CREATIVIDAD CON SENTIDO COMÚN
Vivir significa enfrentarse a problemas, y los problemas requieren solución. Y estos reclaman creatividad. La creatividad al parecer es una cualidad rara, pero no debería serlo.
Quizá el 80% de la población tiene la capacidad de moverse –creativamente- a niveles altos, pero se encuentra anclada e incapacitada por el miedo de ver más allá de sus narices, y por ello los resultados suelen ser pobres.
Vivir con mente abierta y sin dar por supuesto nada, porque el cambio es algo de ordinaria administración. Lo que ayer era adecuado para una situación concreta, ya no lo es para hoy, excepto los principios, que son lo permanente.
Si queremos avanzar en la vida, somos nosotros los que tenemos que cambiar para modificar el mundo. De acuerdo a unos principios ciertos y verdaderos. Como, por ejemplo: Nadie da lo que no tiene.
La creatividad y el sentido común para resolver problemas deben permanecer inseparables. Es claro que si nos encontramos con un obstáculo –al parecer insalvable- en la realización de nuestros proyectos, jamás hemos de dar marcha atrás. Sencillamente le damos vuelta al problema, y seguimos hacia adelante.
Cualidades básicas para actuar inteligentemente
La primera cualidad para actuar inteligentemente es el amor a la verdad, es decir, adecuar nuestro entendimiento a la cosa, no importa si esta nos agrada o no. Sin duda, que si amamos apasionadamente la verdad podremos acceder a la segunda cualidad de la persona que actúa inteligentemente.
La segunda cualidad es la apertura de mente, es decir, optar por una mente abierta, flexible, reflexiva, ello permite actuar con sensatez y muy brillantemente.
Si usáramos una mente cerrada, rígida, mecánica, quisquillosa, nos dispersaríamos picoteando en un problema y en otro, sin llegar a resolver ninguno, nos fatigaríamos inútilmente y nuestra actitud sería más gris que brillante, faltaría comprender el punto de vista del otro y el entorno.
La tercera cualidad es la capacidad para concentrarnos en una sola cosa a la vez y permanecer en ella hasta que se resuelva, mediante preguntas y respuestas sencillas.
La cuarta cualidad es la capacidad para afrontar sistemáticamente los problemas; ello evita que nos hagamos “bolas”, caminando en círculos, sin lograr progresos.