Mi vida después del trasplante: Alejandro Ley

30 agosto, 2021
Autora: Brenda Torres Conde

Fotos: Aquí Nadie se Rinde IAP

Con el objetivo de celebrar la vida y los 16 años de trabajo ininterrumpido por parte de la Institución de Asistencia Privada (IAP) Aquí nadie se rinde, llevó a cabo una charla virtual en la que Alejandro Ley, superviviente de trasplante de médula ósea, compartió la historia que le cambió por completo su perspectiva acerca de la palabra “sobreviviente”.

Su historial médico se lee como un capítulo motivacional y de superación que, además, se caracteriza por iniciar a sus 14 años.

“Un día estaba en la escuela y comencé a sentirme muy cansado de la nada, no recuerdo si pegaron jugando, pero mi nariz empezó a sangrar y no se detuvo en un buen rato. Recuerdo que fuimos al hospital y me dijeron que no estaba coagulando mi sangre, de inmediato nos pidieron donadores de plaquetas y mi mamá los consiguió; sin embargo, pidieron su autorización para hacerme pruebas… así detectaron que mi médula estaba vacía y los hematólogos intentaron reproducir parte de mi médula, pero los intentos fallaron. La solución fue un trasplante”, narró.

Con todos los gastos que implicaba la atención de su hijo, la madre de Alex, como le gusta que le digan, hizo hasta lo imposible para que se recuperara. Fue así que conocieron la IAP.

“Gracias a Aquí Nadie Se Rinde pudimos hacer mi trasplante y pasé de ser paciente a superviviente”, indicó.

Sobre el proceso de atención, Alex abundó en que, como adolescente, fue muy difícil entender el diagnóstico, pero lo fue aún más el tener que estar aislado de sus amigos y familiares. “Se escucha fácil, pero durante un año fui todos los días al hospital. Lo que en ese momento me distraía era ver películas… de hecho ahora me dedico al cine”, añadió.

“Recuerdo que en el hospital había muchos niños y entre todos platicábamos, pero había veces en las que dejaban de ir porque algo pasaba. De hecho, esta enfermedad tiene pocas posibilidades de supervivencia en niñas porque suelen desangrarse con su periodo menstrual”, continuó.

Al igual que Alex, ésta IAP ha ayudado a cientos de niñas, niños y adolescentes con cáncer por medio de atención especializada que les da, entre muchas otras cosas, esperanza de vida.

 

Sobre la IAP

Aquí Nadie Se Rinde (ANSeR) se fundó el 27 de agosto de 2005 y desde entonces hacen la diferencia en el acompañamiento de niños, niñas y adolescentes con cáncer y sus familias. Para lograrlo, se diseñaron cuatro programas que benefician a su población beneficiaria:

º Salvando Vidas, Una a la Vez: financiar el trasplante de médula ósea a niños y niñas con cáncer que lo necesitan. También se apoya psicológicamente a los pequeños y sus familias, durante todo el proceso ante el cáncer.

º Enciende Una Esperanza: fortalecer a las familias a través de un proyecto auto-generador de recursos, enseñándoles a realizar productos de fácil elaboración que, con su venta, les permitirá obtener un ingreso adicional.

º Alimentando Corazones: mejorar la autoestima e integración de los niños y niñas con cáncer y sus familias por medio de eventos recreativos y educativos dentro y fuera de los hospitales.

º Descubriendo lo Desconocido: impulsar la investigación y capacitar al cuerpo médico de oncología pediátrica para lograr un diagnóstico oportuno y su acertado tratamiento.

A pesar de la situación epidemiológica que atraviesa el mundo, en Aquí Nadie se Rinde IAP se sigue laborando, es por ello que este año se realizó, como parte del aniversario, una serie de conversaciones digitales que tuvieron como fin sensibilizar a la población mexicana.

 

Aquí nadie se Rinde IAP. Página web: www.aquinadieserinde.org.mx/ Facebook: @anseriap Twitter: @ANSeRiap