En el Centro Mexicano Alzheimer AC capacitan a cuidadores en favor de pacientes con esta enfermedad
Los cuidadores de personas mayores o familiares con alguna discapacidad o afección degenerativa tienen una responsabilidad muy grande, pues se encargan de ser el primer apoyo para el paciente. En su mayoría, llegan a ser mujeres las que desarrollan este rol y con frecuencia por estar al cuidado de su familiar descuidan su propia persona. En el Centro Mexicano Alzheimer AC se percataron de esta problemática, y desde 2018 capacitan a los cuidadores primarios para desempeñar su vocación con más y mejores herramientas.
En entrevista, Ana Lilia Cipriano Nájera, subdirectora y coordinadora de capacitación en la asociación, compartió su valiosa labor que realizan en el Centro, destacando en primera instancia que en este caso específico el Alzheimer no tiene cura, y que se debe aprender a vivir con ella. Es inevitable que en alguna familia mexicana no llegue la enfermedad, comentó, y siempre existe un cuidador primario que pasa los 365 días en la atención del paciente. En muchos de los casos este cuidador llega a ser informal sin la capacitación requerida.
Enfocando el trabajo de la AC en las cuidadoras y su empoderamiento como grupo vulnerable, Ana Lilia destacó que mediante el método COCOA, es cómo ellos intervienen con las cuidadoras: “Este método comprende primero conocer la enfermedad, para posteriormente comprenderla para lograr aceptar la afección, siendo un proceso integral que atiende los ámbitos necesarios para aprender a adaptarse a una nueva condición por parte de las cuidadoras” Comentó.
Género, cuidados y salud se denominó el curso con el que el Centro brindó las herramientas necesarias a las cuidadoras para poder capacitarse y que, con el apoyo del auspicio de la embajada de Alemania, fue posible. En puerta dos cursos más para esta segunda mitad del año con la intención a la par de dar a conocer a la sociedad la importancia del Alzheimer y diversas demencias que con certeza, van afectar a cualquier familia mexicana.
Detectar los distintos tipos de olvido es de suma importancia, por ello Ana Lilia explicó los dos que existen para comenzar a detectar los primeros síntomas de la enfermedad: “el primero de ellos es el olvido normal, cuando olvidas en un ejemplo donde dejaste las llaves, pero eres capaz de reconstruir los momentos previos hasta descubrir en donde están resulta en un fenómeno ordinario para el ser humano. En cambio, cuando una persona tiene olvidos patológicos y no es capaz de regresar en el tiempo y reconstruir los hechos es aquí donde el padecimiento se empieza a instalar” Destacó.
La pérdida neuronal se sitúa como causa de Alzheimer, lo que provoca que la conexión entre neuronas no logre establecerse. Un cerebro humano ordinario tiene un peso de 1,450gr aproximadamente. Un cerebro en etapa moderada de Alzheimer reduce su materia a 800gr. La masa cerebral se va compactando, lo que ocasiona la pérdida de memoria.
Existen dos tipos de tratamientos para el Alzheimer: el farmacológico y el no farmacológico. En el Centro Mexicano Alzheimer AC han optado por el segundo, ya que ha demostrado tener beneficios científicamente comprobados donde se va ralentizando la enfermedad y con ello, una mejor calidad de vida para el paciente. La forma en que lo logran es a través de la adopción del modelo MAKS de Alemania donde se trabajan las funciones motoras, de actividades de la vida diaria, junto a las áreas cognitivas y sociales, siendo un programa único en México.
Actualmente las cifras de pacientes con Alzheimer son alarmantes, ya que 2 millones de mexicanos padecen de esta enfermedad. Desde 2018 el Centro fue constituido, pero su directora la Mtra. Regina Altena desde tiempo atrás dedicó su esfuerzo en pro de los pacientes con demencia, lo que la llevó a fundar la asociación. Su trabajo ha incidido e impactado en la sociedad, con programas de radio y eventos con la intención de difundir la información.
De misma forma su línea de acción para la capacitación de cuidadores es imperativa en el Centro, a lo que Ana Lilia profundizó al respecto: “a través de un espacio de temas especializados es cómo nosotros capacitamos a los cuidadores donde les explicamos los tipos y niveles de demencia. También contamos con otro espacio denominado terapia de grupo y aquí los familiares suman su experiencia porque cada uno aporta y un terapeuta les brinda recursos para enfrentar la situación, enfocado en dejar a un lado el aspecto negativo de convivir con la enfermedad” Agregó Ana Lilia.
Brindar pláticas, talleres y debates es otro espacio dentro de su quehacer y de igual forma otro proyecto de autocuidado, donde les brindan a los cuidadores terapias no farmacológicas, especialmente aterrizado en instruirlos en la reserva cognitiva que les ayude a manejar los síntomas posteriores que surgen del deterioro de acuerdo a la etapa de la enfermedad.
No discutir con el paciente, porque a partir de ahora la realidad es la que él tiene, pues ya no cuenta con la información para distinguir las cosas. En vez de discutirlo, se resuelve la situación y con esto reconocer que el paciente tiene un deterioro cognitivo, ya no posee la información para realizar actividades o recordar acciones. Aunado a ello la tolerancia y paciencia se colocan como valores clave que junto a lo demás, se establecen como técnicas indispensables cuando algún padecimiento en demencia o Alzheimer toca la puerta.
14,000 sesiones en línea son las cifras que el Centro ha impartido y que por la pandemia que lograron ampliar su impacto a nivel nacional con el objetivo que los pacientes puedan tomar sus terapias de forma virtual.
Ana Lilia Cipriano Nájera invitó a que la sociedad se acerque a conocer más de lo que realizan en el Centro: “Primero debemos sensibilizarnos porque nadie está exento de esta enfermedad y los invito a que se sumen a nuestra causa que nos contacten y también hago extensa la invitación a que las mujeres se inscriban en el curso que dará inicio el próximo 3 de agosto donde van a poder conocer mucho de las demencias” Concluyó.
El Centro Mexicano Alzheimer es único en su tipo, y gracias al apoyo de alianzas de diversas instituciones su impacto se refleja en pacientes atendidos y cuidadores capacitados para hacer frente a esta enfermedad que ya debe tomarse en cuenta como un problema de salud pública.
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