Que no te “enganchen” con el lenguaje
Las palabras tienen fuerza en “sí mismas” porque tienen un significado
Nuestro ser está diseñado para creer en un primer momento y sólo después descubre, en un segundo momento, la falsedad de algo.
En esta nueva era que nos toca vivir, en la que se cuestiona todo, incluso lo evidente a cualquiera como si eres mujer o eres hombre, tenemos que ser muy críticos ante el lenguaje que se maneja en la jerga diaria y/o en los textos jurídicos, inclusive.
Vaciar de su contenido verdadero las palabras y ”llenarlas” de conceptos parecidos o totalmente opuestos es hoy una práctica común, principalmente cuando se quiere manipular la verdad a favor de quien habla.
Llamarle libros de texto a los papeles impresos con mentiras, con una realidad falseada es dejarnos manipular por el lenguaje. Los llamados Libros de texto, no lo son, son simples papeles impresos y encuadernados sí, pero que no llenan para nada los requisitos para ser libros y menos para educar a la niñez y juventud mexicanas con una ideología completamente distinta.
En estos dos últimos años tuve la duda de si serviría a la sociedad, principalmente a la juventud, la compilación de los artículos de mi autoría de los últimos 10 años. Hoy, no me queda duda de que sí.
(cfr. Alguien te ha dicho ¡Vive! y Así veo la vida en Amazon, los dos).
Formo parte de la generación que vio el surgir de una nueva era en el lenguaje usado en los documentos jurídicos y en la manipulación a través del mismo. (cfr Documento del Cairo de la Reunión sobre la Población y el Desarrollo, 1994) .
Todos o casi todos estamos forzados a hablar del matrimonio entre personas del mismo sexo cuando el matrimonio “nace” con la creación misma de la persona por no decir que es de índole creacional y que por eso existen dos sexos.
Entonces, mis queridos lectores, atentos con no dejarnos enganchar con las palabras que usan quienes las vacían de contenido para llenarlas de sus propios intereses.