SUPERAR RASGOS PERSONALES QUE LIMITAN EL DESEMPEÑO LABORAL

24 agosto, 2021

Nunca imponga (cosas concretas). Gane en empatía con la gente, para conseguir juntos objetivos precisos y predeterminados. Siempre que sea posible dirija colegialmente. Así obtendrá el apoyo de la mayoría y las decisiones podrán ser más acertadas.

Descubrir y solucionar las preocupaciones de las personas que dependen de uno o estén relacionadas con la labor que llevan a cabo. La persona es lo importante.

Identificar los rasgos que bloquean la efectividad en el trabajo y sustituirlos por otros que potencian la efectividad.

Es elemental enterarse cómo nos ven los demás. Pero no hemos de hacer caso al “que dirán”. Lo importante es lo que está bien.

Será más fácilmente escuchado si no echa las verdades a la cara a las personas. Mejor corrija en privado, en forma firme y sin humillar, animando a superarse.

Es imprescindible trabajar para ir limando las debilidades personales. Es ineludible y provechoso modificar la conducta, para ajustarla a un cambio de condiciones y de rol de trabajo. Tener presente el trabajo de escritorio y acabarlo: asuntos, notas, orden administrativo, etc. Leer y estudiar los papeles una sola vez –si es preciso se repasan-, e ir a lo siguiente.

Pensar primero, y luego hacer, nos permite producir más y mejores resultados y nos prepara para un futuro crecimiento. Hay que procurar que el consejo o la asesoría ayude a la toma de decisiones.

Reflexionar, pensar, es necesario para aprender cómo utilizar una destreza o capacidad con una eficacia cada vez mayor. Y luego aprender cuando no debe usarse. Además de trabajar bien, hay que saber tratar a la gente.

Asumir la responsabilidad para decidir y tomar decisiones. Uno puede aprender a decidir cosas que puedan tener una consecuencia adversa. Pero, evidentemente, el resultado positivo tendrá que ser mayor. Es ineludible aprender a responsabilizarse cuando las decisiones salen mal, y aceptar las consecuencias. Luego corregirse e ir por el camino atinado porque se tiene más experiencia.

Cada ascenso implica esforzarse por abandonar algo que ya no sirve, y, en ocasiones, hay que aprender una conducta nueva.