Bastones guía para ciegos y la diferencia de sus colores
Desde hace más de un siglo que las personas ciegas se auxilian de un bastón guía que llevan frente a sí para detectar los objetos que están en su camino, les permite orientarse en los lugares, les facilita moverse por sí mismos en los espacios públicos y privados, entre otras funciones.
Ese auxiliar también permite a las demás personas identificarlos y facilitarles la circulación, y si fuera, necesario preguntarles si requieren alguna ayuda específica y proporcionársela si es el caso. Sin embargo, no todos los bastones, en la actualidad, son iguales.
Los colores de los bastones
No queda muy claro si fue primero el fotógrafo inglés James Biggs quien, luego de quedar ciego por un accidente, pintó su bastón de blanco para que destacara o si el primero fue el argentino José Mario Fallótico quien tuvo la idea de pintarlos de blanco para ayudar a los demás a identificar a las personas ciegas.
Como sea, el blanco es el color más extendido y original para los bastones guía y tiene varias ventajas, pues resalta sobre lo oscuro del asfalto y permite que los automovilistas lo distingan y les cedan el paso.
Con el tiempo, se propuso que las personas ciegas y sordas usaran un bastón blanco con rayas rojas, pues sus requerimientos son diferentes y al usarlo de otro color se facilitaría el identificar sus necesidades. En algunos países se ha reglamentado su uso, pero en otros apenas se está difundiendo su uso.
Un caso parecido ocurre con el bastón verde que se ha venido utilizando cada día en más países para las personas con debilidad visual, es decir, que tienen diferentes rangos de dificultades para ver. Puede ser que su visión periférica sea limitada o que sólo distingan sombras. Sin embargo, al igual que en los otros caso el color distintivo permite a los demás identificar su necesidades.
Muchas formas de apoyar
El uso del bastón y el aprendizaje del Braille son de dos de los aspectos que son más comúnmente identificados como las habilidades que las personas ciegas aprenden para desenvolverse de manera más independiente. Sin embargo, no son los únicos conocimientos especializados que requieren.
El apoyo a las personas que son ciegas ya sea de nacimiento o por una enfermedad o un accidente, casi siempre se da a través de organizaciones de la sociedad civil. Entre las varias que trabajan en nuestro país destacan dos de ellas.
La Fundación Josefa Vergara I.A.P. desde 1982 provee el espacio para la educación de personas ciegas y débiles visuales, esta escuela en la actualidad trabaja en coadyuvancia con la Secretaría de Educación Pública para atender a esta población. Cabe destacar que esta institución en particular se sostiene en parte gracias a la generosidad de Josefa Vergara y Hernández quien falleció en 1809 en la ciudad de Querétaro y dejó en su testamento todos sus bienes para que se ayudara a los más necesitados.
Algunos de esos bienes eran edificios en el centro de Querétaro, entre ellos el que ocupa la escuela y otros que se rentan a particulares. De esos ingresos se sostienen, además de la educación a personas ciegas y débiles visuales, dos Casas Hogares, una para niños y otra para niñas. Aunque cuentan con esa porción del ingreso, aún requieren el apoyo de las personas que quieran continuar con las acciones altruistas que empezaron hace tantos años.