El Impacto de IPPLIAP en México en la educación de niñas, niños y jóvenes sordos
En México la atención a las personas con discapacidad es un reto significativo, pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI. Para el año 2023 se cuantificaron más 129.5 millones de personas donde 8.9 millones de la población reportó vivir con alguna discapacidad y de este grupo el 2% corresponde a menores de edad con sordera, quienes a su corta edad se enfrentan al desafío de acceder a un desarrollo integro en su educación.
Por ello, organizaciones como el Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje IAP (IPPLIAP) brindan apoyo especializado a niñas, niños y jóvenes sordos y a niñas y niños con problemas de lenguaje o aprendizaje.
Por más de cinco décadas de servicio, IPPLIAP ha impactado de manera positiva en la vida de más de 4000 niñas y niños. Cuentan con un programa de preescolar, primaria y secundaria para niñas y niños sordos, basado en una filosofía bilingüe, donde la Lengua de Señas Mexicana es el principal medio de comunicación.
El 98% de las niñas y niños sordos que concluyeron la secundaria en el programa de inclusión ingresaron al nivel medio superior los cuales el 80% la concluyeron.
Su profesionalismo y compromiso los ha llevado a ser reconocidos nacional e internacionalmente permitiéndoles generar alianzas estratégicas con diversas fundaciones con el fin de enriquecer el aprendizaje a sus alumnas y alumnos.
En los primeros días de vida es de suma importancia prestar atención al comportamiento de los menores para detectar alguna anomalía en su audición y así darles un tratamiento oportuno. Algunas señales pueden ser las siguientes:
-Cuando el bebé no muestra atención a los sonidos del ambiente, ni se sobresalta ante ruidos fuertes.
-No voltea buscando la voz de sus familiares o el sonido de juguetes.
-No responde a la voz de mamá, al menos que esté frente a él.
-No balbucea o empieza a balbucear y deja de hacerlo.
-No dice sus primeras palabras como es común al año y medio o a los 2 años de edad.
-Se apoya básicamente en gestos y señalamientos para comunicarse, sin desarrollar lenguaje oral.
Cabe mencionar que todo diagnostico debe de ser respaldado por un especialista, aunque en caso de tener alguna sospecha, a través de una llamada telefónica se puede obtener una cita de primera vez para evaluar el estado de salud del menor y determinar si es candidato a los servicios que IPPLIAP ofrece, en caso contrario sería canalizado a otra institución.
Ser una persona “no oyente” la incluye en la definición de discapacidad, sin embargo, como todos son parte de nuestra sociedad solo que, con una cultura lingüística diferente, por lo tanto, la verdadera inclusión debe de promoverse desde la sensibilización social, mejorar políticas públicas en educación, empleo y accesibilidad, y fomentar una mayor visibilidad y respeto.