mismos, no dejamos crecer los problemas, hay cosas tan simples de la misma operación en la institución que a veces puede generar disgustos, pero siempre les digo que se queden ahí, no son temas personales.

 Al final es la misma operación de la entrega y la operación de la preparación de los alimentos, pero lidiamos con el cansancio mismo porque estamos cansados, no del trabajo, estamos cansados del cubrebocas, de la careta, en nuestro caso estamos cansados de las manos, las traemos destrozadas de traer tanto gel.

 Hemos tratado esos temas, son nuestra realidad y hay que atenderla.

 La mente es loquilla, no solamente vuela, de repente nos sentimos un poco agobiados. Hablamos mucho sobre lo que la pandemia ha dejado, de acuerdo a estudios va en aumento el consumo de alcohol, el consumo de droga, el insomnio la ansiedad, el estrés, estamos conscientes de ello y hablándolo poco a poco se va a reducir.

 

 ¿Cuál es su sentir emocional al ayudar a una causa tan grande como proveer alimento en un contexto económico tan complicado como el nuestro?

Soy filántropa desde hace 25 años, me dedico a esto, para mí hoy me llena de gran satisfacción, de mucha más pasión, mucha más entrega, más innovación, porque tuvimos que innovar muchas cosas para poder aprender cómo se merece nuestra razón de ser.

 Yo feliz y creo que el equipo también, tratamos de transmitir so los todos los días, que no se olvide que nuestra prioridad son nuestra población a la que asistimos, primero ellos antes que nosotros, pero para estar con ellos y atenderlos, debemos de estar bien nosotros.

 Hay que empezar del interior al exterior.

 Estoy muy muy contenta de esto y sobre todo que tenemos algunos retos pendientes que tristemente la pandemia no nos ha podido ni nos ha permitido lograr, pero que aún con estas adversidades y con pocos avances, se ha logrado.

 Me siento muy contenta porque seguimos lo que iniciamos hace casi dos años, no nos vimos en la necesidad de decirle adiós a ningún colaborador, todo lo contrario, estamos bien en ese sentido, eso se refleja en que al interior estamos cumpliendo los objetivos.

 Hay cosas que no dependen de nosotros, hay cosas que dependen de terceras personas y que, con la pandemia, con altibajos, aprendimos poco a poco a entender lo que estaba pasando.

 Al principio no veíamos mucha claridad, sabíamos que estábamos en pandemia, pero en nuestro alrededor o en nuestro primer círculo, nuestra familia, no había contagios, no había incertidumbre de una falta de empleo, pero conforme fueron pasando los meses nos dimos cuenta que todo eso fue creciendo.

 Desafortunadamente hemos perdido gente querida, que por otro lado también con esta bella causa a la que atendemos, yo creo que también es inspiradora, bueno voy a hablar por mí.

 Por mí ha sido inspirador porque somos un básico y somos un derecho, la alimentación es un derecho, finalmente el que yo me levante todos los días a poder brindar alimentos a personas en inseguridad alimentaria, siempre me llena de muchas satisfacciones y de mucho gusto porque esa es mi causa, la defiendo todos los días.

 

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