Innovando para apoyar en el tratamiento del Autismo
Autor: Diego Martínez Vera
Fotos: Faro de Alejandria AC.
Existen muchos mitos y rumores sobre lo que representa el autismo, muchas de estas creencias han originado cierto temor y exclusión a dicho trastorno y a las personas que lo padecen.
Lo que sí es una realidad es que el autismo está presente en la sociedad actual y cuenta con diversas áreas de oportunidad para apoyar. Por esto, existen asociaciones como el Faro de Alejandria, comunidad capacitada para la atención de personas con autismo, mediante programas innovadores, buscando elevar su calidad de vida.
Esta asociación civil se dedica a la atención del autismo y otras discapacidades, con un equipo especializado y técnicas diseñadas para la estimulación sensorial (desde un enfoque humanista), realizan diferentes actividades para apoyar a los beneficiados y mejorar su calidad de vida.
El trabajo que ejecuta esta comunidad está distribuido en diferentes acciones, tales como talleres específicos para enriquecer habilidades sociales y favorecer el sentimiento y enfoque a hermanos, evaluación diagnóstica respaldada por 27 años de experiencia, programa cognitivo sensorial conformado por tipos de terapia y el programa proyectando vidas que es una escuela para “romper” esquemas y construir un mejor futuro. Dentro de la página web oficial de la asociación existe una explicación a detalle de cada una de estas acciones.
De igual manera, la sociedad puede contribuir a la realización de la misión de la asociación apoyando con una donación; a esto se le conoce como apadrinar. Esta donación no tiene un monto mínimo y es libre de ejercerse.
No obstante, la visibilización del trabajo del Faro de Alejandria también es una gran ayuda, por lo que se recomienda seguir a esta asociación en alguna de sus redes sociales (tales como Instagram, Facebook, Twitter o X).
Quizás estas acciones parezcan poco o no un verdadero avance, sin embargo, como menciona la terapista Fernanda del Faro de Alejandria, “Ver lo que logran por medio de terapia, aunque a otras personas les parezca poco que aprendan a decir sí o no, agarrar un lápiz para mi es la mayor satisfacción que pueda tener”.