Migrantes en México
Autor: Somos Hermanos
Por años en el país se ha hablado de los migrantes y las palabras “mojados” o “braceros” acuden a la mente porque esa es la imagen predominante: los mexicanos de zonas marginadas en el campo que se iban a Estados Unidos a trabajar. Sin embargo, hace ya varios años que la sociedad mexicana se ha ido dando cuenta de que si bien sigue habiendo migrantes nacionales, hoy en el país también se reciben personas migrantes y en calidad refugiados.
Según datos del Instituto Nacional de Migración, en el país predominan personas originarias de cerca de 23 nacionalidades que buscan, en menor medida, quedarse en México y en mayor medida llegar a Estados Unidos. Muchos de ellos vienen de Sudamérica y Centroamérica, así como del Caribe; pero es posible encontrar gente de India, Rumania, Gambia, Senegal o Nepal.
Dejar el hogar
Las razones que llevan a los migrantes a dejar atrás su hogar son variadas en los detalles, pero se pueden englobar en:
-violencia
-pobreza
-acceso limitado a servicios
-educación de poca calidad
Se puede decir que los migrantes que se van por motivación propia para buscar mejores oportunidades que no encuentran en su país. No obstante, también hay personas que están en calidad de refugiados, y se puede decir que su salida de su país de origen no fue motivada por un deseo de mejora; sino por condiciones de guerra, violencia generalizada, persecución u otras que han alternado de tal manera el orden jurídico y político que hacen imposible su retorno sin poner en grave riesgo su vida.
Los riesgos que enfrentan
Sea cual sea la motivación, las personas que están lejos de su país y buscando establecerse en otros enfrentan graves riesgos que son especialmente difíciles o con mayores repercusiones para niños, niñas y adolescentes ya sea que viajen acompañados o, peor aún, que se encuentran solos.
Las situaciones a las que se ven expuestos en nuestro país son:
-Ser detenidos
-Estar expuestos al crimen organizado
-Ser capturados en redes de tráfico de personas, especialmente, la trata de mujeres.
-Violencia y discriminación
-Hambre y frío
-Daños a su salud
Problema de todos
No se puede soslayar que los migrantes y refugiados, sobre todo en ciertas zonas del México, también ponen presión a los habitantes locales, pues no se tienen las condiciones adecuadas para recibirlos; lo cual a su vez incrementa el problema de discriminación y violencia. Una manera de ayudar a los migrantes y a las zonas en el país que los reciben es apoyar a las organizaciones de la sociedad civil que se han enfocado precisamente en este complejo problema.
Entre las muchas asociaciones que trabajan en esta área, la Red Jesuita con Migrantes tiene relevancia ya que vertebra los esfuerzos de varias fundaciones y asociaciones locales vinculadas con la Compañía de Jesús (los jesuitas) para lograr un mejor y mayor impacto. Como su nombre lo dice es una red que articula los esfuerzos de personas y obras que buscan la justicia y la reconciliación promoviendo la defesa de los migrantes, personas desplazadas y la protección de sus derechos. Es una red extensa que trabaja en México y en otros 18 países a través de 60 obras específicas todas las cuales requieren apoyo para seguir adelante.
Una de esas obras es la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento de la Mujer Migrante y Refugiada (CAFEMIN). Esta casa, ubicada en la Ciudad de México, abrió sus puertas en septiembre 2012 y desde entonces ofrece a mujeres, niños, niñas y adolescentes los servicios de:
-alojamiento y regaderas
-alimentación
-atención jurídica, psicológica y médica
-talleres de capacitación para el trabajo
Buscar entender la dolorosa realidad de la migración para fomentar el respeto a las personas en esa situación más el apoyo monetario y el voluntariado en las organizaciones que trabajan en este tema es una manera de contribuir de forma efectiva a aliviar este problema creciente en México y en el mundo.