Altruismo en tiempos de COVID-19
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Se está cumpliendo un año de que la pandemia de COVID-19 llegara a alterar la vida de todos. Estos meses han sido de incertidumbre, pérdidas, miedo y dolor. Es difícil encontrar una familia que no haya sido tocada por la enfermedad y por la muerte de algún ser querido. Como país también se han sufrido sus embates en muchos niveles.
Nación de contrastes
La pandemia expuso, ya sin posibilidad de ocultarlas, las grandes brechas entre los diversos grupos sociales; la fragilidad de las políticas gubernamentales, los grandes contrastes entre las diversas regiones. No obstante, también mostró que la solidaridad sigue siendo el baluarte de la sociedad.
Muy pronto grupos de vecinos y profesionales se organizaron para apoyar al personal médico, otros para cuidar a las familias enfermas y, por supuesto, para auxiliar a los afectados económicamente. Por ejemplo, los restauranteros de todos los tamaños estrecharon lazos para apoyarse entre sí, replantear las cadenas productivas y utilizar la tecnología para difundir sus servicios, buscando sobrevivir y amortiguar la pérdida de empleos.
Categorías de voluntariado según la ONU
Esas variadas formas de solidaridad no han tenido la cobertura mediática que eventos como los terremotos o los huracanas ganan. Sin embargo, sí están ahí y los esfuerzos de ayuda se han prolongado por un año.
Esas acciones naturales e informales normalmente no se consideran como una forma de voluntariado. No obstante, la ONU, en 1999, consideró esos esfuerzos de apoyo entre las comunidades como una forma de voluntariado.
En esta categorización de la ONU la filantropía también tiene un lugar destacado y también ha estado presente en estos tiempos de COVID-19. Las instituciones de asistencia privada no han sido ajenas al vendaval que ha arrasado a la economía. Algunas no han resistido; sin embargo, el panorama de las desigualdades es también un acicate para orientar hacia las instituciones de la iniciativa privada los deseos de ayuda de muchas personas.
Finalmente, la ONU también reconoce a la promoción y realización de campañas como una categoría de voluntariado. Este último año se ha visto el surgimiento de algunas nuevas. Por ejemplo, las que buscan ayudar a enfermos de cáncer y otros padecimientos que vieron aplazados sus tratamientos por la prevalencia de la atención al COVID-19 y la vulnerabilidad del sector salud.
Una vez que se asienten las aguas, es probable que muchas de las iniciativas que surgieron entre vecinos y profesionales o las campañas de apoyo a sectores vulnerables requieran una mayor estructura para continuar con esa labor. Es el momento de impulsar que sean cobijadas por las instituciones de asistencia privada que cuentan con el know-how que permitirá que ese impulso inicial no se pierda, sino que se incorporen a formas de asistencia ya existentes o se consoliden formalmente como nuevas opciones de altruismo.
Oportunidad de crecer
También es posible que quienes han estado muy activos en las redes continúen trabajando en formas establecidas de voluntariado y aportando ayuda económica formal. La apertura de ojos que esta pandemia ha traído es una excelente oportunidad para que más mexicanos encuentren en el voluntariado una forma de regresar a la sociedad lo mucho que tienen y que, quizá, no habían valorado.
Asimismo, es el momento de replantear, a la luz de las necesidades actuales, cómo se puede contribuir desde el voluntariado al cumplimiento de los objetivos de la ONU para 2030. Entre esos objetivos cabe destacar los cinco primeros: el fin a la pobreza, la extinción del hambre, salud y bienestar, educación de calidad e igualdad de género.
Se debe apostar a que los lazos entre los mexicanos se estrechen, pero lo hagan con un trabajo conjunto, organizado y valiente para que el 2020 no sea un año perdido, sino fuente de aprendizaje y esperanza, oportunidad e impulso para una mejora integral que cierre las brechas y confirme la grandeza nacional.
Fuentes:
https://www.unv.org/sites/default/files/Volunteering%20Typologies_es.pdf
La Guía de los vagos para salvar el mundo