Sonrisa grande, corazón contento
Por: Cynthia Alison Milián González
Todos alguna vez hemos estado dentro de un hospital, por cuestiones de salud o para visita a algún familiar o amigo. Todos alguna vez hemos sentido depresión, tristeza, o simplemente nos hemos sentido encogidos del corazón… mientras sea posible ver una película, comer helado o chocolate y estar cómodo basta para “mejorarnos”. Pero no siempre y para todos es posible ya que es un “ideal” de las películas.
En la vida real, las cuestiones y circunstancias de las personas son diferentes, al igual que sus motivos para sentirse decaídos ¿Qué aplica para los pacientes y familiares en un hospital? ¿Qué aplica para mejorar el ánimo de unos pequeñitos internados?
Desde el año 2013 un grupo de personas a través de la Geloterapia (del griego Gelos, risa, Terapia tratamiento psicoterapéutico) se han dedicado a llevar ALEGRIA a niños, familiares y personal médico de los hospitales del Sector Salud en Yucatán.
La misión de Los Doctores del Humor IAP es mejorar el ánimo de las personas en hospitales a través de actividades de risoterapia, haciendo un trabajo de servicio altruista, que ayuda a relajar la tensión en los hospitales y haciendo la estancia en el centro de salud más llevadera, mejorando la calidad de vida de los pacientes con una visita semanal.
El principio básico: Ser feliz y aprender a reírse de uno mismo para poder hacer feliz a otra persona, ser espontáneos y ver la vida con otro punto de vista no crítico para dar libertad a la imaginación.
Son voluntarios distinguidos por su nariz roja, bata blanca y su caracterización de Doctor del Humor IAP (maquillaje de payaso muy ligero); ellos no actúan, sólo son ellos mismos y hacen reír con lo que son, con lo que hacen, dejándose llevar por la locura y la exageración, disfrutando hacer el ridículo individualmente o en grupo.
En palabras del Doctor Ah-Men: “El Doctor del Humor, divierte a su público por medio de sus propios recursos y no afecta la imagen o dignidad de terceras personas”.
Trascender y dejar una huella de que la sociedad Yucateca pueda hacer el bien a sus semejantes a través de la alegría y momentos de felicidad, sin importar la edad, y simplemente teniendo espíritu de ayuda y servicio social a la comunidad es su satisfacción.
Sin duda es una causa altruista contagiosa, que lleva a la sinergia positiva para una cura desde el fondo del corazón, con beneficios mentales y emocionales por medio de la risa.
“Cada vez que un hombre ríe, añade un par de días a su vida.”
– CurzioMalaparte. (Periodista y escritor italiano)