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Anunciación.- Con motivo del Año de la Fe se llevó a cabo el foro juvenil “Por qué creer”, organizado por el canal de televisión KW; Arquidiócesis de México, desde la Pastoral Juvenil y la Universidad La Salle. En el evento se presentaron testimonios de conversos, personas que eran contrarias a la Iglesia Católica, que incluso no creían en Dios, y que, por diversas circunstancias, reavivaron su fe y retornaron al catolicismo.

Adriana Guevara Torres, organizadora, señaló que para el evento se conformó un equipo muy diverso con el único objetivo de platicarle a los jóvenes acerca de la fe, por qué creer. Para ello, se preparó una serie de actividades en las cuales participaron distintos invitados que dieron sus argumentos para dar a conocer que la religión y la fe no es magia, sino un estilo de vida.

“Es una forma de ser y asumir compromisos, es afrontar la vida de una manera diferente”, señaló la organizadora. Por otro lado, indicó que es la primera ocasión que se organiza este foro  “y la idea es que cada año se pueda llevar a cabo, para que los jóvenes tengan un espacio, donde se puedan expresar abiertamente acerca de sus dudas en la fe”.

El foro principalmente fue dirigido a jóvenes de entre 18 y 25 años, buscando despertar en ellos las inquietudes y lo bueno que significa creer, de esta forma para impactar al auditorio se contó con la colaboración de Juan Manuel Cotelo, quien dirigió el documental “La última cima”; Esteban Arce, presentador de televisión y el cantante Alexander Acha. Cada uno de ellos contó su historia de vida.

Para dar la bienvenida al evento se contó con la presencia de la filosofa Rosario Athié; el padre Juan José Cedeño Serratos, director de Pastoral Juvenil y el padre Walter Luther, director de pastoral La Salle.

El evento finalizó con el concierto de Alexander Acha. Adriana Guevara comentó que espera que la respuesta de la gente se incremente y contar con apoyo para el evento en los próximos años.

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3611-0063

Anunciación.- Con  el objetivo  de apoyar  los 

proyectos  escolares de  gestión  ambiental la Fundación Liomont AC, la Junior League of México City IAP, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), convocan a la comunidad de los planteles de educación secundaria públicas y particulares a participar en el premio nacional “Amanda Rimoch  a la educación ambiental 2012-2013”.

Anunciación.- En pleno Año de la Fe, celebramos la memoria de santo Tomás de Aquino, llamado Doctor Angélico por sus virtudes, la sublimidad de su pensamiento y la pureza de su vida. De él, el beato Juan Pablo II afirmaba: “la Iglesia ha propuesto siempre a santo Tomás de Aquino como maestro de pensamiento y modelo del modo correcto de hacer teología” (Fides et ratio, n. 43).
Santo Tomás nació entre 1224 y 1225 en el castillo que su familia, noble y rica, poseía en Roccasecca, cerca de la abadía de Montecassino, a donde sus padres lo enviaron a educarse. Más tarde estudió en la Universidad de Nápoles, donde conoció el pensamiento del filósofo griego Aristóteles (384-322 AC). Estando ahí, decidió ingresar a la Orden fundada por santo Domingo, pero a causa de la oposición de su familia tuvo que dejar el convento y volver a casa, hasta que en 1245, ya mayor de edad, pudo retomar su camino de respuesta a la llamada de Dios.
La Orden de Predicadores lo envió a París para estudiar teología bajo la dirección de san Alberto Magno, con quien entabló una profunda amistad. Ambos fueron enviados a Colonia, donde Tomás estudió las obras de Aristóteles y las de sus comentaristas árabes, que san Alberto explicaba.
En París fue profesor de teología y comenzó su enorme producción literaria, en la que destaca la Suma Teológica. En Roma, el Papa Urbano IV le encargó la composición de los textos litúrgicos para la fiesta del Corpus Christi. En Nápoles ayudó al rey Carlos en la reorganización de los estudios universitarios. Además del estudio y la enseñanza, fue un gran predicador y un hombre que sabía cultivar la amistad. “La caridad –escribió– es la amistad del hombre principalmente con Dios, y con los seres que pertenecen a Dios” (Suma Teológica, II, q. 23, a.1).
Santo Tomás de Aquino fue llamado a la eternidad en 1274 mientras viajaba a Lyon para participar en el concilio ecuménico convocado por el Papa Gregorio X. Su vida y enseñanzas se podrían resumir en un episodio transmitido por Doménico da Caserta, sacristán de la capilla de San Nicolás, en Nápoles, quien afirmaba que un día oyó cómo santo Tomás, mientras oraba ante el crucifijo, preguntó a Jesús si cuanto había escrito sobre la fe cristiana era correcto. El Crucifijo respondió: “Tú has hablado bien de mí, Tomás. ¿Cuál será tu recompensa?” La respuesta de santo Tomás, que debería ser la nuestra, fue: “¡Nada más que tú, Señor!”

Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). Número telefónico: 5781 4901