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Anunciación.- Dice San Agustín que dónde se precisa una mano, recordemos que el tiene dos, para este evento no sólo fueron dos brazos, también dos piernas y mucha energía: una carrera por CARDI, por la vida.
Tres muchachos, estudiantes del Colegio Miraflores (colegio católico), se acercaron a CARDI con una propuesta para recaudación de donativos a través de una carrera.
La idea nació a partir de una fiesta, cuenta Iñaki, (hijo de Imanol, persona que ha apoyado a CARDI por medio de carreras) mientras esperábamos para salir a una fiesta, mis amigos y yo veíamos unas fotografías de mi papá, fue entonces cuando nos dimos cuenta que también debíamos hacer algo por toda la gente que acudía a CARDI.
Así nació la idea de una carrera – peregrinación desde el Colegio Miraflores, hasta la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, más de 20 kilómetros. Lo que seguía después de tan notable propuesta, era la aprobación del colegio y la invitación a los alumnos.
Después de la aprobación por parte del gobierno de la Ciudad de México, los organizadores se dieron a la tarea de explicar que es CARDI y por que era importante la inscripción y qué se lograba con la aportación de cada corredor. El limite se estableció en 500 personas, sin embargo, debido al éxito se logró la inscripción de 680 personas en tan solo una semana. Todo lo recaudado será una donación para CARDI.
Llegó el día y después de los permisos pertinentes para la carrera, el día 22 de abril a las 7:30 hrs. comenzó. Abría tres estaciones para que la gente comenzará a añadirse al contingente. Comenzaron 80 personas y al llegar a la Basílica, ya eran 548 personas, entre padres de familia y alumnos.
Durante el recorrido, las muestras de apoyo por parte de familiares, voluntarios y amigos de CARDI, no se hicieron esperar. Los participantes se vieron envueltos en una festividad y de alegría por correr por un solo motivo: dar a los que menos tienen.
Se contó con el apoyo de 9 seminaristas y 5 voluntarios que trabajaron en las estaciones de abastecimiento (se entregaron cerca de 400 litros de agua) así como en la logística y llegada a la meta.
Después de tres horas y media de recorrido, los corredores fueron llegando poco a poco, para que a las 11 del día comenzara la liturgia eucarística en la Basílica de Guadalupe, con la concelebración de Fr. Francisco Javier Acero Pérez, O.A.R.
Las palabras fueron muy claras, gracias a todos los jóvenes que se encuentran en está casa de la Virgen, la casa de todos, gracias por demostrar que teniendo voluntad se pueden hacer las cosas y también demuestran a los demás jóvenes que ayudar no cuesta cuando existe la voluntad de hacerlo.
Desde CARDI y de parte de todas las personas que buscan un abrazo de corazón a corazón, ¡muchas gracias a todos los que hicieron posible esta muestra de amor a los demás!