02/Marzo/12

Jesús Arizmendi Valdez  Twitter: @chuy_altruismo

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Por naturaleza el ser humano siempre ha tendido a realizar diversas actividades productivas en beneficio personal y de quienes lo rodean.

La constante lucha de superación, ha llevado a los integrantes de la sociedad a un constante físico, intelectual y afectivo.
En las grandes ciudades, las actividades diarias son muy demandantes. La aglomeración de personas, el tráfico, la contaminación y las largas distancias para llegar de un lugar a otro, hacen que al finalizar la jornada, se manifiesten el agotamiento y el estrés, lo que puede llevar a desencadenar una enfermedad psicosomática.
De acuerdo con Alberto López Díaz, jefe del servicio psiquiátrico del Hospital Fray Bernardino Álvarez, explicó que cuando la relación mente-cuerpo ve alterada su armonía debido a emociones displacenteras, sentimientos negativos, modificaciones del ciclo vital o situaciones de alto impacto emocional generadoras de estrés, inevitablemente se produce un impacto, que puede representarse en forma de síntomas o enfermedades psicosomáticas.
Señaló que algunos grupos de enfermedades psicosomáticas y las más importantes son las que involucran al sistema gastrointestinal, cardiovascular, respiratorio, urinario y genital, dermatológicas, transtornos sexuales, entre otras.
“En la medida que las emociones o sentimientos negativos son más intensos, más fuertes o más impactantes, también son esas respuestas emocionales conductuales, considerando y teniendo en cuenta que los acontecimientos o dificultades ambientales desempeñan un papel importante en la génesis del transtorno”.
Dijo que la medicina psicosomática, los toma en cuenta, los considera y es vista como un enfoque terapéutico que engloba la totalidad de los procesos integrados entre los sistemas somático, psíquico, social y cultural.
Procesos que inicialmente emergen desde lo orgánico y que pueden repercutir en la esfera psicológica, como por ejemplo: traumatismos, enfermedades endocrinas, y  cáncer.
Al cuestionarle, en relación al cáncer, que se dice es rencor acumulado, ¿podría ser una enfermedad psicosomática? Refirió que estamos totalmente en el conocimiento científico de que es una relación meramente biológica y anatómica, sin embargo el factor emocional y psicológico nos va a favorecer o nos va a complicar dicho padecimiento; porque cuando una persona tiene una actitud positiva y tiene ayuda terapéutica, inclusive sus defensas aumentan.
Al contrario, cuando una persona que padece cáncer y no tiene una asesoría psicológica pudiera caer en cuadros depresivos. Sabemos que la depresión, por si sola, disminuye las defensas del organismo, y por lo tanto, la persona pudiera tener una recaída y un deterioro más importante.
El doctor López Díaz aseguró que la mejor manera de prevenir las enfermedades psicosomáticas es intentando tener un estilo de vida saludable, realizar ejercicio o actividad física. Eso es básico para liberarnos del estrés de todos los días, tener un espacio de relajamiento o de esparcimiento y cumplir con un parámetro de descanso en la noche.
Asimismo, tener una dieta saludable, buena comunicación con la familia, tener una buena armonía dentro del trabajo, todo esto nos va a proteger para que no lleguemos a un problema de tipo psicosomático.