CUIDARNOS
Cuidarnos es una palabra hermosa. Encierra una gran riqueza de significados y conviene detenernos para reflexionar sobre ellos, porque debido a las condiciones actuales de nuestra sociedad resultará una palabra muy usual y al acostumbrarnos a usarla podemos desgastarla e ignorar todos los aspectos que contiene.
En primera instancia cuidarnos puede enfocarse a la responsabilidad consigo y eso es una necesidad básica. Cuando alguien tiene un problema sobre todo relacionado con la salud es absolutamente natural y conveniente pensar primero en uno mismo. Aunque es necesario evitar el egocentrismo propio de quien se siente enfermo o imposibilitado.
También cuidarnos tiene una referencia hacia los demás, con quienes se establecen redes de relaciones recíprocas. Esta dimensión social es mucho más imperativa e importante y tiene prioridad porque desde nuestro nacimiento hemos gozado de la atención y ayuda de los demás, no solo en lo extraordinario sino en lo ordinario. Sin esos cuidados no hubiéramos sobrevivido.
A continuación, revisaremos los contenidos encerrados en la palabra cuidarnos. Luego veremos algunas cualidades necesarias para ser cada uno un sujeto activo de la acción de cuidar y también un sujeto pasivo que facilite que le cuiden.
Cuidarnos sugiere observar con afecto y detectar necesidades. Lo siguiente es ver el modo de hacer algo para minimizar las carencias o incluso enseñar a cada quien a resolverlas. Con frecuencia se fundan instituciones cuando se descubren a muchas personas con las mismas necesidades, e incluso resultan medidas muy eficaces para afrontar o prevenir las causas de tales problemas.
La actitud de cuidarnos sugiere cercanía, interés hacia el otro y desinterés hacia uno mismo, compromiso, afecto, misericordia, comprensión, paciencia, perseverancia, tino, amabilidad, … Todo esto y mucho más son cualidades muy bellas y positivas. Fomentan paz y gratitud.
Muchas de todas estas actitudes se viven en la familia. Si faltan algunas es muy oportuno adoptarlas. Aquí está la base de forjar buenas personas para contar con buenos ciudadanos.
Algunas cualidades necesarias para ser un buen cuidador pueden ser la de dar importancia a los compromisos pequeños o grandes y en primera instancia cuidar la puntualidad. En la relación mantener una actitud positiva, aunque la otra persona actúe negativamente, el autocontrol es indispensable para evitar conflictos. La sonrisa es imprescindible. Todo esto en el cuidador y en el cuidado.
Detectar lo positivo y dar las gracias siempre, del mismo modo admitir los errores y pedir perdón, también siempre. Esto implica estar muy atento a los demás y a las circunstancias. Cuando algo resulta mal es importante aprender de los errores para evitarlos en lo sucesivo y, si es el caso aceptar las correcciones.
Siempre mantener el entusiasmo por lo que se hace. Es demandante y difícil, pero importa más la perseverancia.