El cáncer infantil
Autor: Somos Hermanos
Una de las palabras que más miedo genera a cualquiera es “cáncer” y cuando se le agrega el adjetivo “infantil” resulta todavía más escalofriante. En el país sigue siendo la causa número 1 de muerte de la población de 5 a 14 años en México, porque todavía no se logra ni la detección a tiempo ni contar con tratamiento completo en el mayor número de los casos.
¿Qué es el cáncer infantil?
El cáncer, en general, es el crecimiento de células anormales que se multiplican y esparcen sin control, frecuentemente formando masas o tumores. También se presenta entre los menores, aunque a tasas inferiores que entre la población adulta. Sin embargo, en el mundo, se calcula que hay unos 400 mil casos nuevos al año y en el país, 5 mil nuevos casos anuales.
Los cánceres más frecuentes entre la población infantil son las leucemias, retinoblastoma, los cánceres cerebrales, los linfomas, los neuroblastomas y los tumores de Wilms.
El diagnóstico oportuno del cáncer es el primer factor clave para que más niños, niñas y adolescentes lo logren vencer. Para lo cual, es vital que los padres estén atentos a los principales síntomas: fiebre (que no se explica por una infección temporal), dolores de cabeza persistentes, dolores de huesos, pérdida de peso, pérdida de apetito y aparición constante de moretones o sangrados inexplicables. Si se presentan hay que buscar ayuda médica de inmediato e, si fuera necesario, insistir para lograr un diagnóstico que permita iniciar, si es el caso, la atención inmediata.
Tratamiento largo y caro
Luego de contar con un diagnóstico oportuno, el segundo factor para mejorar las expectativas de vencer al cáncer es contar con el tratamiento adecuado y completarlo con todo lo que implica.
El tratamiento del cáncer se centra en tres ejes: quimioterapias, cirugías y radioterapia. Muchas veces se requiere combinar esos tres ejes o centrarse en uno de ellos. En prácticamente todos los casos, es una enfermedad que resulta muy costosa y, además, por el nivel de especialidad médica que requiere a veces los pacientes y sus padres se deben trasladar a otra ciudad para contar con la atención. Eso sin hablar del costo emocional que significa enfrentar un desafío tan grande a tan temprana edad.
De principio a fin
Hay en el país diversas organizaciones de la sociedad civil que toman como suyo el reto de lograr elevar la tasa de supervivencia actual de los menores que sólo es del 56% para llegar a los índices de los países desarrollados que es del 80%.
Se destacar que este desafío hoy requiere nuevamente de todo el apoyo de la sociedad y de las personas altruistas. Cooperar con asociaciones con gran trayectoria y un verdadero conocimiento en los requerimientos y cómo hacerlos llegar son opciones para contribuir a que ningún menor abandone su tratamiento y el diagnóstico llegue a tiempo para todos. Dos de estas instituciones son:
Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, IAP (AMANC) que en 2022 cumple 40 años de su fundación y fue la pionera en este campo. Buscan firmemente que ningún niño, niña o adolescente con cáncer deje su tratamiento y trabajan también para buscar que las políticas públicas mejoren con el fin de mejorar la atención médica.
Se han establecido como Red Nacional AMAC para que el mismo modelo que han ido construyendo durante estas décadas que tiene un algo nivel profesional se replique en 23 estados del país y así llegar a más menores que requieren el apoyo.
Casa de la Amistad, IAP es otra asociación con muchos años de trabajo cuya labor se concentra en lograr a través de difusión y apoyo los siguientes objetivos:
-Detección oportuna
-Atención temprana
-Tratamiento adecuado
-Fidelidad al tratamiento
Tienen alianzas y trabajo conjunto con hospitales públicos y privados, además de ofrecer albergue, apoyo emocional y educativo para los menores y sus familias. Trabajan en varios estados y en Ciudad de México.
Fuentes:
https://www.casadelaamistad.org.mx/
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer-in-children
http://www.imss.gob.mx/oncologia-pediatrica/que-es-cancer-infantil