El autismo y el papel de la Asociación Regiomontana de Niños Autistas para atenderlo
Por: Fabián Vega
Los trastornos del espectro autista (TEA) por sus siglas en inglés, están considerados como una condición permanente que merma la calidad de vida de una persona de por vida. De acuerdo con la Asociación Estadunidense de Psiquiatría (APA), se trata de un trastorno del neurodesarrollo, el cual se manifiesta en los primeros tres años de vida de la persona.
Por décadas, el autismo estuvo considerado como un trastorno infantil, sin embargo ahora se sabe que se trata de una condición que acompaña el ciclo vital entero de una persona y cuyo diagnóstico se facilita a través de la detección de un conjunto de patrones poco comunes en la sociabilización y la integración con el otro.
Las personas con autismo presentan dificultades en áreas como la comunicación, la interacción social y el juego, la conducta y la integración social y sensorial.
Entre las características que presentan las personas que le padecen se encuentran la demora en el lenguaje expresivo, la ecolalia (repetición de sílabas, canciones o frases inmediatamente después de ser escuchadas), el lenguaje repetitivo, la pobre o limitada compresión del lenguaje, la vocalización monótona y la dificultad para iniciar y mantener una conversación.
De acuerdo con la APA, el autismo no llega a ser considerado como una enfermedad, sino como una condición de vida y cuya clave para lograr una mejor integración social y desarrollo, se encuentra en la atención integral, adecuada y oportuna.
En este sentido, la Asociación Regiomontana de Niños Autistas (ARENA) es una organización con más de 20 años de experiencia en el apoyo y entendimiento del tema del autismo.
La asociación tiene como objetivo dignificar e incluir a las personas que parecen este tipo de trastorno a un entorno familiar, social y educativo que sea equitativo y que les garantice una calidad de vida digna.
Desde 1997, madres que compartieron la sala de espera de un centro de terapias para niños con autismo, decidieron integrarse para hacer frente a una causa común y apoyar desde entonces a más de 700 familias para entender el trastorno y mejorar su calidad de vida.