Apoyo Sin Fronteras para migrantes, refugiados y apátridas

30 enero, 2025

Cuando un grupo de personas comprometidas por un fin en común logran hacer la diferencia, el resultado es admirable, pero si además se trata de salvaguardar los derechos humanos, el impacto es aún más gratificante. Tal es el caso de Sin Fronteras IAP, institución que busca crear un espacio seguro para las personas migrantes, refugiadas, apátridas y solicitantes de asilo en México.

Su origen se remonta a 1995 y durante casi 30 años, la evolución ha sido esencial para responder a los distintos desafíos migratorios en un contexto cambiante.

Al inicio comenzaron ofreciendo asesoría legal y psicológica a personas que enfrentaban procesos migratorios complicados. Poco a poco se convirtieron en una de las organizaciones referencia en la promoción de los derechos humanos y la integración de personas en situación de movilidad. A esto se suman las distintas alianzas estratégicas y la participación activa en la creación de políticas públicas que protejan a las personas migrantes pero su trabajo no acaba ahí, porque también sus fronteras se esparcieron hasta Centroamérica y el Caribe para promover una visión regional inclusiva y respetuosa a los derechos humanos.

 

 

Los servicios que ofrece Sin Fronteras IAP abarcan las necesidades primarias de sus beneficiarios como:

  • Asistencia humanitaria donde se brinda atención a personas en situación de emergencia en diversos temas de alimentación, vestido, calzado y artículos de higiene personal, adicional se ofrece información general acerca de los procesos de movilidad por la ciudad en temas de transporte, alojamiento, instituciones y ruta migratoria.
  • Atención para la integración contempla una gama de servicios donde se ofrece orientación, capacitación, canalización y todo lo requerido en los diferentes procesos en los que las personas que desean establecerse en la Ciudad de México o el área metropolitana puedan fortalecer y/o contar con herramientas para su integración por medio de estas acciones.

Paralelo a los servicios en la organización, se creó RASEE, proyecto que para promover el acceso al derecho humano al trabajo para las personas en contexto de movilidad humana se apostó por un enfoque de trabajo en esta Red de Alianzas Solidarias para el Empleo y Emprendimiento por sus siglas y que representa el fortalecimiento de las habilidades de la empleabilidad y emprendimiento beneficiarias de la institución para mejorar su integración a la sociedad mexicana y dentro de sus estrategias clave se encuentra:

  1. Evaluación inicial y diagnóstico de necesidades.
  2. Orientación y capacitación.
  3. Vinculación laboral.
  4. Apoyo en procesos de emprendimiento.
  5. Seguimiento y evaluación.

Brindar servicios comunitarios y recreativos son realidad a través del centro de día “La Ceiba” que se enfoca en el desarrollo personal y comunitario dirigido a personas migrantes y sujetas a protección internacional beneficiarias de Sin Fronteras IAP, donde intervienen de forma individual y/o grupal en procesos de acompañamiento para la construcción y fortalecimiento de capacidades humanas en pro de su integración sociocultural y tomando en cuenta su propio bienestar.

Cada acción en el centro se realiza de la mano de personal comprometido con la causa, y se orienta en el contexto de acceso efectivo a los derechos humanos de los beneficiarios desde una visión que apueste por la creación de una sociedad hospitalaria y así dejar un impacto en la dignificación de sus condiciones de vida.

Ser una entidad que incida en políticas públicas es otra arista en el trabajo de Sin Fronteras IAP, por lo que significa una herramienta estratégica que permite influir en la formulación y modificación de políticas públicas, legislaciones y marcos normativos que afectan a las personas migrantes.

El trabajo constante produce que se respete la dignidad de las personas en movilidad y aseguren su protección.

Por un mundo sin fronteras, la institución trabaja por un mundo más inclusivo, defendiendo los derechos de personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo y sus 3 décadas de labor altruista corrobora su creencia que las fronteras no deben ser barreras para el respeto a la dignidad humana.