Un ciclo anual que se repite
En la Ciudad de México, el último trimestre del año es crítico. Por un lado, la temporada festiva genera una mayor demanda de alimentos en general, lo que incrementa los precios y restringe el acceso de los hogares más vulnerables a productos básicos.
Por otra parte, el empleo informal: la fuente de ingresos para más del 50% de la población empleada en la capital tiende a reducirse en esta época debido a la estacionalidad de ciertas actividades económicas.
Esto resulta en un golpe devastador para quienes ya están al borde de la inseguridad alimentaria. En Alimento Para Todos, las solicitudes de apoyo durante los meses de noviembre y diciembre incrementan notablemente. Las principales peticiones provienen de madres solteras, adultos mayores y personas con discapacidad, quienes enfrentan barreras adicionales para acceder a una alimentación digna.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), más del 30% de la población en la Ciudad de México vive en situación de pobreza, y aproximadamente el 11% enfrenta pobreza extrema, lo que implica que carecen de acceso suficiente a alimentos nutritivos y de calidad. Estos números se agravan hacia finales de año, cuando las solicitudes de ayuda a bancos de alimentos también aumentan.
En este contexto, Alimento Para Todos IAP y otras organizaciones de ayuda alimentaria juegan un papel fundamental. Durante 2023, por ejemplo, se rescató más de 17,400 toneladas de alimentos destinándolas a comunidades necesitadas en el Valle de México y Zona Metropolitana.
Acciones Urgentes para Mitigar el Problema
Es necesario un enfoque que combine esfuerzos gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil para combatir la inseguridad alimentaria. Algunas acciones clave son:
-Ampliar la Cobertura de Programas Sociales: Iniciativas que ayudan ya a la alimentación de adultos mayores deberían ampliarse para incluir a otros grupos vulnerables.
-Fomentar Donaciones: Empresas y particulares pueden contribuir con alimentos, tiempo o recursos económicos para apoyar a bancos de alimentos.
-Reducir el Desperdicio: En México, se desperdician cerca de 20 millones de toneladas de alimentos al año, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Implementar mejores sistemas de recuperación y redistribución podría marcar una gran diferencia.
-Educación Alimentaria: Sensibilizar a la población sobre cómo aprovechar al máximo los recursos alimenticios disponibles puede ayudar a mejorar la nutrición en los hogares.
Un Llamado a la Solidaridad
La inseguridad alimentaria es un reflejo de desigualdades estructurales que no pueden ignorarse. En esta época del año, cuando muchos celebran con abundancia, recordemos que hay miles de familias en nuestra ciudad que no tienen garantizada su próxima comida.