FÓRMESE PARA EL ÉXITO

28 junio, 2022

Autor: Gabriel Martínez Navarrete

  • NOSOTROS ATRAEMOS AQUELLO EN LO QUE PENSAMOS.

 

  • Responsabilícese de sus pensamientos y de su formación.
    • Cada uno de nosotros somos el resultado directo de nuestros pensamientos. El mal de la mayoría de la gente es que no dedica tiempo para pensar (reflexionar). Los éxitos y los logros dependen en mucho de lo que tengamos en la mente.
    • Dedique tiempo a pensar, y pensar en grande. No desperdicie su potencial en acciones irreflexivas.

 

  • Nadie puede atraer el triunfo si lo rechaza mentalmente o no lo ama apasionadamente:
    • Imagine previamente y piense con detalle lo que desea alcanzar. El ideal es indesligable de la acción, para hacerlo realidad.
    • Fomente una confianza muy grande en Dios y en usted mismo.
    • Rechace con coraje cualquier posibilidad de quedarse en la “estacada”. Esto significa encararse honestamente con los propios defectos y en trabajar constantemente en corregirlos.
    • Vea en los errores algo muy bello y detrás de cada error la oportunidad –el aprendizaje, la experiencia requerida- para poder coronar el ideal o proyecto.
    • Piense constantemente bien de sí mismo y de sus capacidades. Será capaz, si piensa que es capaz, y actúa en consecuencia.
    • No existen soluciones “mágicas” o “fáciles”, pero empiece por usted mismo: respétese y piense dignamente y así tendrá un comportamiento digno. Dignidad es sentir un gran aprecio por uno mismo y por los demás.
    • Dedique cada día un tiempo para pensar y pedir consejo. Esto le llevará a actuar con previsión y para construir con rapidez. No es lo mismo hacer las cosas en clima ordenado, sereno, tranquilo; que intentar alcanzar las metas “apagando fuegos” y en un ambiente tormentoso. Se pueden perder muchas energías y no llevar a término la obra.
    • No le eche la culpa a otro, ni se evada. Mantenga una actitud de responsabilidad personal, nunca de “mea culpismo”. Piense: ¿qué puedo hacer para mejorar esta situación? ¿Qué depende de mí? ¿Qué de los otros?
    • Cada uno es el arquitecto de su propio futuro. Por eso hoy dedique a dar un paso más para construir ese destino. El pasado sólo interesa como experiencia. No se lamente. Y el futuro se construye en el presente

.

  • TRACE UN PLAN DE ACCIÓN.

 

  • Sus pensamientos deben cristalizarse en metas concretas.
  • Redacte el plan de modo claro, específico, breve y completo en lo que desea conseguir. Evite generalidades y palabras vagas.
  • Utilice su imaginación y póngase a diseñar proyectos. Recuerde –que dentro de un sano realismo- lo que puede imaginar lo puede realizar.
  • Este plan de acción debe ser medible y cotejable periódicamente, con el avance logrado en la práctica.

 

  • PERO, TIENE QUE ESTAR DISPUESTO A PAGAR EL PRECIO.

 

  • Pague la “cuota inicial”
    • No haga caso a las dificultades, amenazas, críticas y al “qué dirán”. Pero tampoco las ignore, porque conviene a aprender a manejarlas de modo que nos sirvan como catapultas (oportunidades de mejora), para lograr lo que nos proponemos, siempre que lo que deseemos y como lo deseamos implique colaborar en el progreso de los demás.

 

  • SI EL DESEO ES AUTÉNTICO, UNA VEZ LOGRADO, CONVIENE SOÑAR NUEVAMENTE PARA ACRECENTAR LO ALCANZADO.

 

  • Siempre ir a más, de lo contrario se corre el riesgo de perder lo logrado.
  • Esto es válido, si constituye un genuino servicio que hace progresar a los demás.
  • Entre las actitudes positivas para alcanzar el éxito y conservarlo es indispensable ejercitar la lealtad, fidelidad, laboriosidad, paciencia, orden, generosidad, etc.